Las lenguas humanas constituyen un continuum histórico en el que nunca se hallan completamente separadas la sincronía y la diacronía; de hecho gramáticas bien conocidas como la de Maurice Grevisse para el francés, o las de Salvador Fernández Ramírez (1951) o la denominada “Nueva Gramática de la Lengua Española” de las Academias de la Lengua Española del mundo hispánico (2009), son en lo fundamental sincrónicas, pero no dejan de presentar asimismo indicaciones diacrónicas.

La presente asignatura tiene por objeto familiarizar en una primera aproximación a quienes la cursen, con  un panorama general  acerca de la historia externa de la lengua española, o sea, con el marco histórico y los hechos más generales y característicos –fonéticos, gramaticales, de periodización, literarios, etc.- que definen y caracterizan a nuestro idioma común.

En este caso no se olvidan los orígenes del español en América, pero dado que es asunto especializado y que suele contar en los planes de estudio con asignaturas especializadas, lo fundamental de esta asignatura estará dedicado a la lengua  española peninsular. 

Esta  Introducción a la Historia de la lengua española   es obligatoria, y  le están otorgados 5 créditos ECTS; se  inscribe en la Materia  4 del Plan de estudios “Perspectiva diacrónica”, que comprende asimismo otra asignatura obligatoria, “Fonética y fonología históricas”, y una  asignatura optativa, “Morfosintaxis histórica”. Se imparte en el segundo cuatrimestre del segundo curso, o sea, en el cuarto semestre .

Estas otras dos asignaturas que forman la materia junto a la Introducción a la Historia de la lengua española, analizan la estructura interna del idioma en sus cambios lingüísticos, bien fonéticos, morfológicos, o sintácticos; la nuestra presenta y avanza ya algunos de los datos de ese cambio interno, y los sitúa  en el contexto de la historia general española y en su caso de la Latinoamérica hispanohablante, de las sucesivas épocas histórico-literarias e histórico-culturales, etc.

La historia literaria se halla muy vinculada a la historia lingüística, y la impronta de escritores que rompen con el canon idiomático-poético anterior (un Garcilaso o un Góngora, etc.) determinan periodizaciones internas de la evolución idiomática: ya Menéndez Pidal hablaba de un período de Garcilaso en la historia del español (1525-1554), o de uno de los grandes místicos en la segunda mitad del mismo siglo XVI (1554-1585), período este último de gran relevancia en la historia de la pronunciación, porque es aquel en el que ocurren los grandes cambios fonético-fonológicos que hacen que del español medieval se pase –en este componente fónico del idioma- al español moderno.