Metodologías innovadoras y participativasen la escuela infantil es una asignatura de carácter obligatorio que pertenece al Grado de Educación Infantil impartido por la Facultad de Educación de la UNED. Se trata de una asignatura semestral que tiene asignados 6 créditos ECTS, y pertenece a la materia ‘Observación sistemática y análisis de contextos’, junto con la asignatura "Investigación en contextos escolares". Se imparte en el segundo semestre del primer curso del Plan de Estudios del Grado de Educación Infantil.
Esta asignatura pretende proporcionar al alumnado fundamentos conceptuales, metodologías y claves para una práctica docente que promueva procesos de innovación y participación desde el aula. Para ello, los temas del programa hacen un recorrido desde el marco teórico de la innovación y participación en educación infantil, hasta los modelos, estrategias y metodologías que la hacen posible, deteniéndose en los procesos necesarios para construir una práctica docente innovadora y participativa.
En relación a la contextualización, sabemos que en escenarios de cambio permanente y de incertidumbre no existen respuestas y fórmulas aplicables a todas las situaciones. Y en educación, donde los alumnos y su manera de aprender evolucionan con rapidez, es necesario que se abra a esos cambios promoviendo procesos de innovación que generen transformaciones en el aula, en el aprendizaje, en las metodologías, en los entornos, etc.
Para ello, es necesario que la innovación y mejora educativa:
Se guíe por principios democráticos de equidad y justicia social, garantizando la educación y los mejores resultados para todo el alumnado. Por ello, la innovación debe ser sistémica y sistemática para impactar positivamente en la equidad.
Se haga desde un liderazgo pedagógico dialógico y horizontal, que en estos momentos constituye un desafío para la profesión docente actual, y desde la capacitación del profesorado y de todo el sistema educativo.
Reflexione sobre las finalidades y resultados previstos de esa innovación, asegurando que suponen un progreso educativo y que son coherentes con los valores que la comunidad educativa ha asumido.
Atienda los intereses de todas las personas implicadas, a través de procesos de participación estables.
Procure entornos más abiertos, flexibles, diversificados y personalizados que trabajen en equipo y en red.
Asimismo, reconocer las resistencias al cambio, así como las tensiones y contradicciones que se generan en la innovación y la participación, es clave para repensar la mirada y adoptar consensuadamente nuevas respuestas para avanzar.
Por todo ello, el alumnado necesita estar preparado para afrontar esos escenarios, esas resistencias o inercias, y un alumnado diverso desde esa mirada transformativa.
