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HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA

Curso 2020/2021 Subject code70011057

HISTORIA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA

RESULTADOS DE APRENDIZAJE

El objetivo que el equipo docente de esta asignatura se propone es que el alumno obtenga conocimientos, tanto teóricos como prácticos, de un programa que está dividido en dieciséis temas: los ocho primeros abarcan cronológicamente los siglos XVI, XVII y XVIII, y los ocho siguientes los siglos XIX y XX. No obstante, el alumno que curse esta materia ha de estudiar desde la segunda mitad del siglo XV, en que se inicia la recuperación demográfica, económica y política, se consolida la expansión geográfica del mundo occidental y se difunde el Renacimiento italiano. Tras la modernidad, el fenómeno revolucionario y el pensamiento liberal acaban formalmente con toda una serie de instituciones del Antiguo Régimen, durante los años finales del siglo XVIII y los primeros del XIX. De esta manera comienza el análisis del mundo contemporáneo, que en sus aspectos sociales, económicos y culturales continúa fuertemente ligado a la época precedente, hasta avanzado el siglo XIX. E incluso el siglo XX se asienta en las ideas de la Ilustración, con el fin de la demografía natural, la industrialización, la revolución agrícola, el predominio de la ciudad sobre el campo, el auge de las comunicaciones, el establecimiento de los mercados nacionales, los progresos de la medicina y de la ciencia y la técnica.

A través del estudio de los 16 temas de la asignatura el alumno deberá trabajar los siguientes contenidos teóricos:

En cuanto al propio espacio cronológico de la modernidad, mantenemos un esquema temático ajustado a la división clásica. Por ello, el alumno debe procurar, ante todo, comprender los aspectos económicos, sociales, políticos y culturales  de los siglos XVI, XVII y XVIII que se presentan en el programa, con el fin de poder relacionarlos entre sí y llevar a cabo un examen que demuestre la asimilación de los diferentes temas, su interrelación y los elementos verdaderamente esenciales. Pero con las siguientes precisiones y matizaciones:

En primer lugar, el alumno analizará la primera etapa, que podemos denominar el nacimiento de los tiempos modernos, o el “largo siglo XVI”, y que abarca cronológicamente, de forma aproximada, el periodo entre mediados del siglo XV y las últimas décadas del siglo XVI, explicando los siguientes procesos característicos de los nuevos tiempos en la segunda mitad del cuatrocientos: el inicio de la recuperación demográfica y económica, el auge del Renacimiento, la fase decisiva de los descubrimientos geográficos, los primeros planteamientos reformistas en el seno de la Iglesia, la potenciación de las principales monarquías occidentales (Francia, Inglaterra, Castilla) tras una serie de guerras civiles.

En segundo lugar, el alumno analizará el proceso que comprende la fase final de este “largo siglo  XVI”  y que se  caracteriza por la disminución del ritmo e incluso, en algunos casos, la detención del crecimiento demográfico, que va acompañada, en el terreno económico, por las primeras muestras de agotamiento de la tendencia expansiva. Así el alumno debe constatar cómo, desde las décadas de los setenta y ochenta del siglo XVI, comienza a manifestarse una crisis económica que alcanzará su "maximum" en las décadas centrales del siglo XVII, y cómo afecta en sus diferentes formas a los distintos espacios europeos. Además, en el ámbito político, el alumno debe reflexionar sobre el fenómeno de las guerras de religión pues, concluido el periodo clásico de la Reforma y tras el final del Concilio de Trento (1563) y la muerte de Calvino (1564), se inicia una etapa caracterizada por el enfrentamiento entre las distintas ortodoxias, que dará lugar a una serie de guerras de religión.

Por otro lado, el alumno debe conocer y analizar cómo, superada la fase más esplendorosa del Renacimiento, Europa se encamina lentamente hacia nuevas manifestaciones de sensibilidad y nuevas formas de expresión, que cuajan en la cultura del siglo XVII. De esta manera tendrá que  analizar, en lo que a la política y las relaciones internacionales respecta, el periodo dominado por la España de Felipe II, el fortalecimiento de Inglaterra con Isabel I, la revuelta de los Países Bajos y, más adelante, la subida al trono francés de Enrique IV que desemboca, en las últimas décadas del siglo XVI, en un periodo de conflictos generalizados, cuya característica fundamental será, por un lado, el enfrentamiento entre las nuevas potencias atlánticas y nórdicas y, por otro, los Habsburgo de Madrid y Viena. Con esta visión, el alumno entrará en el analisis de la política de los Estados y las relaciones internacionales a finales del siglo XVI, en concreto el año 1598 -fecha que coincide con el fallecimiento de Felipe II y la pacificación general que se lleva a efecto, antes de la gran oleada bélica del siglo XVII- y 1603, año del fallecimiento de Isabel I de Inglaterra.

En tercer lugar, en cuanto a la segunda fase de la modernidad, el alumno analizará este periodo que se extiende, "grosso modo", entre 1570/80 como fecha de inicio, y 1660/80 como década final; concretamente el proceso de dificultades económicas y demográficas, y cómo afecta de distinta manera a unas zonas geográficas y a otras hasta 1660/80. También tendrá que explicar las características de la crisis, como la pérdida del protagonismo de las economías antaño pujantes del Mediterráneo, en beneficio de Holanda y en adelante de Inglaterra, y cómo el centro de gravedad de la economía europea se desplaza definitivamente hacia el Atlántico noroccidental. Por otro lado, desde un punto de vista religioso, el alumno analizará  la radicalización de los enfrentamientos, cuyo máximo exponente será la larga guerra de los Países Bajos, la conocida guerra de los ochenta años (1566-1648). Asimismo comprenderá cómo la crisis económica provoca una mayor rigidez social y un incremento de la presión de los poderosos frente a las masas populares, que coincide, además, en Francia y la Monarquía Hispánica, con los momentos de mayor presión fiscal y reclutadora del Estado. Por último, analizará el tímido espíritu crítico del Renacimiento y la cultura del Barroco, que será el inicio de una auténtica revolución en las ciencias de la naturaleza, poniendo las bases de los conocimientos científicos hasta el siglo XX. Finalmente el alumno analizará el fin de este periodo crítico, que comienza a superarse en los años 1660/80, particularmente en ciertas áreas del Mediterráneo, las que fueron más pronto afectadas por la crisis del siglo XVI, en el ámbito económico y social -proceso del que hoy pocos historiadores dudan que comienza a superarse en aquellos años-; pero también en el cultural y religioso contempla el fenómeno que Paul Hazard denominó “la crisis de la conciencia europea” y que cuaja en la Ilustración dieciochesca.  Por último, en el ámbito político y las relaciones internacionales, el alumno analizará las paces de Westfalia y los Pirineos-Oliva, que ponen fin al conflicto armado de la primera mitad del siglo XVII (la Guerra de los Treinta Años) e inauguran la hegemonía francesa y el auge del modelo absolutista con Luis XIV. Además, comprenderá que la consolidación del sistema de equilibrios planteado en 1648 no se afianza hasta 1713, con el Tratado de Utrecht.

En cuarto y último lugar, el alumno tendrá que  conocer y analizar la tercera y última etapa de la modernidad, que abarca desde las últimas décadas del siglo XVII hasta el inicio de las crisis revolucionarias, que podemos situar, simbólicamente, en el año 1789. Por una parte comprenderá el proceso lento de recuperación de la economía y de la demografía, e incluso el estancamiento en algunos casos, que se prolonga hasta la década de los treinta y cincuenta del siglo XVIII. Por otra, analizará  la época de expansión en los años centrales de la centuria y la de la consolidación de dos modelos de Estado: el absolutista, en el marco del fenómeno denominado Despotismo Ilustrado, y la monarquía parlamentaria inglesa. Finalmente comprenderá cómo el movimiento ilustrado es la fase culminante en el desarrollo mental y cultural que se inicia en el Renacimiento, analizando las bases ideológicas que aporta la Ilustración para liquidar el orden vigente.

Respecto a la Historia Contemporánea, comienza el periodo con un doble proceso revolucionario a ambos lados del Atlántico -independencia de las colonias inglesas de Norteamérica y la Revolución francesa-, que provoca el choque de las nuevas ideas y de las clases sociales emergentes contra las viejas estructuras políticas y sociales. Por tanto, en primer lugar el alumno debe analizar cómo las Revoluciones americana y francesa inician la crisis del Antiguo Régimen, complejo de estructuras e instituciones sociales, económicas y políticas que, a partir del modelo francés, irán desapareciendo lentamente en Europa durante el siglo XIX.

También habrá de entender el modo en que Napoleón se encargó de extender las nuevas ideas por toda Europa, dejando su impronta en la nueva organización administrativa, fiscal, educativa, etc., del Estado, que impulsó una concepción más moderna de la sociedad, iniciando una modernización decisiva de la sociedad francesa que sembró su semilla en el resto de Europa, abriendo en definitiva una nueva era en la historia de la Humanidad. Fruto de esa semilla fueron las ideas revolucionarias que se manifestaron de dos formas diferentes: 1º a través del liberalismo, deseo de mayor libertad e igualdad; y 2º a través del nacionalismo, aspiración de las naciones y pueblos sometidos a independizarse y alcanzar su unidad nacional.

Por otra parte, el alumno deberá analizar el proceso por el que las ideas ilustradas hicieron posibles una serie de descubrimientos científicos que, aplicados a la agricultura, la industria y los transportes, provocarían una transformación de las estructuras económicas y sociales que sentó las bases de las revoluciones industriales y de la nueva sociedad. Y cómo la industrialización propició así mismo migraciones masivas del campo a la ciudad. Crecieron las ciudades y aparecieron y se concentraron las fábricas, con el nacimiento de una nueva clase social, el proletariado industrial, que al tomar conciencia de su situación de explotada daría lugar al movimiento obrero. De igual modo analizará cómo, en la segunda mitad del siglo XIX, la Revolución industrial propició un espectacular crecimiento económico de muchos países democráticos -los más poderosos fueron sobre todo Francia y Gran Bretaña, y posteriormente también Alemania-, que hacia 1870 y hasta 1914, momento cumbre de la expansión europea, se lanzaron a colonizar nuevos territorios, buscando materias primas para sus industrias y mercados para sus productos. A ellos se unieron desde finales del siglo Rusia, Estados Unidos y Japón.

Verá cómo a causa de este afán expansionista de los imperios y por los problemas de carácter nacionalista en los Balcanes, a comienzos del siglo XX crecían imparables las tensiones internacionales que finalmente desembocaron en la 1ª Guerra Mundial. En su análisis histórico, el alumno deberá ser capaz de relacionar el estallido de la Revolución rusa con las derrotas que este país estaba sufriendo en la Gran Guerra; lo que unido a la difícil situación interna del país eslavo provocaría la Revolución de 1917, que acabó con el régimen de los zares implantando una república soviética. Tras una dura guerra civil se impuso una Nueva Política Económica (NEP) de economía mixta, como una etapa para llegar al socialismo. La NEP y los Planes Quinquenales de Stalin produjeron una recuperación económica tan extraordinaria, que en vísperas de la 2ª Guerra Mundial Rusia era ya la tercera potencia económica del mundo.

Igualmente el alumno deberá analizar el crack de 1929, que provocó una profunda depresión económica que afectó a todo el mundo. Junto a los efectos económicos, la depresión tuvo graves consecuencias políticas y sociales. En el contexto internacional surgió un recrudecimiento de los nacionalismos, y en el político el ascenso al poder de partidos de signo totalitario. Todo ello contribuiría al estallido de la 2ª Guerra Mundial. Estudiará cómo de esta guerra surgió una Europa dividida y un mundo con formas de organización política y social antagónicas: el mundo capitalista y el bloque comunista, controlados por las dos superpotencias, Estados Unidos y la URSS. El conflicto geopolítico surgido entre ambas fue el periodo conocido como Guerra Fría, rasgo dominante de las relaciones internacionales durante casi 45 años. Ese antagonismo explica la evolución de las relaciones internacionales de esos años, aunque existiera voluntad de resolver los conflictos mediante una organización supranacional: la ONU.

Estudiará también que el rasgo común en los países democráticos después del conflicto bélico fue sin duda el crecimiento económico de gran magnitud, que transformó profundamente la producción y los mercados, generando nuevos usos sociales y permitiendo la creación del Estado de bienestar. Dicho crecimiento económico estuvo acompañado de una evolución política variada y cambiante, aunque similar en todos los países occidentales. Un hecho esencial de la Europa de la posguerra fue el camino iniciado hacia la unificación política. Por su parte Japón, uno de los países que sufrió más destrucción en el conflicto, evolucionó en los años posteriores gracias a su extraordinario desarrollo económico, que le convirtió en la segunda o tercera potencia mundial. Igualmente analizará la evolución del gigante del extremo oriente, China.

El alumno también comprobará que la 2ª Guerra Mundial potenció los movimientos independentistas, facilitados por el declive económico de Francia y Gran Bretaña. Desaparecieron los grandes imperios coloniales y aparecieron nuevas naciones en Asia y África. La mayoría de estos nuevos Estados se englobaron bajo la denominación de Tercer Mundo, por su voluntad de constituir una especie de tercera fuerza en la política internacional, independiente de la URSS y de Estados Unidos. Son los Países No Alineados.  Los países del Tercer Mundo se asocian con el término subdesarrollo, porque en general sus ingresos "per capita" no representaban más de la décima parte de los correspondientes a los países desarrollados. Por tanto el alumno debe alcanzar un conocimiento de las características de los bloques antagónicos, de las dinámicas descolonizadoras y de los procesos de desarrollo presentes en el periodo.

Mientras esto pasaba en el mundo capitalista, el alumno deberá estudiar los años setenta y ochenta en la URSS, donde comprobará se produjo una manifiesta divergencia entre la política exterior y la económica. Mientras en política exterior consiguió avances muy importantes, extendiendo su influencia en todo el mundo y logrando al menos la paridad nuclear con los Estados Unidos, en política económica llegó al virtual colapso del modelo de crecimiento soviético. Su enorme capacidad económica contrastaba seriamente con una calidad productiva lamentable y un bajo nivel de vida.

En efecto, la crisis de 1973 rompió el sostenido desarrollo mundial de las décadas anteriores, lo que produjo una oleada de desestabilización que tuvo amplias consecuencias políticas, sociales y económicas. De la capacidad de adaptación de los países a la nueva situación dependió su viabilidad en un mundo cada vez más interconectado y competitivo. Mientras para los países occidentales desarrollados la crisis propició unas reconversiones que posibilitaron la transformación de sus estructuras productivas y la profundización de los sistemas democráticos, en el Bloque del Este las contradicciones se agudizaron, precipitando su descomposición final.

De todo esto el alumno debe entender las causas que llevaron a la crisis y el cambio del modelo de producción, la evolución de los distintos países durante el periodo y los acontecimientos que condujeron a la desaparición de la URSS y los países de su entorno.

Por último analizará cómo el final de la Guerra Fría produjo en los años noventa cambios radicales y profundos en las relaciones internacionales, cambios estructurales -a los que se designa sintéticamente como globalización- que generaron un nuevo escenario internacional y la aparición de sistemas económicos, sociales y culturales sustancialmente distintos a los de las décadas pasadas. Se generó una gran ola democratizadora, pero también se multiplicaron los conflictos internos, que exigieron el crecimiento de las operaciones de pacificación. Tras los atentados del 11-S, que atacaron a la superpotencia estadounidense, la seguridad pasó a ser la seña de identidad de la sociedad global. Durante las dos últimas décadas se han generado unas transformaciones trascendentales de las que ha emergido un nuevo sistema más integrado e interinfluyente.

Por lo tanto el alumno debe tener conocimiento, tanto de la evolución política de los principales actores internacionales, como de los cambios estructurales a los que designamos como globalización.

Si el alumno observa estas indicaciones de la Guía de Estudio, asimilará y comprenderá los contenidos teóricos fundamentales de la asignatura de Historia Moderna y Contemporánea, y logrará la adquisición de los conocimientos y destrezas necesarios para ubicar y explicar los contextos político, socioeconómico y cultural. Así mismo alcanzará el conocimiento de los recursos precisos para la localización de la bibliografía y de las fuentes documentales necesarias para el estudio y la investigación histórica, con el fin de que sea capaz de discernir las más apropiadas para cada caso concreto. Además de todo lo anterior, conocerá las posibilidades que ofrece internet y adquirirá las destrezas relativas a las técnicas para la elaboración de trabajos históricos de síntesis, que comprenden, principalmente, las siguientes fases: búsqueda y selección de recursos bibliográficos y documentales; organización, lectura y análisis de la documentación recopilada; síntesis y estructuración del discurso histórico; exposición y defensa de conocimientos e hipótesis de trabajo y por último, redacción de conclusiones bien estructuradas.

Pero conocer la información y ser capaz de analizarla será solamente el primer paso, al que deberán seguir la comprensión e interpretación de los datos, y el análisis que permita descubrir la existencia de patrones culturales con los que proceder a identificar, comparar y relacionar. El paso siguiente consistirá en sintetizar, relacionando los aspectos sociales, económicos, culturales y políticos con el periodo que le toca vivir.  

 Finalmente la tarea del alumno consistirá en aplicar toda la información obtenida a la resolución de las tareas prácticas, evaluando el valor de las teorías e interpretaciones, y decidiendo cuáles de ellas responden mejor a sus preguntas.

En lo que respecta a las actividades prácticas, el alumno de esta asignatura obtendrá todos estos conocimientos mediante:

1º.- la  elaboración de esquemas-resumen de los temas, interrelacionando algunos aspectos entre sí;

2º.- la comprensión de los procesos históricos a través de variados  comentarios de textos e interpretación de mapas, láminas, gráficos y, por último, de forma voluntaria, el  análisis de bibliografía recomendada.

En suma, se trata de que el alumno desarrolle su capacidad de comprensión y de análisis.