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EL ARTE EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX Y LA CRISIS DE LAS VANGUARDIAS

Curso 2017/2018 Subject code67024079

EL ARTE EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX Y LA CRISIS DE LAS VANGUARDIAS

SUBJECT NAME
EL ARTE EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX Y LA CRISIS DE LAS VANGUARDIAS
CODE
67024079
SESSION
2017/2018
DEPARTMENT
HISTORIA DEL ARTE
 
GRADO EN HISTORIA DEL ARTE
COURSE
 
CUARTO CURSO
SEMESTRE  2
OBLIGATORIAS
 
ECTS
6
HOURS
150.0
LANGUAGES AVAILALBLE
CASTELLANO

PRESENTACIÓN Y CONTEXTUALIZACIÓN

La asignatura El arte de la segunda mitad del siglo XX y la crisis de las vanguardias analiza el fenómeno de las vanguardias vistas retrospectivamente en lo que se ha dado en llamar el fracaso de la modernidad. Se tratará de estudiar cómo fracasó, al igual que la propia civilización, la idea del arte visto como un fenómeno en continua y optimista progresión. El culto a la modernidad significó, entre otras cosas, tomar como modelo o paradigma el progreso científico y tecnológico y su continua mejora de la civilización. La Segunda Guerra Mundial significó el fracaso de esta creencia, puesto que el progreso no impidió la matanza y la barbarie.

En esta asignatura estudiaremos el momento de incertidumbre artística, de estupor como lo han llamado algunos historiadores o de tierra baldía en palabras del poeta T.S. Eliott. También se abordarán las distintas propuestas artísticas que surgen a raíz de esta crisis de la civilización occidental que desde la Historia del Arte se había visto articulada en la continua y optimista sucesión de los estilos artísticos. Nos centraremos en analizar la crisis existencial y artística posterior a la Guerra Mundial y los nuevos estilos que algunos siguen llamando vanguardias, que nacen hasta el final de la década de los sesenta. Se estudiará la diversidad de propuestas o tendencias, los debates críticos, las relaciones entre arte y política, la posición de los artistas, las grandes exposiciones y el papel desempeñado por el mercado del arte.

La perspectiva que este equipo docente se plantea en esta asignatura es la contraria a la habitual, en la que se privilegian artistas y movimientos cuyo recorrido les acerca automáticamente a nuestros días, a comienzos del siglo XXI. Una historia del arte -o cualquier historia- lisa y sin problemas en que los artistas se pasan “atléticamente” el testigo como en una carrera de relevos es, evidentemente, una ficción. El equipo docente de esta asignatura, aunque siguiendo la habitual perspectiva didáctica de “Historia de los Estilos” y atento a la “creación” de una genealogía (en que artistas y obras van entroncando cronológicamente los unos con otros) pretende problematizar este momento incierto intentando recuperar la relación de esa época en sí misma y con los movimientos que la precedieron. Pero sobretodo buscaremos una “genealogía otra” lo que dará lugar a encontrar artístas y propuestas “extraviados” o “ignorados” habitualmente por la historia del arte ortodoxa. Cuando hay artistas o movimientos que no han tenido una influencia directa en nuestra época resultan incómodos y algunos han sido obviados en los manuales al uso y otros reducidos a un capítulo cajón desastre con individualidades plásticas de difícil clasificación. Se pretende recuperar el vocabulario plástico e ideológico de la segunda mitad del siglo XX así como sus principales artistas y logros, que a menudo la ardiente y encendida polémica en torno al “significado” del arte actual ha dejado en el olvido.

 El difícil trance de la Segunda Guerra Mundial y las violentas sacudidas que la anteceden sitúan a los artistas en una difícil tesitura en la que la denuncia de la violencia no es suficiente. La guerra termina con las tremendas heridas que dejan las matanzas indiscriminadas sobre la población civil (bombas, campos de concentración, etc) y de los judíos por parte de los Nazis, provocando una crisis sobre el valor de la cultura. Muchos pensadores se preguntaron si todavía era posible el arte en un mundo fuertemente politizado, que se escinde en un conflicto bipolar tanto en el reparto del poder, como de la autoridad moral. En esta época surgen diversos movimientos artísticos aparentemente ajenos al conflicto, que se basan en una subjetividad primitiva o sofisticada y que van desde el Surrealismo al Informalismo y el arte matérico. El aislamiento del artista y su mutismo ideológico se van a romper con el guiño cínico a los mass-media que supone el Pop y la vuelta a la figuración.

Por lo tanto con la conclusión de la Segunda Guerra Mundial se produce el fin de la vanguardia heroica que englobó los distintos movimientos o ismos artísticos desde finales del siglo XIX. La guerra generalizada y el holocausto nazi hicieron impensable el aspecto a la vez osado y hedonista, esteticamente experimental y socialmente provocador que había caracterizado al arte occidental hasta entonces. Sin embargo, aunque parecía que solo el periodismo, la fotografía o la filosofía podían substitir sobre la tierra quemada, lentamente los artistas y el arte volvieron a emerger. Las características de este nuevo arte son distintas, la guerra ha supuesto el fin de todo academicismo, toda escuela y toda tradición. Pero la experiencia vanguardista anterior se ve absorbida y transformada por un arte cuyas ligaduras con el momento prebélico han cambiado de naturaleza. Aunque algunos movimientos -especialmente el surrealismo- mantienen su ligazón con el pasado, se convierten no ya en una alternativa juvenil y revolucionaria sino en la nueva ortodoxia, en la piedra angular de un futuro estéticamente incierto.

Picasso sigue siendo un camino abierto para muchos artistas que siguen su estela a través de un alfabeto de signos vagamente biomorfos en los que se mezcla lo  figurativo y lo abstracto a la vez, el símbolo general y la anécdota privada. La solución del arte unido a una opción política también ha girado de signo y el realismo que antes era el bastión de los conservadores, se convierte en el símbolo de las nuevas republicas comunistas y socialistas, mientras que el arte abstracto se ve ligado a la libertad expresiva del mundo capitalista. Y su explosión estética y publicitaria desde la escuela de Nueva York para exportarse al mundo presenta un tipo de imperialismo estético de nuevo cuño. Lo abstracto además ha derivado también en lo opuesto al arrebato existencial: una opción fría, geométrica y de voluntad cientifista. Este arte abstracto va a colocarse en un matiz de arte que se coloca entre lo racional y el juego.

Este mundo huérfano de ideales va a desarrollar  una inmensa querencia por los objetos y el Pop será el arte que desarrolle la filia y fobia que éstos sugieren. Finalmente trataremos el retrato moderno, es decir la reconstrucción figurativa del hombre/mujer moderno que se mira nuevamente en el espejo del arte tras las experiencias de las vanguardias y la angustia existencial de la posguerra y la Guerra Fría. Muy ligado a este tema se estudiará la transcendente evolución de la escultura en el momento en que evoluciona hacia un vocabulario propio, concidiendo con las décadas que transcurren desde los 40 a los 60.

 

 

La asignatura El arte de la segunda mitad del siglo XX y la crisis de las vanguardias, adscrita al título de Graduado en Historia del Arte de la UNED, es de carácter obligatorio y semestral, correspondiéndole seis créditos ECTS. Se integra dentro de una materia más amplia denominada Historia del Arte Contemporáneo que está formada por 7 asignaturas de carácter obligatorio con 6 créditos ECTS cada una, que se imparten en el 1º y 2º semestre del 2º curso, y en el 1º y 2º semestre del 4º curso.

El estudio de esta asignatura pretende proporcionar al estudiante los conocimientos teóricos y las habilidades prácticas que le permitan volcar su actividad profesional en Historia del Arte. Sus contenidos le ayudarán a iniciarse en la investigación en estos campos y sobre todo, le permitirán abordar proyectos dedicados a museos, colecciones o conservación del patrimonio mueble o inmueble.

Al finalizar el curso el estudiante habrá alcanzado competencias genéricas y específicas   acordes con los resultados de aprendizaje tanto en el campo teórico como en su actividad profesional.