“Etnografía en educación” es una asignatura metodológica de 5 créditos que se imparte en el primer semestre del curso (de Octubre a Febrero).
El objetivo de la asignatura no es tratar las culturas en el mundo, sino conocer, poner en práctica y aprender a valorar la utilidad de algunas herramientas metodológicas etnográficas a la hora de indagar sobre cualquier tema, ya sea de cara a un trabajo, a un TFM, para mejorar la práctica profesional propia o conocer mejor el entorno de cada persona.
La etnografía es una metodología de trabajo cualitativo, especialmente apropiada para analizar contextos educativos, y que puede resultar muy útil para proponer e impulsar cambios en Educación, pero las ventajas no tienen por qué limitarse a ese: la asignatura pretende demostrar su utilidad en cualquier contexto o área que os resulte de interés.
El curso no pretende formar etnógrafos, ni siquiera personas capaces de llevar a cabo un trabajo de campo etnográfico, sino familiarizaros con lo que es un trabajo de campo etnográfico a partir del trabajo de curso.
Sin necesidad de convertiros en etnógrafas o etnógrafos, usar herramientas etnográficas pueden resultar muy útil para tratar de entender las situaciones desde el punto de vista de otra persona, y por lo tanto para analizar críticamente cualquier contexto social y, a partir del análisis, proponer estrategias de intervención.
Una alumna del curso 2014-15 se refirió así a su experiencia en la asignatura:
La etnografía me ha permitido comprender procesos de la vida diaria que pasamos desapercibidos, y si tomamos tiempo para reflexionar al respecto, podemos aprender mucho.
Recomendaría la asignatura a todos aquellos interesados en las ciencias sociales, en las relaciones con los demás, o a todas las personas que quieran conocer como los demás comprenden y ven el mundo, sin juzgarles por ello, tan solo el placer de conocer otras perspectivas (Tania Rodríguez)
La antropóloga Kirin Narayan explica así para qué sirve la etnografía:
… para adquirir la disciplina de prestar atención, para aprender de otra personas, para darse cuenta y responsabilizarse de la desigualdad en el mundo, para entender mejor cuáles son las presiones sociales que causan sufrimiento y cómo la gente las resiste e incluso sabe encontrar esperanza, y sobre todo para romper los límites del propio mundo que siempre damos por supuesto.
El trabajo del curso consiste, en resumen, en realizar las siguientes tareas:
5 lecturas introductorias
4 ejercicios prácticos, uno con cada herramienta
debates en foros
4 ensayos escritos reflexivos sobre las ventajas e inconvenientes, posibilidades y limitaciones de cada herramienta
2 análisis de los materiales audiovisuales a elegir entre cuatro.
Se justifica la inclusión del curso dentro de un Máster porque proporciona herramientas útiles para conocer los contextos sociales, y a partir de este conocimiento, la posibilidad de hacer propuestas de cambio y mejora.
Al tratarse de una asignatura metodológica, puede apoyar el trabajo que se hace en otras asignaturas y en el TFM. De hecho las personas que estén interesadas en un tema concreto podrán orientar el uso de las herramientas a dicho tema, bien sea de cara al TFM, bien a otro tema de interés por cualquier otra razón.