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IMPLICACIONES EDUCATIVAS DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

Curso 2017/2018 / Cod.23305098

IMPLICACIONES EDUCATIVAS DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

PRESENTACIÓN

 El concepto de inteligencia emocional fue una innovación importante de la psicología del siglo XX, debido a los substanciales aportes que ofreció para alcanzar una comprensión profunda de la condición humana y del funcionamiento del cerebro, así como por las nuevas perspectivas  de acción que ofrece al campo de la formación en función del desarrollo integral de las personas y de su bienestar. Este concepto aparece inserto en las nuevas teorías que ofrecen una visión más completa de los factores que conducen a la eficacia, a la adaptación y al bienestar personal y que, en especial, conceden una visión integradora de la cognición y la emoción en la vida de las personas. Asimismo, ofrece un lenguaje y una estructura capaz de integrar una amplia gama de resultados de la investigación en la psicología, con posibilidades de desarrollar una amplia agenda científica para estudiar desde distintos campos los mecanismos psicológicos que permiten a los individuos prosperar en sus vidas, en sus trabajos, en sus familias y en las comunidades. 

La inteligencia emocional se define como el uso inteligente de las emociones: hacer que, intencionalmente, nuestras emociones trabajen para nosotros, utilizándolas de manera que nos ayuden a guiar nuestra conducta y  procesos de pensamiento, a fin de alcanzar mejores resultados.  Salovey y Mayer (1990), de la Universidad de New Hampshire y de la Universidad de Yale son reconocidos como los primeros científicos que utilizaron el término inteligencia emocional. No obstante, ya investigadores como Gardner (1983), Sternberg (1988) y LeDoux (1989) entre otros, son precursores del concepto cuando propusieron las teorías acerca de las inteligencias múltiples, la inteligencia exitosa y la integración de los procesos de cognición y emoción, respectivamente.  

La inteligencia emocional se refleja en la capacidad para percibir, comprender y regular las emociones en uno mismo y en los que nos rodean. En la actualidad existe un significativo interés de los planificadores y teóricos de la educación en promover la competencia emocional como una dimensión inherente al trabajo docente.  Ello implica la redefinición del sentido y de los compromisos de la propia educación y las nuevas competencias profesionales del docente. 

Desarrollar la inteligencia emocional y estimular la calidad de las relaciones interpersonales forma parte de los renovados propósitos del proceso formativo. Esta premisa cobra importancia por tres razones pedagógicas complementarias y que también justifican su inclusión en este Máster: 

a.La responsabilidad profesional de aplicar en la educación los distintos avances científicos sobre la comprensión del comportamiento humano. 

b.Darle mayor consistencia a la formación integral de los ciudadanos para que aprendan a ser, a vivir con plenitud y a desarrollar todas sus inteligencias. 

c.Asumir, desde cada espacio o instancia educativa  una participación más decisiva en la construcción de una sociedad emocionalmente inteligente.