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Con ese titular tan actual cerraba la ruta dedicada a don Mariano José de Larra, don Jesús Miranda de Larra, familiar directo del escritor que se suicidó a la edad de 27 años en una calle estrecha del centro de Madrid.

Larra: un indignado del siglo XIX

Una nueva aventura literaria, una ruta de un solo día, para seguir los pasos de nuestro  escritor romántico por antonomasia,  y romántico en su sentido real, no el que el imaginario hollywoodense nos ha hecho concebir,  un escritor lleno de dudas y contradicciones pero a la vez tristemente lúcido y apasionado. Larra, patriota y afrancesado ¿contradictorio? Puede que no. Tal vez solo un español que razonaba como contestó el poeta republicano Gil-Albert cuando le acusaron de afrancesado algunos años más tarde.

Hacía frío esa mañana del último sábado de noviembre debajo del viaducto madrileño, el lugar no era acogedor, la calle de Segovia se ha convertido en una pequeña autopista con demasiados coches y estrechas aceras que no admiten los grupos muy numerosos. Nos frotábamos las manos y dábamos besos a los ya muy queridos amigos de otras rutas y saludábamos a los nuevos amigos que empezaban con esta ruta su andadura literario-peripatética. Cuarenta personas nos reunimos allí, frente a la placa que da cuenta de que en ese lugar, en la antigua residencia de empleados de la Real Casa de Moneda, nació nuestro autor un 24 de marzo de 1809.

El relato completo y todas las fotos de la ruta aquí>>

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