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PSICOLOGÍA SOCIAL (SOCIOLOGÍA / ANTROPOLOGÍA)

Curso 2020/2021 Subject code69022021

PSICOLOGÍA SOCIAL (SOCIOLOGÍA / ANTROPOLOGÍA)

REQUISITOS Y/O RECOMENDACIONES PARA CURSAR LA ASIGNATURA

Para una adecuada comprensión de los procesos que estudia y explica la Psicología Social es conveniente poseer ciertos conocimientos estadísticos y metodológicos que pueden consultarse en manuales de “Metodología de las Ciencias Sociales",  "Técnicas de Investigación Social" y "Estadística Aplicada a las Ciencias Sociales" que se imparten en el Título de Grado en Sociología o diversas asignaturas que forman parte del Títtulo de Grado en Antropología Social y Cultural y que se relacionan con el análisis de datos así como la Lógica y la Filosofía de las ciencias sociales. Esta formaicón aproxima al estudiante a las herramientas matemáticas necesarias para el diseño y desarrollo de investigación en diversas ramas de las Ciencias Sociales. Los conocimientos que introducen aquéllas asignaturas facilitan el análisis de los trabajos empíricos que forman parte de los contenidos de la asignatura Psicología Social, así como la realización de las actividades prácticas.

 

Principales problemas que puede plantear la asignatura y cómo superarlos

Las principales dificultades que puede plantear la asignatura se derivan de dos fuentes principales . En primer lugar hay que tener en cuenta que La Antropología Social y Cultural; la  Sociología y la Psicología Social comparten parcialmente su objeto de estudio. Las tres estudian el comportamiento de las personas en sociedad. Las tres, por ejemplo, se interesan por los grupos humanos, por los procesos de comunicación, por la forma en que se relacionan las personas, entre otras muchas cuestiones de interés para las tres disciplinas. Sin embargo, la perspectiva adoptada es diferente en cada caso, y es aquí donde puede surgir una dificultad no esperada. En el caso de la Antropología Social y Cultural, el foco de atención se centra en las diferencias culturales en sus formas y costumbres. En el caso de la Sociología, tiende a predominar la perspectiva del colectivo, de la sociedad en general. En el caso de la Psicología, se tiene siempre en cuenta la perspectiva de la persona individual, pero sin olvidar que esta persona es constitutivamente social, es decir, está socializada y actúa en sociedad, lo que significa que se ve influida por estímulos sociales y que su respuesta a dichos estímulos es siempre social.

Esto puede generar una dificultad inicial en el sentido de que adoptar una perspectiva de la persona individual puede no resultar sencillo inicialmente para un estudiante que procede de una tradición académica diferente. Sin embargo, como se trata siempre de conductas sociales y orientadas a algún aspecto social, sea este interpersonal, grupal o societal propiamente dicho, la dificultad mencionada desaparece rápidamente cuando uno se percata de esta diferencia.

Existe una segunda dificultad de naturaleza completamente diferente. La aparente sencillez de los contenidos de la asignatura de Psicología Social. Como equipo docente de esta asignatura con alumnados de diferente perfil académico, hemos podido comprobar a lo largo de varios cursos, la existencia de una falsa creencia, desafortunadamente muy generalizada entre las personas que se aproximan por primera vez a la Psicología Social -y a la Psicología, en general-, según la cual, el comportamiento social humano puede comprenderse desde "el sentido común". No conviene dejarse llevar por esta supuesta familiaridad de los fenómenos que se estudian. Numerosas investigaciones ponen de manifiesto que, aplicar el sentido común en el estudio de información científica obstaculiza la capacidad para analizar la información y los datos que la avalan. Para superar la influencia de este sesgo, es preciso asegurarse de que se conocen y comprenden los conceptos y las teorías, así como la evidencia empírica sobre la que se sustentan unos y otras. Para conseguirlo, se sugiere tener presente que los objetivos últimos del estudio son dos: 1, adquirir los conocimientos que se desarrollan en el texto y, 2, adquirir un hábito de pensamiento riguroso. En definitiva: ser capaz de aproximarse de forma científica a los fenómenos que se estudian.