La importancia de las cuestiones ambientales (ecológicas y sociales) y su repercusión en la calidad de vida de las personas se hace cada vez más notoria, ante la evidencia de problemas como el cambio climático, la extinción de especies, la pobreza de amplios sectores de la humanidad o la emergencia de pandemias planetarias. Gobiernos e instituciones internacionales reconocen la urgencia de alcanzar la sostenibilidad del desarrollo.

Pero, además, asistimos a una nueva cultura de la salud que considera la realidad social humana inseparable de la realidad biológico-ecológica, con un sentido holístico que exige contemplar al ser humano como una unidad integral. En este contexto, la educación para la salud tiene como finalidad la mejora cualitativa de la vida humana; ofrece una ayuda positiva a la persona en la gestión de su propia salud, y al mismo tiempo, promueve los cambios ambientales adecuados y el desarrollo de comportamientos que lleven hacia formas de vida comunitarias mas saludables.

Vivimos profundos cambios sociales y ambientales que provocan nuevas formas de hacer y nuevos estilos de vida. La incertidumbre no es menor; pero ha quedado patente la urgencia de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados por Naciones Unidas. Uno de ellos, el ODS 4, tiene entre sus metas una educación de calidad, que se considera a la vez, en su doble vertiente: como objetivo y como instrumento para alcanzar las restantes metas de la propia Agenda 2030.

Esta asignatura se alinea con los enfoques que contemplan la vida humana en su dimensión más cualitativa y, desde esta perspectiva, entiende la educación como un proceso de construcción del ser humano en el marco ecológico y social del desarrollo sostenible. Un primer tema introduce el concepto de calidad de vida y nos sitúa ante la necesidad de un enfoque sistémico e interdisciplinar de la educación. Se dibuja un marco teórico estrechamente ligado al paradigma del desarrollo sostenible, detenidamente analizado en el segundo tema de la asignatura. A continuación, la educación ambiental y la educación para la salud se presentan como propuestas complementarias, encaminadas a forjar sociedades en las cuales el bienestar de los ciudadanos se valore mediante indicadores preferentemente cualitativos. Finalmente, el foco de atención se sitúa en el papel de la educación para el logro de la Agenda 2030 (17 ODS) de las Naciones Unidas.

La asignatura tiene asignados un total de cinco ECTS, equivalente a 125 horas de trabajo efectivo del estudiante.