Este curso pretende responder a algunas de las preguntas sobre el lenguaje que se plantearía cualquier persona interesada en esta facultad que nos caracteriza y nos diferencia del resto de los animales: en qué consiste la facultad del lenguaje, qué son los llamados genes del lenguaje, qué antepasados nuestros hablaban y cuáles no, por qué nos cuesta tanto aprender una segunda lengua de mayores, por qué los niños aprenden tan rápido y tan bien, qué son los universales del lenguaje…
La serie de preguntas es interminable y no hay en la lingüística moderna respuestas únicas para ellas. Destacan dos modelos teóricos, formalismo y funcionalismo, que ofrecen distintas respuestas a algunas de las preguntas anteriores. Ambas teorías se han desarrollado de un modo paralelo y, en general, han evitado la confrontación, sin que se haya subrayado de manera suficiente hasta qué punto los dos acercamientos son compatibles, pues cada uno de ellos se centra en aspectos diferentes de la naturaleza de las lenguas naturales: en la sintaxis, en el caso de las corrientes formalistas, y en aspectos de semántica léxica y de gramática del discurso, las corrientes funcionalistas.
Entre las teorías que se etiquetan como funcionalistas destaca la gran variedad de enfoques, que pueden diferir en sus asunciones básicas. Coinciden, sin embargo, en considerar que no es posible describir los elementos gramaticales únicamente desde un punto de vista formal, es decir, sin hacer referencia a las propiedades semánticas o discursivas de los elementos. Entre estos enfoques tiene una gran aceptación hoy la gramática cognitiva.
Entre las teorías formalistas existe una mayor uniformidad, pues se han desarrollado en torno a la figura del lingüista Noam Chomsky. El término formalismo hace referencia a la mayor importancia de la forma lingüística, frente al significado y el uso. Entre los enfoques formalistas, el más importante es la gramática generativa chomskyana, en la que se centra este curso.
