Para superar con éxito el proceso de aprendizaje de los contenidos de esta asignatura los alumnos deben seguir la metodología de estudio específica de la UNED, esto es, docencia a distancia con el recurso a los medios de enseñanza propios de ésta en la UNED (plataforma virtuales, correo electrónico, foros, etc.).

Una vez efectuado el acercamiento preliminar a la materia, deberán realizar una lectura general de los contenidos, memorizando la información básica necesaria para comprender el tema en su conjunto.

De esta forma, los alumnos estarán en condiciones de abordar con éxito la prueba práctica, que estará dirigida a comprobar la comprensión teórica y práctica de la materia por los alumnos.

El Equipo docente de la asignatura podrá diseñar actividades de refuerzo, destinadas a complementar el proceso básico de aprendizaje, de carácter voluntario. En todo caso, las actividades de refuerzo o lectura de materiales complementarios no computan en la calificación final del alumno, que será determinada exclusivamente por la prueba práctica.

En definitiva, tanto las actividades obligatorias como las voluntarias, de lectura e información, están pensadas para ayudar a conseguir los resultados de aprendizaje previstos, entre los que destacan:

• por un lado, saber analizar y sintetizar la materia de estudio, diferenciando lo esencial de lo accesorio, y jerarquizando por orden de relevancia las cuestiones estudiadas,
• por otro lado, la adquisición de determinados conocimientos teóricos y prácticos,
• finalmente, la adquisición de capacidad para manejar fuentes jurídicas (legales, jurisprudenciales y doctrinales), interpretar textos y documentos jurídicos, analizarlos con una conciencia crítica, y solucionar supuestos prácticos, de acuerdo con principios jurídicos y con una argumentación lógica y una exposición precisa y ordenada, demostrando así la comprensión plena de los contenidos estudiados y la capacidad para aplicarlos a supuestos extraídos de la realidad.

Tampoco debemos olvidar que se fomenta así la capacidad de autoorganización y planificación del estudiante, su iniciativa para plantear cuestiones y resolver problemas en entornos poco conocidos, su competencia para realizar y tramitar escritos jurídicos, y su manejo de las nuevas tecnologías.