La función directiva se constituye hoy en día como un elemento clave para el desarrollo de las organizaciones tanto públicas como privadas. Es difícil pensar en organizaciones eficaces y eficientes que buscan la excelencia en las que no se preste una atención especial al desarrollo directivo en sus múltiples facetas como son, la planificación estratégica y la dirección por objetivos, la formación directiva y todo lo relativo al desarrollo y gestión del talento humano.
En la Administración Pública y en particular en las Administraciones Financieras y Tributarias, como organizaciones creadas para la administración y prestación de servicios públicos, la función de dirección de las mismas se constituye en un elemento crucial y esencial para el cumplimiento de sus fines.
La profesionalización en el desempeño de esta función de dirección, debe contribuir a garantizar la independencia de estas Instituciones de forma que, permita una administración eficaz y eficiente de los recursos públicos y la prestación de servicios de calidad a los ciudadanos de la forma más universal y eficiente posible.