Las investigaciones sobre prejuicio y discriminación se han centrado habitualmente en medir y tratar de explicar el grado de prejuicio y discriminación del grupo mayoritario o dominante en una determinada sociedad hacia los diversos grupos minoritarios o estigmatizados presentes en dicha sociedad. Esta perspectiva se basa en la creencia de que si conseguimos cambiar las actitudes negativas del grupo dominante el prejuicio se reducirá. Sin embargo, esta visión, aunque es cierta en gran medida, no es suficiente porque cualquier intervención que trate de reducir el prejuicio debe tener en cuenta forzosamente la perspectiva del grupo estigmatizado.
Existen al menos dos razones que justifican la necesidad de abordar el prejuicio también desde el punto de vista de las personas que lo sufren. En primer lugar estaría el hecho, asumido por la Psicología Social, de que el prejuicio refleja las relaciones intergrupales existentes en un momento determinado. Por ello, la perspectiva de todos los grupos participantes en la interacción social, sea cual sea su estatus, es fundamental para alcanzar una comprensión que permita solucionar los problemas derivados de dicha interacción. De esta forma, se hace necesario tener en cuenta también las actitudes y opiniones que los grupos estigmatizados tienen hacia el grupo mayoritario, dado que dichas actitudes, o la percepción que el grupo dominante tiene de ellas, influyen a su vez en el prejuicio y la discriminación del grupo dominante.
En segundo lugar, el estudio del prejuicio únicamente desde la perspectiva del grupo mayoritario, puede llevar a una interpretación sesgada de los resultados que se obtengan en la investigación. Normalmente los investigadores suelen pertenecer al grupo dominante y no es fácil que, aunque lo intenten, adopten la perspectiva y compartan los intereses y la forma de ver el mundo de los grupos estigmatizados.
Por ejemplo, si se trata de reducir el prejuicio hacia los inmigrantes de una determinada procedencia, no basta sólo con conocer la opinión de los españoles. Es necesario conocer también la opinión, las aspiraciones y la realidad social y cultural de las personas que integran dicho colectivo. Cualquier intervención que no tenga en cuenta esta realidad, por muy bienintencionada que sea, está destinada al fracaso. Por estas razones, en la actualidad cada vez es mayor el número de autores que tiene en cuenta los efectos del prejuicio y la forma de afrontar dichos efectos por parte a de las personas pertenecientes a grupos estigmatizados.
Este trabajo de investigación forma parte de los ofertados en el Master de Investigación en Psicología, itinerario de Psicología Social y en él se abordan aspectos importantes y relevantes dentro de la investigación actual en Psicología Social.
