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HISTORIA ECONÓMICA DE ESPAÑA

Curso 2017/2018 Subject code65011078

HISTORIA ECONÓMICA DE ESPAÑA

COMPETENCIAS QUE ADQUIERE EL ESTUDIANTE

Competencias académicas y disciplinares

I. Conocer el éxito o fracaso de los diferentes sistemas económicos en la producción de bienes y servicios destinados a satisfacer las necesidades del ser humano.

II. Mejorar la comprensión de la relación del ser humano con el medio circundante y su capacidad de dominarlo en beneficio propio.

III. Hacer de puente entre la Historia y la Economía aplicando los métodos de la Historia al estudio de los hechos económicos a largo plazo, y los de la Economía al análisis de los acontecimientos del pasado, para ser capaces de interpretar el presente y afrontar los problemas que en el futuro deberá resolver la sociedad.

IV. Aplicar el análisis a largo plazo en los asuntos económicos teniendo en cuenta que el supuesto tradicional en economía caeteris paribus no es realista para entender la evolución en el tiempo de una economía.

V. Comprender e interpretar la terminología económica utilizada en el pasado y en la actualidad; los principales modelos teórico-explicativos; las instituciones económicas dominantes en cada estadio de desarrollo o geográfico; etcétera.

VI. Aplicar los conocimientos adquiridos a futuras situaciones y desarrollar competencias relacionadas con la elaboración y defensa de argumentos y resolución de problemas dentro del área de estudio de la Economía en general, y la Historia Económica en particular.

VII. Aportar racionalidad y eficacia al análisis y a la descripción de cualquier aspecto de la realidad económica; evaluar y enjuiciar críticamente las consecuencias de distintas alternativas de acción y seleccionar las mejores según los objetivos; reunir e interpretar datos relevantes para emitir juicios que incluyan una reflexión sobre temas relevantes de índole económica, social, científica o ética; etcétera.

VIII. Interpretar datos económicos y proporcionar información relevante y útil para todo tipo de usuarios.

Otras competencias profesionales

1º. Aplicar métodos de investigación propios de la Teoría Económica a la Historia. La Teoría Económica actuaría así como hipótesis explicativa, si bien en este caso, la predicción se refiere al pasado, no al futuro como es habitual en Economía, un pasado cuya mejor comprensión es necesaria para evitar errores en el futuro.

2º. Analizar y utilizar el método económico para períodos más largos y alejados en el tiempo. La Historia Económica se convierte así en una especie de Economía retrospectiva, en una Economía del largo plazo.

3º. Traspasar el equilibrio parcial propio de la Teoría Económica y el corto plazo, para eliminar limitaciones o restricciones, a los modelos de desarrollo económico histórico para incluir en ellos un mayor número de variables, de naturaleza no siempre económica.

4º. Entender que la vida del hombre es cambio y que la Historia Económica es el estudio de la parte de ese cambio relacionado con el desarrollo.

5º. Entender el porqué, el cómo, y el cuándo de muchos acontecimientos, intentando reconocer el diferente peso o importancia de cada factor individual en el resultado final. Incluso en numerosas ocasiones, lo que se intenta analizar y entender es por qué determinados acontecimientos no tuvieron lugar.

6º. Reconocer los determinantes del cambio, que son siempre múltiples. La tarea del historiador consiste en discriminar el peso que debe otorgarse a cada uno de ellos, para lo que cuenta con la inestimable ayuda de la Econometría, rama de la Economía que permite la contrastación matemática de ciertos supuestos teóricos.

7º. Reconocer que entre los determinantes de la evolución del modo en el que el hombre se relaciona con su entorno (para dominarlo y proveerse de bienes y servicios) existen muchos de naturaleza extraeconómica: institucionales, ideológicos, políticos, etcétera, tan importantes o más que los de carácter puramente económico.

En definitiva, la Historia Económica es una materia clave dentro de la formación universitaria en Economía, formación que reviste gran relevancia pues ayuda a garantizar la existencia de profesionales capaces de velar por el mejor uso de los recursos disponibles, por la correcta administración y gestión de las empresas y en general, por el aumento en el nivel de vida, el progreso y el bienestar social. El grado de Economía al que pertenece la asignatura Historia Económica de España ofrece formación técnica e incentiva el trabajo en equipo, las habilidades de comunicación, iniciativa y liderazgo.

Los estudios de Economía en los que se imbrica la Historia Económica tienen una gran importancia social: ayudan a crear una opinión pública solvente e informada, capaz de implicarse en una buena administración de los recursos del país; y mejoran las habilidades de abstracción necesarias para identificar y modelizar la esencia de un problema.

En el contexto actual, cada vez más complejo y globalizado, la demanda de profesionales de la Economía es creciente. Dentro de este conjunto de profesionales, los que más posibilidades tienen de destacar son aquellos capaces de orientarse tanto al mundo de la empresa como al de la investigación, los mejor preparados para detectar los problemas y plantear las mejores soluciones. Y para realizar esta labor de detección-solución, la Historia Económica es un instrumento perfecto, pues aúna conocimientos del pasado y el presente, utiliza métodos de la Historia y la Economía, con el objetivo final de entender las razones últimas que nos han llevado a una determinada situación en el pasado, y desarrollar mecanismos que impidan que aquéllas no deseables se repitan en el futuro.

El objetivo central del título de grado en Economía es formar profesionales capaces de desempeñar tareas de análisis, valoración, asesoramiento y gestión de los asuntos económicos en general. El graduado debe conocer los principios de actuación; la estructura de los procesos de generación y distribución de la riqueza, renta o excedente; las alternativas para la asignación de recursos; las reglas y consecuencias del funcionamiento de los sistemas e instituciones económicas, todo ello, para estar en condiciones de contribuir a su óptimo y eficiente funcionamiento. En concreto, debe ser capaz de identificar y anticipar la aparición de los problemas económicos relevantes en cualquier situación; de promover la discusión y obtención de escenarios alternativos que faciliten su solución; de seleccionar las respuestas más adecuadas a los objetivos perseguidos. Y para todo ello, la aportación de la Historia Económica de España es fundamental.