Desde la epistemología aplicada al saber docente, parece necesario profundizar en aquellos conocimientos específicos o ad-hoc que van a permitir al profesor ejercer, con ciertas garantías de calidad, su función educadora. Para ello es conveniente, en principio, preguntarnos qué es lo que hace este profesional cuando realiza su trabajo. A veces, la propia superficialidad desde la que elaboramos nuestros conocimientos, o la permanencia excesiva que otorgamos a los mismos, suele llevarnos a error; por tanto, un análisis de lo que sea la naturaleza de la función docente en la actualidad puede contribuir a aportar rigor en este ámbito.
Parece evidente que el desempeño de la función docente exige unos saberes que se aprenden mediante un proceso de formación; no obstante, no parece fácil que todos entiendan lo mismo cuando se habla de formar profesionalmente a los profesores. Porque, ¿qué queremos decir exactamente con dicha expresión? Cuando se forma a un profesor, ¿se le enseña a enseñar? Se ha afirmado que la formación didáctica constituye un saber nuclear del profesor, pero esto ¿qué significa?
Para ser docente es preciso el aprendizaje de aquellas competencias consideradas necesarias, pero ¿cuál es ese conocimiento, cómo se construye, y cómo y cuándo se adquiere? Las respuestas a estos interrogantes pueden ser múltiples, pues estarán en función del paradigma desde el que se aborden. Con el estudio de esta materia intentaremos encontrar algunas respuestas al respecto, realizando, asimismo, un análisis crítico de los diferentes modelos de desarrollo profesional de los docentes, ya que el verdadero problema no es la existencia de ellos, sino la pertinencia y calidad de los mismos.
Como estudiante en este programa de postgrado, y más concretamente en esta asignatura, y si verdaderamente desea usted aprender (y, aunque legítimo, no exclusivamente obtener un título), ha de tener en cuenta la filosofía que subyace al enfoque metodológico que, como Equipo docente, he querido dar a este programa; filosofía que sustento en el siguiente pensamiento de Ortega: Cuando enseñes, enseña a dudar de lo que enseñas. Esto significa que cuando usted estudie ha de ejercitar la memoria, pero también, y sobre todo, la razón, el posicionamiento crítico, su capacidad de crear nuevas ideas, así como alternativas diferentes. La adecuada supervivencia de la humanidad depende de la capacidad creativa de quienes la conformamos (así nos lo recordaba Ricardo Marín).
Parece incuestionable, por otra parte, que en la actual sociedad del conocimiento las instituciones educativas deberán asumir que la formación y el desarrollo profesional de sus profesores han de constituir valores referenciales y preferentes en el funcionamiento de las mismas. Todo ello nos plantea el desafío de la búsqueda constante, sistemática, creadora, científica y artística de nuestra propia mejora como docentes y como agentes que cualificamos los ambientes donde ejercemos nuestra importante función. En esta Asignatura nos proponemos que usted reflexione, profundizando en su concreción, acerca de las ideas que hemos esbozado en el presente epígrafe.
