1.PRESENTACIÓN

En esta asignatura se trata de pensar y discutir críticamente los grandes textos de Nietzsche, Heidegger, Gadamer, Vattimo, así como los nuestros propios, desde el enfoque de la Ontología estética y hermenéutica: ontología del espacio-tiempo del ser y de su percepción y expresión en los lenguajes público-políticos o históricos que lo interpretan. Para ello procedemos prestando especial atención a las nuevas praxis poéticas y a las obras de arte creativas que se vierten en los lenguajes comunicativos, participativos e interpretativos del arte y las tecnologías actuales.

2.CONTEXTUALIZACIÓN

En esta asignatura se trata de explorar algunas de las líneas principales del pensamiento postmoderno actual de la mano de los textos originales de sus protagonistas: los filósofos que practican la ontología estética y hermenéutica. Tal pensamiento, parte de Friedrich Nietzsche y es retomado hermenéuticamente por Heidegger, en especial por el segundo Heidegger a partir de la Kehre de su producción. Continuando el linaje genealógico de los hijos de Nietzsche en la postmodernidad, nos encontramos con Hans-Georg Gadamer y su explicitación de la ontología estética-interpretativa y la racionalidad práctica como logos de la era hermenéutica. Tras Gadamer las interpretaciones e intervenciones de Gianni Vattimo refieren la postmodernidad como postmetafísica y posthistoria al nihilismo óntico propio de la ontología estética y hermenéutica. La posición vattimiana: el pensamiento débil; implica una rememoración y dislocación de todo el arco mencionado, situando la hermenéutica a favor de los débiles y la debilitación de la violencia impositiva. Tales instancias alcanzan también al pensamiento de los hijos y las hijas de Nietzsche que en la actualidad proseguimos por estas vías y sendas del pensamiento tanto crítico contradogmático como también crítico-contraneoliberal, ya que la Hermenéutica Crítica se opone por igual ya sea al dogmatismo fundamentalista o monológico ya al relativismo desalmado e in- diferente, que multiplica los individuos aislados al infinito numérico y disyunto, sólo conectados por el capitalismo de consumo, explotador ilimitado del planeta y de los seres vivos, incluido el ser humano.    

Por otra parte, se ha de considerar que la cuestión crítica de la “Filosofía de la Historia” atraviesa los análisis señalados desde el centro problemático de la ecología, la ontología y la teología política. Esta cuestión ha sido radicalmente problematizada por parte de la racionalidad hermenéutica que localiza y denuncia en ella el hilo conductor metafísico del progresivo nihilismo de la historia de occidente y sus crisis recurrentes de legitimidad. Atender, en este contexto, a la cuestión del renombrar de lo sagrado indisponible y la epifanía del misterio y la ausencia, se abre también a una intempestiva consideración de lo divino inmanente y de la relación del hombre y lo divino. Que la espiritualidad racional de la Hermenéutica discuta los prejuicios agnósticos de la Ilustración tras la disolución del positivismo y el historicismo, nos sitúa en el vector más hondo de la postmodernidad filosófica.    

En el centro neurálgico, a su vez, de todas estas problemáticas está el espacio-tiempo como cuestión esencial y “tema de nuestro tiempo”: el que nos duele porque no nos dejan habitarlo y el que se abre con las alternativas de ontología estética y criteriología alternativa, con las que resistimos y alteramos “los tiempos que corren”, invocando la reflexividad del retorno de lo no-dicho y no pensado en lo dicho y pensado; el futuro anterior y los pasados posibles. Pues el tiempo-espacio es a la vez el lugar-duración y vida que nos arrebatan, tanto como el lúcido criterio de las alternativas posibles que nos envía -y con cuya apelación nos urge- la tarea del pensar-vivir de nuestra época postmoderna. Por eso la ontología estética del espacio-tiempo ofrece el enclave más propio de lectura y escritura para la acción interpretativa de los grandes textos críticos de la Filosofía Actual.