Una vez concluida la asignatura, se espera que los estudiantes sean capaces de:
Reconocer los aspectos más relevantes de las culturas de Mesopotamia, Egipto e Irán.
Comprender su gran complejidad, sus múltiples rasgos y los diversos elementos que integran los distintos ámbitos filosófico-religiosos y conectarlos entre sí.
Conocer las creencias, las doctrinas y los rituales que han dado origen a determinadas formas de la sabiduría oriental.
Saber explicar en sus líneas básicas la evolución y los hitos más representativos que abarcan esta asignatura.
Aprender el carácter holístico y relacional de la materia.