Accesos directos a las distintas zonas del curso
Ir a los contenidos
Ir a menú navegación principal
Ir a menú pie de página
Subject code : 64013069
La semántica es una disciplina teórica que intenta describir el funcionamiento del léxico como una parte de la lengua; la lexicología es el estudio científico del léxico, puramente autónomo de cualquier explicación práctica. La lexicología de la expresión estudia las distintas formas de las palabras; la lexicología del contenido estudia las relaciones en el plano del contenido lingüístico, ésta es la lexicología “pura”. Coseriu distingue además lexicología onomasiológica (estudio del léxico desde una perspectiva de codificación significado ® significante ) y lexicología semasiológica (desde una perspectiva de descodificación significante ® significado ).
En los estudios de Filosofía del lenguaje ocupa un lugar central la investigación de las relaciones entre nombre, significado y referente. Por la vinculación tradicional del estudio filosófico del lenguaje con el estudio gramatical, se acostumbra introducir una clasificación de los nombres en casi todas las gramáticas. En ellas se distinguen nombres colectivos e individuales, comunes y propios, concretos y abstractos, términos útiles en cuanto se ponen en relación con la formación léxica y con su comportamiento sintáctico.
El primero que usó el vocablo semántica en un sentido propiamente lingüístico fue Michel Bréal en su famoso Essai de sémantique (1897). Después los estudios semánticos se han integrado dentro de un sistema más completo, llegándose a la división entre la semántica o lexicología descriptiva y la histórica.
Por lexicología suele entenderse el estudio del léxico de una lengua. Pero este está sujeto, en las lenguas que poseen una morfología, a una sistematización que se manifiesta en la flexión y en la derivación; las diferentes formas flexionales no se consideran palabras distintas sino variantes de una misma palabra. consideramos propio de la gramática todo lo que se refiere a las unidades significativas (palabras, frases, etc.), en tanto ellas manifiestan formalmente y de un modo sistemático la manera cómo está organizada una lengua. En este sentido tanto la flexión como la derivación pertenecen a la gramática.
La lexicología, partiendo de la concepción expuesta, solo puede referirse a la significación de las palabras, con lo cual viene a coincidir con la semántica entendida también en este sentido.
En el paradigma estructural la lingüística abarca la morfología, la sintaxis y la fonología (heredera de la prosodia y la ortografía, que han desaparecido). Junto a estas tres disciplinas tradicionales aparece la semántica, que estudia la pura significación.
A partir de los años sesenta aparece un nuevo paradigma de la lingüística, con disciplinas de una importancia trascendental: la sociolingüística, la etnolingüística, la psicolingüística y la lingüística del texto.
En los años centrales de los sesenta del siglo XX se asiste a una gran eclosión de los estudios semánticos, tanto europeos como americanos. Dos de los primeros autores que deberemos tener en cuenta son dos hispanistas, Bernard Pottier y Eugenio Coseriu; de uno o de ambos se prescinde a veces en las exposiciones, pero creemos sin embargo que hay que hacerse cargo de sus propuestas para entender bien el análisis componencial de las piezas léxicas de la lengua, las solidaridades léxicas, etc.
Se puede sin más admitir –expone Coseriu– que las determinaciones `semánticas`en el dominio léxico son a primera vista de una multiplicidad y de una heterogeneidad que asustan: estilos y estratos de lengua, variedades dialectales, lenguas especiales y terminologías técnicas, expresiones estereotipadas, ideas y creencias a propósito de las cosas designadas, conocimiento o desconocimiento de estas mismas cosas, relaciones etimológicas y de derivación, relaciones puramente materiales entre los significantes, etc., todo se mezcla en el dominio léxICo y todo puede ser importante en tal o cual contexto o en tal o cual situación» Coseriu, 1981: 92-93).
Las terminologías desde el punto de vista de su «significado» son, en un sentido, «subidiomáticas» (pertenecen a ámbitos limitados dentro de cada comunidad idiomática), y en otro sentido, son «interidiomáticas» (o virtualmente interidiomáticas): pertenecen al mismo tipo de ámbito en varias comunidades idiomáticas (ibid.).
Sincronía y diacronía o descripción e historia. Si tenemos que ocuparnos de la estructura del léxico, no tiene sentido describir una mezcla de la lengua actual y de la de hace unos siglos, ya uqe entonces estamos describiendo «una lengua irreal» que no se ha usado nunca; por tanto «la descripción de cada estructura ha de ser, pues, estrictamente sincrónica», aunque «la descripción de un estado de lengua (simultaneidad de las estructuras funcionales) deberá en este caso registrar la pluralidad de las sincronías en él implicadas, es decir, las diferencias diacrónicas conocidas y utilizadas (o utilizables) por los hablantes. (
Baldinger toma en cuanto punto de partida lo que llama el triángulo de Ullmann (realmente se remonta a Ogden y Richards), que ya queda visto cómo ocnsiste en un triángulo equilátero en cuyo vértice superior sitúa el significado, en el vértice inferior inzquierda sitúa el significante, y la cosa se encuentra en el vértice inferior derecho, si bien la línea de la base que une nombre o significante y cosa es discontinua, puesto que representa una relación arbitraria.