Con el conjunto de las asignaturas de Geología se intenta que el futuro graduado en Ciencias Ambientales conozca los fundamentos de las Ciencias Geológicas y pueda analizar, aunque sea de una manera básica, el medio físico, que constituye el escenario donde se desarrollan los problemas ambientales. El alumno, al final del grado, deberá ser capaz, después de las diversas fases de aprendizaje, de:
Después de la fase de aprendizaje básica:
Conocer y comprender los conceptos, principios, procesos y teorías geológicas generales.
Conocer la estructura interna de la Tierra y los procesos que en su interior de generan.
Identificar y diferenciar los principales tipos de rocas y minerales y los procesos que las generan.
Conocer y comprender los procesos que se producen en la superficie terrestre, tanto de deformación de loa materiales geológicos, como los generadores de las formas del relieve.
Identificar las grandes unidades del relieve y los procesos que las han generado.
Identificar y valorar las características geológicas del medio físico.
Evaluar, interpretar y sintetizar información geológica y geomorfológica obtenida sobre el terreno y sobre mapas geológicos.
Después de la fase de aprendizaje obligatoria:
Identificar el papel de la geología en la determinación de la distribución global y la disponibilidad de los recursos, así como en la prospección y extracción de los mismos.
Analizar los aspectos medioambientales y tecnológicos de la extracción y el uso de los recursos, así como la rentabilidad económica de su explotación y las implicaciones del mercado.
Desarrollar una visión sostenible del uso futuro de los recursos de manera que pueda garantizarse su suministro y su utilización.
Comprender las principales diferencias entre un proceso natural, un riesgo y una catástrofe, así como sus implicaciones para la sociedad.
Identificar, comprender y relacionar los principales procesos geológicos generadores de riesgos.
Evaluar los posibles daños que pueden repercutir en la sociedad así como conocer las medidas de prevención y mitigación de riesgos naturales.
Evaluar, interpretar y sintetizar toda esta información para su uso en planes de ordenación y proyectos de uso y gestión del medio naturales.
En concreto, el planteamiento general de la asignatura Riesgos Geológicos consiste en ofrecer al alumno los conocimientos básicos y generales acerca de los riesgos naturales, especialmente los riesgos de carácter geológico, así como las medidas de prevención oportunas en cada caso.
Aunque el alumno ya tiene un conocimiento previo acerca de la dinámica de los agentes generadores de riesgos (adquirido, como hemos comentado, en las asignaturas Geología I y II), los temas se enfocan hacia el estudio de la dinámica del proceso generador, sus efectos y posible prevención y/o mitigación de los efectos.
Se pretende que el alumno no sólo sepa cuáles son los factores naturales que suponen un riesgo directo para el ser humano, sino también de qué manera éstos se pueden predecir o qué medidas de prevención se pueden tomar en cada caso concreto. Es elemental que, a lo largo del curso, el alumno se haga consciente de la forma en que influimos en la magnitud de estos riesgos, pero de una manera realista y que, además, se conciencie que con una planificación adecuada muchos de los efectos catastróficos de procesos naturales pueden ser mitigados e incluso evitados completamente.
Tal como comentan Keller y Blodgett (2007), deben quedar claros cinco conceptos fundamentales que nos van a valer para poder interrelacionar los procesos geológicos con los posibles riegos que estos puedan generar:
Los riesgos son (por lo general) predecibles a partir de una evaluación científica. La mayoría de los sucesos y procesos peligrosos pueden seguirse, trazarse y predecir su actividad futura, basándose en la frecuencia de sucesos pasados, pautas de su incidencia y tipos de sucesos precursores.
El análisis de los riesgos es un componente importante en la comprensión del impacto de los procesos peligrosos. A los procesos naturales peligrosos se les puede hacer un análisis de riesgos basándose en la probabilidad de que tenga lugar un suceso y en las consecuencias resultantes de ese suceso.
Existen vínculos entre diferentes riesgos naturales, así como entre los riesgos y el medio físico. Los procesos peligrosos están conectados de muchas maneras. Por ejemplo, los terremotos pueden producir desprendimientos de tierras y tsunamis, y los huracanes provocan con frecuencia inundaciones y erosión costera.
Sucesos peligrosos que antes producían desastres, producen ahora catástrofes. La magnitud de un suceso peligroso, así como su frecuencia, puede estar influida por la actividad humana. Como consecuencia del aumento de la población y un mal uso del terreno, sucesos que causaban desastres están provocando con frecuencia en la actualidad catástrofes.
Las consecuencias de los riesgos pueden ser minimizadas. Reducir las consecuencias potencialmente adversas y los efectos de los riesgos naturales requiere un enfoque integrado que incluye conocimiento científico, planificación y regulación del uso del terreno, ingeniería y preparación previa al desastre.
