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HISTORIA CONTEMPORÁNEA

Curso 2022/2023 Subject code6702207-

HISTORIA CONTEMPORÁNEA

RESULTADOS DE APRENDIZAJE

El objetivo que el equipo docente de esta asignatura pretende que el alumno obtenga un buen nivel de conocimientos, tanto teóricos como prácticos, de un programa que está dividido en dieciséis temas,  abarcando desde la crisis del Antiguo Régimen hasta la actualidad. Tras la modernidad, el fenómeno revolucionario y el pensamiento liberal acaban formalmente con toda una serie de instituciones del Antiguo Régimen, durante los años finales del siglo XVIII y los primeros del XIX. De esta manera comienza el análisis del mundo contemporáneo, que en sus aspectos sociales, económicos y culturales continúa fuertemente ligado a la época precedente, hasta avanzado el siglo XIX. E incluso el siglo XX se asienta en las ideas de la Ilustración, con el fin de la demografía natural, la industrialización, la revolución agrícola, el predominio de la ciudad sobre el campo, el auge de las comunicaciones, el establecimiento de los mercados nacionales, los progresos en la medicina y de la ciencia y la técnica.

 A través del estudio de los 25 temas de la asignatura el alumno deberá trabajar los siguientes contenidos teóricos: 

La asignatura comienza con el estudio de un tema dedicado a resumir brevemente el Antiguo Régimen, el sistema político, económico, social y cultural que imperó en Europa desde que se constituyeron los Estados modernos hasta la Revolución francesa. El alumno debe entender cómo era la sociedad, qué regímenes políticos gobernaban, qué tipo de economía dominaba y qué manifestaciones culturales se produjeron en aquella Europa que, a la altura del siglo XVIII, comenzaba a abrirse a las luces, a la razón. El alumno que previamente haya cursado -superando o no- la Historia Moderna del primer cuatrimestre del curso, recordará lo ya aprendido, pero el que no se matriculó de ella conocerá cómo se vivía en aquellos siglos en los que se impusieron en Europa las monarquías autoritarias, defendidas por sus ejércitos y que gobernaban a una sociedad estamental, cerrada.

Abordando abiertamente la materia del programa de Historia Contemporánea, se percibe que las ideas de la Ilustración fueron la base de las Revoluciones liberales que se produjeron en el último tercio del siglo XVIII a ambos lados del Atlántico, la norteamericana y la francesa. Esta revolución -ya centrándonos en la francesa- provocó el choque de las nuevas ideas y de las clases sociales emergentes con las viejas estructuras políticas y sociales. Por tanto, en primer lugar el alumno debe analizar cómo la Revolución francesa inició la crisis del Antiguo Régimen, complejo de estructuras e instituciones sociales, económicas y políticas que, a partir del modelo francés, fueron desapareciendo lentamente en Europa durante el siglo XIX.

También habrá de entender el modo en que Napoleón se encargó de extender las nuevas ideas por toda Europa, dejando su impronta en la nueva organización administrativa, fiscal, educativa, etc., del Estado, que impulsó una concepción más moderna de la sociedad, iniciando una modernización decisiva de la sociedad francesa que sembró su semilla en el resto de Europa, abriendo en definitiva una nueva era en la historia de la Humanidad. Fruto de esa semilla fueron las ideas revolucionarias que se manifestaron de dos formas: 1º a través del liberalismo, deseo de mayor libertad e igualdad; y 2º a través del nacionalismo, aspiración de las naciones y pueblos sometidos, a independizarse y alcanzar su unidad nacional.

Pero las fuerzas conservadoras trataron de regresar a los tiempos y las estructuras pasadas, y en consecuencia restaurar los sistemas absolutistas; ello provocaría las revoluciones liberales burguesas de 1820 y 1830, y posteriormente las democráticas de 1848. En efecto, la política europea durante el más de medio siglo que separa la celebración del Congreso de Viena y el final de la guerra franco-prusiana se caracterizó por la lucha entre la persistencia del Antiguo Régimen y la paulatina introducción del liberalismo. Si la herencia de la Revolución francesa, expandida como sabemos por toda Europa con las campañas napoleónicas, fue tratada de barrer por las potencias absolutistas mediante la Restauración, las sucesivas oleadas revolucionarias liberales y democráticas acabaron transformando los regímenes políticos hasta sentar las bases de los Estados liberales.

Al descansar la legitimación de éstos en el principio de soberanía nacional y su desarrollo en el fortalecimiento de la participación ciudadana, el efecto directo fue la utilización del nacionalismo como principal instrumento de socialización  del nuevo Estado. El nacionalismo también fue utilizado para conseguir la unificación de entidades políticas separadas con una base sociocultural común, o para independizarse de imperios multiétnicos.

En otro orden de cosas, el alumno deberá analizar el proceso por el que las ideas ilustradas hicieron posibles una serie de descubrimientos científicos que, aplicados a la agricultura, la industria y los transportes, provocarían una transformación de las estructuras económicas y sociales que sentó las bases de las Revoluciones industriales y de la nueva sociedad. Y cómo la industrialización propició así mismo migraciones masivas del campo a la ciudad. Crecieron las ciudades y aparecieron y se multiplicaron las fábricas, con la emergencia de una nueva clase social, el proletariado industrial, que al tomar conciencia de su situación de explotada y oprimida daría lugar al movimiento obrero. De igual modo analizará cómo, en la segunda mitad del siglo XIX, la Segunda Revolución industrial propició un espectacular crecimiento económico de muchos países democráticos -los más poderosos en Europa fueron sobre todo Francia y Gran Bretaña, después Alemania-. Todos ellos, desde 1870 y hasta 1914 -momento cumbre de la expansión europea-, se lanzaron a colonizar nuevos territorios, buscando materias primas para sus industrias y mercados para sus productos. A ellos se unieron desde finales del siglo Estados Unidos y Japón, y tímidamente apareció Rusia.

Por tanto el alumno debe entender el proceso por el que la expansión de los imperios europeos, la mejora de los medios de transporte y la multiplicación de los intercambios comerciales hicieron que a lo largo del siglo XIX emergieran o entraran en decadencia grandes potencias extraeuropeas. Como decíamos los dos países que experimentaron una mayor transformación fueron Estados Unidos y Japón, que a comienzos del siglo apenas tenían trascendencia regional y acabaron la centuria convertidos en verdaderas potencias. Por contra también ocurrió entonces que viejos imperios, anclados en viejos sistemas de gobierno medievales, entraron en precipitada decadencia; los casos más destacados se produjeron en China y el Imperio otomano.

Alcanzado este desarrollo, el alumno debe comprender cómo a causa del impulso imperialista que se produjo en las grandes potencias económicas a consecuencia de la Revolución industrial,  y por los problemas de carácter nacionalista en los Balcanes, a comienzos del siglo XX crecían imparables las tensiones internacionales que finalmente desembocaron en la 1ª Guerra Mundial. En su análisis histórico, el alumno deberá ser capaz también de relacionar el estallido de la Revolución rusa con las derrotas que este país estaba sufriendo en la Gran Guerra; lo que unido a la difícil situación interna del país eslavo provocaría la Revolución de 1917, que acabó con el régimen de los zares implantando una república soviética. Tras una dura guerra civil se impuso una Nueva Política Económica (NEP) de economía mixta, como una etapa para llegar al socialismo. La NEP y los Planes Quinquenales de Stalin produjeron una recuperación económica tan extraordinaria, que en vísperas de la 2ª Guerra Mundial Rusia era ya la tercera potencia económica del mundo.

Igualmente el alumno deberá analizar el crack de 1929, que provocó una profunda depresión económica que afectó a todo el mundo. Junto a los efectos económicos, la depresión tuvo graves consecuencias políticas y sociales. En el contexto internacional surgió un recrudecimiento de los nacionalismos, y en el político el ascenso de partidos de signo totalitario. Todo ello contribuiría al estallido de la 2ª Guerra Mundial. Estudiará cómo de esta guerra surgió una Europa dividida y un mundo con formas de organización política y social antagónicas: el mundo capitalista y el bloque comunista, controlados por las dos superpotencias, Estados Unidos y la URSS.

En efecto, el mundo que salió de la 2ª Guerra Mundial estuvo caracterizado por:

1) la creación de un nuevo sistema de relaciones internacionales: las relaciones internacionales fue uno de los sectores más afectados: por una parte se trató de sentar las bases para que no pudiera repetirse una contienda similar, para lo cual se desarrolló un sistema de relaciones mundiales con la creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU); por otra parte, de la guerra surgió un nuevo orden internacional basado en la hegemonía de dos grandes potencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, que pronto entraron en un enfrentamiento latente conocido como Guerra fría. Además, un hecho esencial de la Europa de la posguerra fue el camino iniciado hacia la unificación política. Por su parte Japón, uno de los países que sufrió más la destrucción en el conflicto, evolucionó en los años posteriores gracias a su extraordinario desarrollo económico, que le convirtió en la segunda o tercera potencia mundial. Igualmente se analizará la evolución del gigante extremo-oriental, China;

2) la generalización de procesos de descolonización que multiplicaron el número de Estados independientes. En efecto, facilitados por el declive económico de Francia y Gran Bretaña, desaparecieron los grandes imperios coloniales y aparecieron nuevas naciones en Asia y África, englobados la mayoría bajo la denominación de Tercer Mundo; y

3) el mantenimiento durante un cuarto de siglo de un crecimiento económico que transformó profundamente la producción y los mercados, generando nuevos usos sociales y permitiendo la creación del Estado de bienestar. Pues asentada sobre nuevas bases tecnológicas y productivas, y participando de innovadoras políticas socio-económicas estatales, a partir del comienzo de los años cincuenta se produjo una expansión económica sin precedentes, basada en el aumento de la productividad, del consumo y del comercio internacional. Mediante este crecimiento y gracias a él, los Estados de Occidente pudieron conformar amplios sistemas de seguridad social, lo que se llama "el Estado de bienestar". El crecimiento económico estuvo acompañado de una evolución política variada y cambiante, aunque similar en todos los países occidentales. Sin embargo fue quebrado por la crisis de los años setenta, a consecuencia de la subida del precio energético y de la paulatina sustitución del sistema industrial anterior.

A continuación se comentará con más profundidad los cambios que se produjeron tras la 2ª Guerra Mundial, o las consecuencias de dicho conflicto, para que el alumno tenga claro lo que tiene que asimilar del tema. Es importante que entienda las características de los bloques antagónicos, de las dinámicas descolonizadoras y de los procesos de desarrollo presentes en el periodo. Pues todas las consecuencias de la Guerra persistieron a lo largo de décadas, transformando profundamente el mundo actual.

Debe saber que en el sistema bipolar salido de la posguerra mundial, el bloque más heterogéneo, pluralista y dinámico fue el occidental, caracterizado por la democracia pluralista, la economía de mercado y el sostenimiento de los derechos humanos. El líder económico, militar y -en consecuencia- político del bloque occidental fue Estados Unidos, convertido en superpotencia que garantiza la estabilidad del "mundo libre". En Europa la necesaria reconstrucción estuvo acompañada de proyectos que garantizaran la imposibilidad de una nueva gran guerra, lo que condujo a la creación de plataformas de cooperación económica que lentamente fueron alcanzando mayores dimensiones hasta conformar un nuevo tipo de unión política, la Comunidad Europea. Japón, como ya hemos comentado, se convirtió en el extremo occidente, pasando de ser un país arrasado a una potencia económica, gracias a profundas transformaciones sociopolíticas y a un crecimiento vertiginoso de su capacidad productiva e innovadora.

En cuanto al otro bloque, también el alumno debe entender el mecanismo por el que, como consecuencia de su participación en la 2ª Guerra Mundial, de los acuerdos de Yalta y Potsdam y de la dinámica de la guerra fría, durante más de cuatro décadas la URSS lideró el bloque de países con regímenes de "socialismo real". El Este de Europa y los numerosos nuevos Estados africanos y asiáticos, salidos de procesos de descolonización o refundados tras procesos revolucionarios, aceptaron la ayuda e imitaron las estructuras políticas y económicas soviéticas, hasta conformar la alternativa al bloque occidental. Las características comunes de todos los países de socialismo real fueron, en el orden político, la hegemonía de un partido único (partido comunista) y la identificación entre el partido y el Estado, lo que convertía en mero ejercicio formal el estado de derecho y la separación de poderes; en el orden económico se caracterizaron por la propiedad estatal de los medios de producción, la planificación centralizada de toda producción, el control de la distribución y la regulación del consumo; y en el orden social, la aplicación de rígidas normas de control.

Se ha visto que otra consecuencia de la guerra fue el múltiple proceso de descolonización que entonces se produjo. Movimientos independentistas que conllevaron la desaparición de los grandes imperios coloniales. El alumno debe entender también que la mayoría de los países que alcanzaron su independencia tras la Guerra Mundial, constituidos nuevos Estados, se englobaron bajo la denominación de Tercer Mundo, por su voluntad de constituir una especie de tercera fuerza en la política internacional, independiente tanto de la URSS como de los Estados Unidos. Son los Países No Alineados. Por tanto, de este proceso el alumno deducirá que la bipolaridad entre las dos superpotencias no fue absoluta ni general. En efecto, la mayor parte de la población mundial vivió en países no pertenecientes a ninguno de los dos grandes bloques, aunque su existencia se viera influenciada por la guerra fría. Los procesos de descolonización abiertos a partir de la guerra mundial conformaron una nueva realidad internacional con la creación de un centenar de nuevos Estados; pero más allá de la aparición del nuevo mapa geopolítico, lo más trascendente fue la emergencia de los enormes problemas demográficos, económicos y políticos de estos nuevos Estados (o de aquellos con dependencias externas, como los de América Latina), a los que genéricamente, a pesar de las grandes diferencias entre unos y otros, se denominó Tercer Mundo, ya hemos explicado el porqué del término.

En su estudio analítico y crítico el alumno debe comprender que, durante las tres últimas décadas, con el final de la guerra fría y los profundos cambios estructurales -a los que se designa sintéticamente como globalización-, se han producido una serie de fenómenos (algunos acentuando tendencias de décadas pasadas), que han transformado profundamente el mundo actual: políticamente hemos presenciado el final de la confrontación bipolar que fundamentó las relaciones internacionales durante el último medio siglo, y la crisis del modelo característico de organización política de la contemporaneidad, el Estado nacional; económicamente, hemos asistido a la interrelación de las economías nacionales, la imbricación de los mercados financieros mundiales y el surgimiento de grandes conjuntos regionales de libre comercio; social y culturalmente, la crisis de la racionalidad clásica abrió el debate sobre la superación de la modernidad. La trascendencia de estos cambios, que hacen tan distinto el mundo actual del salido de la 2ª Guerra Mundial, sugiere un final de época y el comienzo de un nuevo periodo histórico.

Por último el alumno observará que, con el final de la guerra fría, durante los años noventa se produjeron cambios radicales en las relaciones internacionales, generándose una oleada democratizadora, pero también multiplicándose los conflictos internos. Ello obligó a multiplicar las operaciones internacionales de pacificación dirigidas por la ONU. Tras los atentados del 11-S, que atacaron directamente el centro de la superpotencia única, la seguridad pasó a ser la seña de identidad de la sociedad global. Los principales Estados han debido adaptarse a las nuevas realidades, conformando un escenario internacional más dinámico y complejo. De modo que durante las tres últimas décadas se han generado unas transformaciones trascendentales de las que ha emergido un nuevo sistema, más integrado e interinfluyente.

Conclusión de todo lo que acabamos de comentar: el alumno debe tener un conocimiento comprensivo y razonado, tanto de la evolución política de los principales actores internacionales, como de los cambios estructurales a los que designamos como globalización.

Si el alumno observa estas indicaciones de la Guía de Estudio, asimilará y comprenderá los contenidos teóricos fundamentales de la asignatura de Historia Contemporánea, y logrará la adquisición de los conocimientos y destrezas necesarios para ubicar y explicar los contextos político, socioeconómico y cultural. Así mismo alcanzará el conocimiento de los recursos para la localización de la bibliografía y documentales para el estudio y la investigación histórica, de modo que sea capaz de discernir las más apropiadas para cada caso concreto. Además de todo lo anterior, conocerá las posibilidades que ofrece internet y adquirirá las destrezas relativas a las técnicas para la elaboración de trabajos históricos de síntesis, que comprenden, principalmente, las siguientes fases: búsqueda y selección de recursos bibliográficos y documentales; organización, lectura y análisis de la documentación recopilada; síntesis y estructuración del discurso histórico; exposición y defensa de conocimientos e hipótesis de trabajo y, por último, redacción de conclusiones bien estructuradas.

Pero conocer la información y ser capaz de analizarla será solamente el primer paso, al que deberán seguir la comprensión e interpretación de los datos, y el análisis que permita descubrir la existencia de patrones culturales con los que proceder a identificar, comparar y relacionar. El paso siguiente consistirá en sintetizar, relacionando los aspectos sociales, económicos, culturales y políticos con el periodo que le toca vivir.

Finalmente la tarea del alumno consistirá en aplicar toda la información obtenida a la resolución de las tareas prácticas, evaluando el valor de las teorías e interpretaciones, y decidiendo cuáles de ellas responden mejor a sus preguntas.

 En lo que respecta a las actividades prácticas, el alumno de esta asignatura obtendrá todos estos conocimientos mediante: 

 1º. la elaboración de esquemas-resumen de los temas, interrelacionando algunos aspectos entre sí;

2º. la comprensión de los procesos históricos a través de variados comentarios de textos e interpretación de mapas, láminas, gráficos y, por último, de forma voluntaria, la consulta de bibliografía complementaria.

En suma, se trata de que el alumno desarrolle su capacidad de comprensión, análisis y síntesis.