La asignatura estudia la amplísima presencia del elemento grecolatino en el vocabulario culto en general - y tecno-científico en particular- de las lenguas europeas, de donde ha pasado a todas las lenguas del mundo. Sin detenernos sólo en el panorama histórico, se trata de establecer el marco teórico que explica los procesos de creación de vocabulario especializado y el funcionamiento de este vocabulario como sistema. Pero para ello es preciso partir de un conocimiento somero de las características y el desarrollo de la lengua científica en general, así como de las fases y vías de penetración previa de helenismos y cultismos latinos. Junto a los procesos que se refieren al léxico, que son básicamente la adaptación (préstamo o calco semántico) y la creación (neologismos), hay que tener en cuenta la aportación a la morfología, pues del griego proceden numerosos recursos para la derivación y la composición, perfectamente activos en la actualidad, que han ayudado enormemente al desarrollo del vocabulario científico y cultural en general.
El uso de las lenguas modernas en la comunicación científica es relativamente reciente y el avance de las investigaciones y la ampliación de los conocimientos han obligado frecuentemente a la creación de nuevos términos. Buena parte de los neologismos que conforman los tecnicismos de las lenguas europeas para los ámbitos de las Ciencias y de las Humanidades se fundamentan en las lenguas griega y latina.
Esta asignatura puede encuadrarse dentro de las cuatro directrices generales del Máster (profundización en los contenidos del Grado Filología Clásica, acercamiento a áreas no tratadas en el Grado, visión de conjunto de la Filología Griega y Latina y pervivencia en la tradición cultural), aunque lógicamente su marco natural es la última de ellas. Si hay un campo en el que de modo claro se percibe la herencia grecolatina es en el vocabulario culto en general y tecno-científico en particular; por ello resulta obligada la inclusión de esta asignatura dentro de la especialidad de Recepción Cultural. Pero además de complementar los conocimientos alcanzados en el Grado de Filología Clásica, las circunstancias y la universalidad del lenguaje científico de origen grecolatino hacen que esta asignatura resulte también útil como complemento a muchas otras áreas.