La Interpretación de textos filosóficos es una asignatura del primer cuatrimestre, optativa y de 5 ECTS. Se imparte en cuarto curso del Grado de Filosofía.
Su objetivo fundamental es desarrollar el ejercicio teórico y práctico de la interpretación de textos filosóficos de un modo sistemático, con especial atención a la propuesta de la hermenéutica filosófica y a los textos y contextos de las primeras corrientes actuales del pensamiento.
No se trata meramente de proponer determinados textos filosóficos para su comentario, sino de comprender qué es un “texto” y qué significa “interpretación” para hacer frente a la tarea docente e investigadora en filosofía que iniciaran los alumnos al concluir el Grado.
Esta asignatura se desarrolla en el último curso del Grado en Filosofía, en el que culmina el aprendizaje de los diferentes periodos de su historia, así como el de los problemas más relevantes abordados por sus diferentes áreas. Ambas perspectivas filosóficas, la histórica y la sistemática, han familiarizado ya, sin duda, al alumno con las fuentes de las que ha brotado el pensamiento filosófico. En el presente curso, entra en contacto, asimismo, con la filosofía contemporánea y, por tanto, con el pensamiento más reciente. No olvidemos que el conocimiento de la historia de la filosofía, sus figuras destacadas, sus conceptos y estructuras de razonamiento, no sólo nos permite comprendernos mejor a nosotros mismos y a nuestras circunstancias —próximas y lejanas—, en definitiva, conocer más y saber cómo orientarnos, sino que también acrecienta el pensamiento y el discurso propios. Algo similar ocurre con el continuo trato con los textos filosóficos, por el que no sólo verificamos lo que otros pensaron y el modo en el que lo hicieron, sino que continuamos reflexionando con ellos hasta aplicarlos a la propia situación y a los nuevos problemas. Aunque es inevitable para el individuo que filosofa pasar detenidamente por la historia de su disciplina y por los textos de la misma, su objetivo es aprender a pensar, a filosofar y a generar su propio discurso argumental.
Por todo lo dicho, esta asignatura no sólo facilita el aprendizaje de los conocimientos fundamentales para el inminente graduado en filosofía, sino que, además le ayuda a aplicarlos reflexivamente, a elaborar y transmitir razonamientos objetivos, a resolver posibles conflictos de interpretación, a emitir y defender juicios reflexivos y, sobre todo, a respetar la ética de la interpretación filosófica consistente en citar las fuentes que se emplean y argumentar las críticas o los acuerdos con los diversos puntos de las mismas.
El papel de esta asignatura en el marco del plan de estudios en el que se inscribe viene a completar la formación en la asignatura obligatoria, “Corrientes actuales de Filosofía I”, mediante la contextualización de los fragmentos filosóficos, contenidos en el manual recomendado para esta asignatura, en las obras de las que se han extraído, así como en un trabajo de evaluación de esta asignatura que, como se detallará, se basa en la interpretación de alguna de ellas.
Esto viene favorecido por el hecho de que, a la vez que el alumno está estudiando los enclaves del pensamiento más actual (Corrientes actuales de la Filosofía I), inicia, en esta asignatura optativa, su propia interpretación filosófica de las obras propuestas en base a una selecta bibliografía básica sobre qué sea el texto y qué una interpretación.
Por otra parte, la presente asignatura actúa como bisagra entre la finalización del Grado en Filosofía y la que se inicia con el Máster en Filosofía teórica y práctica, puesto que una de las asignaturas metodológicas de éste lleva un título similar al de esta optativa, dado que toda investigación filosófica descansa en el saber acumulado en sus textos, el cual debe conocerse incluso para criticarse.
La asignatura contribuye tanto al desarrollo de la interpretación de textos filosóficos actuales, como a la reflexión crítica sobre esta actividad imprescindible para la docencia en filosofía y humanidades, así como para otras profesiones que demandan cada vez más las competencias señaladas. Resulta, asimismo, ineludible para la investigación en filosofía teórica y práctica, debido a que la interpretación de textos filosóficos es el cauce del pensamiento mientras se gesta, la indisoluble unidad de método y verdad hermenéutica.
