Como disciplina la comunicación política tiene sus orígenes remotos en la retórica clásica en el mundo antiguo griego y romano, pero son las preocupaciones sobre el mundo real del siglo XX las que han originado su configuración actual. En efecto, es la inquietud que surge sobre los efectos de la propaganda nazi (1933-45) y los efectos de los medios de comunicación durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45) y antes durante la Primera (1914-18) y la revolución bolchevique (1917), junto con las esperanzas, miedos y previsiones sobre los efectos de los entonces nuevos medios, el cine y la radio, las que favorecen su aparición como un campo de estudios híbrido.
Los medios de comunicación disponibles para las personas en un momento y lugar determinados se han incrementado extraordinariamente en los últimos años en función del desarrollo tecnológico. En la década de los años treinta del pasado siglo comenzó la presencia de la radio en los hogares, luego siguió la televisión, ahora llegan Internet y los medios y redes sociales. En el último decenio el sector de los medios y las comunicaciones se ha modificado de manera fundamental con mucha rapidez produciendo un ecosistema de medios en el que cada vez se amplían más las posibilidades de elección de los ciudadanos.
Ahora las técnicas de digitalización posibilitan que el mismo contenido pueda distribuirse pordistintas redes, de modo que diversos medios como los periódicos, la radio, la televisión y el teléfono están acercándose cada vez más a lo que se ha descrito como la convergencia digital:
Esos contenidos son susceptibles de utilizarse paulatinamente en múltiples medios (multimedia) porque pueden ser reeditados, reutilizados y copiados a costes insignificantes.
Estos contenidos pueden transmitirse ahora por diferentes redes (cable, fibra óptica, satélite...) y recibirse en varias plataformas como computadores personales, teléfonos celulares inteligentes, consolas o aparatos de televisión.
Las pautas de consumo de información y entretenimiento están cambiando gradualmente y las estructuras empresariales tradicionales afrontan retos considerables. De una parte, la cantidad de informativos, la prolongación de las campañas electorales y el aumento de la publicidad política sugieren que la señal emitida por los políticos y las campañas electorales ha visto incrementada su intensidad. Pero al mismo tiempo han aumentado las alternativas: las películas, las series humorísticas o dramáticas, los deportes y el entretenimiento en general. El ruido es más alto y molesto. Los cambios en los medios disponibles afectan a quién sigue las noticias, quién aprende sobre la política y quién vota, afectan a la distribución del poder político en una democracia.
La fragmentación y la especialización de la audiencia tienen consecuencias políticas. La política mediatizada significa que la comunicación a través de los medios se ha convertido en algo fundamental para la propia política y la vida pública en las democracias contemporáneas. Las características tradicionales de la política persisten. Sin embargo, muchos sistemas de gobierno han llegado a un punto donde la gobernación no podría ocurrir en sus formas actuales sin los variados usos de los medios de comunicación, al igual que un conjunto de procesos relacionados como la formación de opinión y las campañas electorales. Como ha argüido Chaffee (2001: 237-238) “La estructura de la comunicación configura la estructura de la política, tanto porque buena parte de la actividad política consiste en comunicar como porque las constricciones sobre la comunicación limitan el ejercicio del poder”.
La comunicación política en muchas democracias actuales refleja la desconexión de los públicos respecto de las instituciones de la prensa y la política debido al vaciamiento de los partidos centrales y a las crecientes divisiones sociales. Ha llegado el momento de replantear los supuestos —basados durante mucho tiempo en concepciones normativas idealizadas de la política democrática— sobre los sistemas mediáticos y las interacciones entre los medios de comunicación y política.
La propuesta de reformulación de los marcos de investigación que se propone en la asignatura se centra en las implicaciones de las esferas públicas caóticas por la interacción con los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales de los nuevos medios. Este replanteamiento también implica una mejor conceptualización y medición de las influencias políticas de los flujos de información de los medios sociales y las redes digitales. Reformular el campo de estudio implica reconsiderar conceptos básicos como la custodia (gatekeeping), el encuadramiento (framing), la indexación, el establecimiento de agendas (agenda-setting) y los efectos de los medios de comunicación a la luz de las trastornadas relaciones entre los medios tradicionales y nuevos, el público y las instituciones democráticas.
