Se conoce por Metamemoria la capacidad de los individuos para valorar hasta qué punto pueden recuperar información de su memoria. La metamemoria se enmarca así en el ámbito más amplio de la Metacognición o autoevaluación del conocimiento. La metacognición es, sin duda, una de las actividades psicológicas de más peso en el comportamiento diario de un individuo, ya que en circunstancias normales el inicio intencional (controlado) de cualquier actividad arranca de la sensación de la capacidad propia para ejecutarla.
Sin embargo, es en el ámbito de la formación y la educación -regladas o no- en el que cobra un protagonismo especial el funcionamiento correcto (calibrado) de la autoevaluación de la memoria. Es un requisito ineludible para el progreso de los aprendizajes que los individuos, en cualquier ámbito formativo, sean confiables en saber en cada momento qué podrán y qué no podrán recordar de aquello que han de aprendido o estudiado, o qué es “cierto” y qué no lo es de aquello que han recordado. La regulación y planificación adecuadas de las actividades de formación autoprogramadas, la adopción de unas u otras estrategias de estudio y práctica, dependen de las estimaciones que realiza el individuo acerca de su nivel de rendimiento memorístico frente a tal o cual contenidos de aprendizajes. Se trata de componentes de su trabajo formativo tan esenciales como la cantidad de tiempo asignado al estudio o a la práctica, la distribución de ese tiempo, las estrategias de autoevaluación del rendimiento memorístico, la selección de unas u otras formas de recuperación (recuerdo libre, recuerdo con claves o reconocimiento, entre otras), el recurso a prácticas alternativas de memorización, la búsqueda de claves complementarias de recuperación, etcétera.
Desde la década de los 80s, la investigación básica de la Metamemoria ha experimentado un desarrollo extraordinario. Un conocimiento de estos contenidos más amplio de lo que puede ofrecerles un Grado de Psicología sería una herramienta poderosa para el ejercicio profesional de los estudiantes de postgrado de Psicología de la Educación y/o Psicología del Desarrollo.
