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Subject code : 66013027
El Plan general de la asignatura concibe su contenido en dos grandes bloques temáticos. El primero de ellos se dedica a determinar cómo se gestiona en el ámbito público y el segundo a analizar qué es lo que se gestiona. El libro de referencia concluye con dos capítulos que tratan cuestiones que inciden de modo relevante en la forma de concebir la Gestión Pública de nuestro país: las derivadas de la pertenencia a la UE y las que caracterizan a la misma en el ámbito local, fruto de la mayor proximidad al ciudadano.
Desde luego, el cómo requiere saber -como paso previo- la importancia del sector público en la economía, cuáles son sus prioridades y sus retos desde la perspectiva de la eficiencia económica. Éste es el propósito del primer tema. Sólo cuando se ha tomado conciencia de la importancia cuantitativa del sector público en la vida económica y, sobre todo, cuando se analizan desde el punto de vista teórico los argumentos que legitiman la acción del sector público en la cobertura de las necesidades preferentes y en el suministro de los bienes públicos, tiene sentido desarrollar después los aspectos concernientes a lo que hace.
La forma en que el sector público lleva a cabo las acciones orientadas a la satisfacción de las necesidades de los ciudadanos hace que sea necesario diferenciar la Gestión Pública de la mera Administración. Éste es el propósito del segundo tema. Con carácter general, el concepto de lo que hoy conocemos como Gestión Pública ha evolucionado a lo largo de tiempo, tratando de incorporar elementos propios del sector privado y adaptarlos a las peculiaridades de la acción pública. Se trata de un concepto sometido a cambios importantes que ha superado los aspectos meramente gerenciales para incorporar otros elementos de gran relevancia asociados a la idea de entorno VUCA, de liderazgo participativo, de transparencia, de proximidad al ciudadano...
Al igual que cualquier gestor, el sector público, para llevar a cabo sus diferentes tareas, necesita recursos financieros y también humanos. Por ello, el tercero de los termas se dedica al estudio del presupuesto como documento contable que hace la previsión de los ingresos públicos y de los gastos, pero analizado también desde la perspectiva de la eficiencia. La actuación del sector público ha de optimizar el empleo de los recursos que obtiene de los ciudadanos, no sólo en lo que se refiere al gasto que realiza, sino en lo concerniente a los mecanismos que tiene para presupuestar sus recursos, evitando las perversiones a las que puede conducir la técnica incrementalista tan instalada en la Administración Pública. Por eso, este tema analizará “otras formas de elaborar los presupuestos”, teniendo en cuenta las preferencias de los ciudadanos y el coste de oportunidad de destinar recursos escasos para unos propósitos en lugar de otros.
Junto a los recursos financieros, la actuación pública precisa del concurso de recursos humanos. El capital humano al servicio de la Administración Pública presenta perfiles diferenciales que serán abordados en el tema cuatro. El empleo público, la Administración orientada al ciudadano, el hecho de que éste haya dejado de ser un mero administrado para convertirse en cliente o de que la actividad pública sea no sólo una actividad productiva, sino generadora de servicios (servucción) son -entre otras- las cuestiones analizadas en él.
La Gestión Pública de nuestros días debe estar presidida por las ideas de transparencia, rendición de cuentas, buen gobierno… para que los ciudadanos sepan en qué se emplean sus recursos y cómo se optimiza su uso, y puedan llevar a cabo una interacción ágil y fluida con los responsables de la acción de gobierno. En qué medida estos objetivos se han conseguido, sobre todo después de la aprobación de la conocida como Ley de transparencia, será el leitmotiv del tema quinto.
Cuando se analiza la actuación pública se suele hacer hincapié en las peculiaridades que la misma presenta en comparación con la gestión privada. La importancia del quehacer público ha hecho que se vea con cierta preeminencia y al margen de cualquier tipo de control de calidad, a diferencia de lo que ha ocurrido con el sector privado, en el que la implantación de modelos de excelencia cuenta con una dilatada trayectoria. Sin embargo, esto ha cambiado y, si bien hay que tener en cuenta ciertos perfiles diferenciales -dado el carácter prestacional de gran parte de la actividad pública que dificulta la medición de resultados-, también la medición de la calidad del quehacer público es parte importante a la hora de concebir el diseño de las políticas y la evaluación de sus resultados. De ahí que se dedique el tema seis al estudio de los modelos de calidad en el entorno público.
El segundo bloque temático de la obra se inicia con la descripción de cómo se elaboran las políticas públicas. ¿Qué es lo que configura su contenido? ¿Cómo pasan las preocupaciones de los ciudadanos a formar parte de la agenda de los políticos y a orientar la acción de gobierno y determinar el contenido de las políticas públicas? ¿Cuáles son las fases que integran el ciclo de las políticas públicas? Éstas y otras cuestiones son las que dan contenido al tema séptimo, y se tratarán de responder antes de entrar de lleno en el análisis de las principales actuaciones públicas.
Conocidos el cómo y el qué del quehacer público, entendemos que el paso siguiente es describir con detalle cuáles son las principales responsabilidades de la acción de gobierno y, sobre todo, a qué retos se enfrenta a la hora de dar cobertura a las necesidades preferentes de los ciudadanos. Por eso, los cinco capítulos siguientes se dedican al análisis de sendas políticas orientadas al bienestar de la población.
El primero de ellos se centra en la sanidad. La protección de la salud de la población es un hecho de gran trascendencia, no sólo para el propio individuo, sino para la sociedad en su conjunto, dadas sus importantes externalidades positivas. La propia Constitución así lo reconoce en su art. 43 y, aunque parece que no se discute la mejor posición del sector público para garantizar su tutela por razones de equidad, se trata de analizar también si la acción pública en este campo está justificada desde el punto de vista de la eficiencia. Una sociedad crecientemente medicalizada, que exige pruebas diagnósticas cada vez más sofisticadas y tratamientos más eficaces y personalizados, que se enfrenta al problema del envejecimiento de su población y, consecuentemente, a la cronificación de muchas enfermedades y a la aparición de otras, constituye sin duda un escenario diferente a la hora de plantear el diseño de las políticas sanitarias y requiere más recursos para avanzar en el ideal de cobertura que todos deseamos. Analizar los logros, los temas pendientes y los retos a los que se enfrenta el cuidado de la salud de los que residimos en España, dada la cobertura universal que suministra el Sistema Nacional de Sanidad, es el objetivo de este tema.
Tener una población sana es el primer logro al que aspira cualquier Estado mínimamente desarrollado. Pero eso no es suficiente. Además, la población debe estar instruida. La educación goza también de importantes efectos externos positivos y cualquier sociedad que se precie de ser avanzada debe conseguir el acceso universal de sus miembros a una educación de calidad. Es cierto que el modelo educativo en nuestro país no goza de muy buena salud en estos tiempos, sobre todo a la vista de los resultados ofrecidos por algunos informes internacionales. El contenido de las enseñanzas cambia muy rápidamente, como lo hace el perfil de los alumnos, sus expectativas, el entorno laboral en el que deberán ejercer sus conocimientos, las propias formas de enseñar –como consecuencia, sobre todo, del impacto de las nuevas tecnologías-. Son muchos, sin duda, los retos a los que la educación se enfrenta en nuestro país y a su exposición se dedica el tema noveno de la asignatura.
Otras preocupaciones centran –sin duda- los pensamientos de los ciudadanos de manera recurrente y, como no debería ser menos, las actuaciones de los gobernantes: las pensiones, la vivienda y el desempleo y la pobreza. Son estas cuestiones las que dan contenido a los siguientes capítulos del presente libro.
Un mero repaso a los titulares de los medios de comunicación pone de manifiesto la creciente preocupación de los ciudadanos, y no sólo de los actuales pensionistas, por la sostenibilidad de las pensiones. El envejecimiento del modelo, construido en un momento económico muy concreto y con un comportamiento de las principales variables demográficas sustancialmente diferente al actual (con un alarmante descenso de la tasa de natalidad, un saldo migratorio que ha pasado de unos períodos de claro predominio de la inmigración sobre la emigración a otros en los que, como consecuencia de las últimas crisis, se ha producido el regreso a sus países de procedencia de muchos inmigrantes y ha forzado la salida de españoles, sobre todo jóvenes y cualificados al extranjero en busca de mes oportunidades de vida) y una esperanza de vida de las más elavadas del mundo parecen haber hecho mella en el futuro de las pensiones. El debate sobre su viabilidad se enturbia, en no pocas ocasiones, por la imprecisión de los conceptos manejados en el ámbito público y por las “verdades contadas a medias” no siempre por desconocimiento. Por ello, nos ha parecido de gran interés dedicar un tema a desentrañar los entresijos del funcionamiento de las pensiones en España, bajo las premisas de un sistema de reparto, y a analizar con objetividad las debilidades y fortalezas de dicho modelo.
En momentos en que las dificultades de acceso al crédito se disparan, al tiempo que lo hace el precio de la vivienda, el derecho a una vivienda digna que se recoge en el texto Constitucional, que en su art. 47 señala que: “todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada”, parece convertirse en una utopía. Las dificultades de este mercado en el que la compraventa y el alquiler están estrechamente relacionados y dependen no sólo del precio, sino del marco regulatorio vigente, bien merecen un tema específico, en concreto, el undécimo.
El impacto de la crisis de 2008 puso de manifiesto que el desempleo y la pérdida de ingresos procedentes del trabajo podían afectar a amplios colectivos de la población y de forma persistente. Las cifras de desempleo de España durante estos años han estado muy lejos de las de otros países de nuestro entorno económico más cercano y, paradójicamente, las políticas para combatirlo parece que no han sido todo lo eficaces que se esperaba. A la crisis de 2008 la han sucedido la pandemia y, más recientemente, la guerra de Ucrania, con las graves consecuencias que todo ello ha comportado en términos de empleo y de pérdida de ingresos. Esto nos ha llevado al agravamiento de la pobreza y a la aparición de nuevas formas de exclusión social que chocan con el mantenimiento de un Estado del bienestar que no está tan desarrollado como pensábamos antes de la pandemia del Covid-19. Por supuesto que no se trata sólo de dar respuesta a una inquietud de la población que las encuestas del CIS han recogido con insistencia, se trata de profundizar, desde el punto de vista del análisis económico, en el estudio de las medidas que se pueden acometer para paliar sus efectos nocivos, no sólo para los individuos, sino para la sociedad en su conjunto, de ver qué se ha hecho, qué falta por hacer y cómo se podrían conseguir mejores resultados. Éstos son los objetivos del tema duodécimo del programa.
Los dos últimos temas abordados en el temario de la asignatura son consecuencia de dos hechos de incuestionable trascendencia. Por un lado, la pérdida de autonomía de cualqueir Estado nacional que forma parte de una organización supranacional. Por otro, la necesidad de tener en cuenta las peculiaridades que la acción de gobierno reviste en el entorno de la Administración más cercana al ciudadano, el ámbito local, que es -en última instancia- quien da sentido a todo el quehacer público.
En el tema decimotercero se analizan las consecuencias derivadas del hecho de formar parte de un proyecto de integración, la Unión Europea, que, por un lado, hace que -a la hora de adoptar determinadas decisiones públicas- los gestores públicos españoles hayan de tener en cuenta las importantes restricciones derivadas de la dependencia de otros entornos supranacionales y, por otro, puedan aprovechar los indudables beneficios inherentes al hecho de pertenecer a un espacio común y las ventajas derivadas de la adopción de acciones coordinadas que favorecen la aparición de sinergias.
La obra concluye con la exposición de las peculiaridades que presenta la gestión pública en el ámbito local, el más cercano al ciudadano, el que permite pulsar mejor sus necesidades y preferencias, pero que también es el que más directamente cuestiona la acción de gobierno de los gestores públicos. ¿Qué peculiaridades presenta este entorno de gobierno? ¿Cuáles son sus condicionantes específicos? ¿Cuáles son los retos que debe afrontar la Administración Pública en este nivel competencial? Éstas y otras cuestiones son las que se abordan en el tema de cierre del programa de la asignatura.