Para profundizar en el conocimiento de la cultura latina en la Edad Media es necesario poder leer textos en latín de mediana dificultad. También es conveniente tener rudimentos de griego. El latín medieval no es excesivamente difícil, pero tampoco es tan fácil como normalmente se piensa. En realidad, depende mucho del género literario que se cultive. Así, por ejemplo, el latín filosófico es bastante técnico, pero no resulta fácil penetrar en las disquisiones filosóficas propias de la Escolástica. Lo mismo puede decirse del latín empleado en los textos históricos y jurídicos.