Tal y como ha señalado Repetto (1994), la Orientación Personal recibió un gran impulso con la publicación de la obra de Carl Rogers, Counseling and Psychotherapy de 1942, la cual ha sido traducida al español como Orientación Psicológica y Psicoterapia. En esencia, la Orientación Personal se entiende como la práctica de la Orientación Educativa consistente en la promoción, a través de las pertinentes intervenciones educativas, del desarrollo integral de las personas, facilitando su bienestar personal y social, y su madurez personal.

      Basándonos en la clásica concepción de la trilogía de la mente, según la cual ésta se subdivide en cognición, emoción y motivación (Hilgard, 1980), cabría defender que una educación integral de las personas, necesariamente, ha de comprender intervenciones educativas armónicamente combinadas para favorecer el desarrollo de las tres áreas psicológicas, sin menoscabo de ninguna de ellas. Así, las principales áreas de intervención de la Orientación Personal podrían agruparse en las tres siguientes: educación cognitiva o de la inteligencia, educación emocional o de la inteligencia emocional, y educación moral y en valores.

      Cabe destacar que las grandes revoluciones e innovaciones educativas desde la Escuela Nueva o Activa hasta el presente (Educación psicológica, Educación de las Inteligencias Múltiples, Educación Emocional, Educación para la Salud, …), han estado dirigidas, en gran medida, a incorporar dentro de la educación formal diversos objetivos, contenidos, y metodologías cuyo principal elemento en común ha sido la ampliación del concepto de educación tradicional, fundamentalmente basada en la mera instrucción, hacia una “educación para la vida”. Precisamente, la Orientación Educativa “Personal” se centra en estos aspectos tradicionalmente ausentes en las instituciones educativas.