“Historia de la Filosofía Española Antigua y Moderna” es una asignatura semestral optativa de 5 ECTS para los alumnos de cuarto curso del Grado de Filosofía que se imparte en el primer semestre del curso. Esta asignatura ofrece una amplia y rica panorámica que abarca el pensamiento español desde la época romana hasta la Ilustración del siglo XVIII. Esta problemática se completará con la asignatura del segundo semestre que se denomina “Historia de la Filosofía Española Contemporánea” que abarca desde el siglo XIX hasta nuestros días. Las dos asignaturas, por tanto, ofrecen una formación relativamente completa de todo el pensamiento español, fundamental para la formación filosófica de un hispanohablante.

La época en que se centra esta asignatura es muy amplia y abarca 17 siglos. Se trata de ver cómo emergen los diversos problemas y soluciones filosóficas, específicas del pensamiento español, en los diversos contextos históricos. Comienza en la época romana con el personal estoicismo de Séneca. Este pensador incidirá en el carácter práctico y a la vez espiritual de la filosofía, algo que que marcará en lo sucesivo al pensamiento español. El senequismo será una corriente subterránea en la vida y cultura española a través de los siglos hasta hoy.

Luego vendrá la incorporación del cristianismo a ese estoicismo senequista y, junto a la invasión de los visigodos, emergerá un conocimiento filosófico romano, cristiano y visigodo que durará varios siglos y cuyas figuras principales serán Isidoro de Sevilla y Raimundo Lulio.

Asimismo, la conquista y cultura musulmana aportarán un nuevo elemento enriquecedor. De aquí saldrán grandes pensadores como Averroes en el pensamiento islámico y Maimónides en el judío, cuya obra ha determinado la filosofía política contemporánea, a través de la interpretación de Leo Strauss.

Ya en plena hegemonía del Imperio Hispánico, surgirán los grandes movimientos modernos, comenzando por el Renacimiento y siguiendo con el Barroco y la Ilustración. En cada una de esas corrientes, España tratará de asimilar lo específico de cada una de ellas, aportando sus características propias. Y así surgirán los grandes pensadores del Siglo de Oro como Luis Vives, Vitoria, Suárez y los pensadores de la Escuela de Salamanca, para desembocar en los inigualables del Barroco: Cervantes, Calderón, Quevedo, Gracián, etc…

Tras la decadencia política barroca, llegó la Ilustración, que intentó restaurar el país incorporando los elementos de la modernidad en la cultura peninsular. Así, emergieron pensadores españoles en la Ilustración como Feijoo, Cadalso, Olavide y Jovellanos.

Todo un elenco de pensadores, cuyo conocimiento es fundamental para configurar una sólida formación filosófica en español.