"Los críticos tomaron la novela policiaca como un asalto a la doncella"
Juan Madrid y Lorenzo Silva analizan la situación actual del género en la literatura española
“Es un género en auge”, coinciden en afirmar los dos autores, “pero todavía no ocupa el lugar que se merece en la literatura española”. Juan Madrid y Lorenzo Silva hablan de la novela policiaca en relación con sus obras Adiós, princesa –de Madrid– y La reina sin espejo –de Silva–, ambas protagonistas de uno de los encuentros del Club de Lectura de la UNED, celebrado en el Centro Asociado Escuelas Pías de Madrid.
No tuvo unos comienzos fáciles, cuenta Juan Madrid: “Al principio, los críticos se lo tomaron como si el género fuese una doncella virginal y los autores unos violadores encaramados con malas artes en la literatura”.
Poco a poco esta situación fue cambiando hasta llegar al momento actual, en el que, afirma Lorenzo Silva, “los autores, los lectores y el resto de las gentes que pueblan el universo de la literatura en español se han dado cuenta de las posibilidades que tiene el género”. Incluso en el mundo académico “vieron la importancia del carácter de vivisección social que tiene la llamada literatura negra”, añade Madrid, “y hoy está reconocida en todas las universidades de España, aunque todavía quedan restos de pedantería cultural en nuestro país y un cierto resquemor, sobre todo en lo referente a su carácter literario”.
El autor de Adiós, princesa, último capítulo de la serie protagonizada por Antonio Carpintero, alias “Toni Romano”, cree, por tanto, que “vivimos en una ‘edad de plata’ de este género en la que convivimos distintas generaciones con obra, que coexistimos con los jóvenes. Esto se da sobre todo en la rama más clásica de la novela policiaca, es decir, la novela de enigma, en la que hay que resolver un delito y en la que se encuentran autores noveles con veteranos como Andreu Martín. Yo mismo, sin embargo, sigo la segunda corriente, conocida como novela negra, es decir, yo no escribo novelas policiacas, sino que parto de ellas como si fuera material de derribo en una apuesta continua por la narratividad”.
Del prometedor futuro que puede haber tras esta ‘edad de plata’ de la novela policial da testimonio Lorenzo Silva: “Es un género que ha acreditado su capacidad para llegar a muchos lectores, para hacer un discurso ameno de la realidad y también para hacer un discurso crítico sobre la misma. Es una mezcla de novela popular y novela social que puede ser otras cosas, porque es un género muy dúctil, de gran carga simbólica y un contenido más intemporal”.
Un contexto perfecto
Tanto Juan Madrid como Lorenzo Silva afirman con rotundidad que la sociedad de hoy parece ser el escenario perfecto para construir grandes novelas policiacas. “Es un momento muy curioso”, matiza el primero, “porque es el momento histórico en el que hay mayor información, mayores posibilidades de comprar libros, de leer, de educarse… pero, paradójicamente, las masas siguen con ideas prefiguradas, con prejuicios sobre montones de situaciones y de sucesos”.
Por su parte, Silva añade que “vivimos una crisis que en muchos aspectos puede ser explicada a través de la novela policial. Muchos de estos aspectos tienen un crimen detrás: tienen a estafadores, ladrones, asesinos… incluso a personas que son todo a la vez, y no todos ellos están respondiendo ante la justicia, pues ante la justicia responden los más rudimentarios. Yo veo que uno de los desafíos no sólo de la literatura, sino de la sociedad actual, es desenmascarar y señalar a estos delincuentes más sofisticados que, en gran medida, nos han buscado una buena parte de la ruina que tenemos todos actualmente”.
Itziar Romera