En la actualidad se entiende que lo importante no es únicamente la actividad del profesor, la enseñanza, sino también el aprendizaje de los estudiantes. Un proceso de enseñanza-aprendizaje que en el marco de la Universidad Nacional de Educación a Distancia implica la actividad de tres agentes personales: los profesores de la Facultad de Educación de la sede central en Madrid, los profesores tutores de los Centros Asociados y los estudiantes.
Los dos primeros tienen como función fundamental ayudar a los estudiantes a lograr los objetivos de la asignatura, a alcanzar un dominio razonable de las competencias, a evidenciar con éxito los resultados del aprendizaje. Los profesores de la sede central asumen como responsabilidad el diseño y planificación del curso, la elaboración de los materiales didácticos, la orientación a través de los foros de la plataforma Ágora y la evaluación de la materia. Los profesores tutores, además de personalizar y dinamizar la docencia en sus respectivas sedes, colaboran con el profesorado de la sede central en la actualización de los objetivos docentes. A los estudiantes, razón de ser de la universidad, les corresponde esencialmente aprender a través del estudio. Una tarea personalizada que demanda acudir a los profesores, estudiar los materiales docentes y utilizar los medios tecnológicos que la Universidad pone a su disposición.
El esfuerzo, empeño e interés, ayoyado en la confianza, es la base de la docencia y estudio. A su actuallización se llama aprendizaje, el lugar donde convergen la tarea del profesor y del estudiante.