El Nivel C1 completa los niveles anteriores en cuanto a las habilidades de comunicación oral y escritas. El estudiante, al finalizar el curso, será capaz de utilizar con eficacia la lengua estándar en situaciones comunicativas que requiera un lenguaje formal o informal. De igual forma, será capaz de escribir, con adecuación y corrección, textos relativos al ámbito laboral y social, y podrá entender textos escritos sobre temas de interés general, literarios y específicos de divulgación.
Los objetivos para el nivel superior, definidos por el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, se resumen en los siguientes:
Ser capaz de entender las ideas principales de textos simples y complejos, que traten de temas tanto concretos como abstractos, incluso si son de carácter técnico y no están dentro de su campo de especialización.
Poder expresarse de forma fluida y espontánea sin muestras muy evidentes de esfuerzo para encontrar la expresión adecuada.
Poder hacer un uso flexible y efectivo del idioma para fines sociales, académicos y profesionales.
Poder producir textos claros, bien estructurados y detallados sobre temas de cierta complejidad, mostrando un uso correcto de los mecanismos de organización y articulación del texto.
Los requisitos generales por destrezas se especifican a continuación:
Expresión oral: el estudiante realiza descripciones y presentaciones claras y detalladas sobre temas complejos, integrando otros temas, desarrollando ideas concretas y terminando con una conclusión adecuada.
Expresión escrita: el estudiante escribe textos claros y bien estructurados sobre temas complejos resaltando las ideas principales, ampliando con cierta extensión y defendiendo sus puntos de vista con ideas complementarias, motivos y ejemplos adecuados, y terminando con una conclusión apropiada.
Comprensión auditiva: el estudiante es capaz de comprender lo suficiente como para seguir un discurso extenso sobre temas abstractos y complejos que sobrepasan su especialidad, aunque puede que tenga que confirmar algún que otro detalle, sobre todo, si no está acostumbrado al acento. Reconoce una amplia gama de expresiones idiomáticas y coloquiales, y aprecia cambios de registro. Es capaz de seguir un discurso extenso incluso cuando no está claramente estructurado, y cuando las relaciones son solo supuestas y no están señaladas explícitamente.
Comprensión lectora: el estudiante comprende con todo detalle textos extensos y complejos, tanto si se relacionan con su especialidad como si no, siempre que pueda volver a leer las secciones difíciles.