La regulación surgida al hilo del proceso de introducción de competencia en el sector de los servicios de telecomunicación ha creado nuevas parcelas de investigación inexistentes en la etapa del monopolio y necesitadas de un estudio pormenorizado.
Las características intrínsecas de la actividad y el no excesivo tiempo transcurrido desde la apertura de los mercados hacen que el grado de regulación y de intervención pública sea alto. Por ello parece conveniente hablar no sólo de economía sino también de política de telecomunicaciones.
El conocimiento de este sector exige un acercamiento multidisciplinar. La acción de los agentes se ve condicionada por normas jurídicas, decisiones políticas y desarrollos tecnológicos. Aunque no es preciso ser un experto en ninguno de estos campos, es ineludible conocer, siquiera someramente, todos estos factores puesto que determinan en gran medida la situación y evolución del mercado.