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Subject's code : 30001662
La recepción medieval de la filosofía antigua comprende el comentario, el análisis y la enseñanza de los textos clásicos, así como la recepción de los hechos históricos que rodearon a sus autores. La compleja circulación de estos textos, sobre todo de los filósofos griegos, generaron una cierta familiaridad con un vocabulario filosófico que provenía tanto de fuentes árabes como latinas. Sin embargo, la cuestión sobre la condición religiosa de los paganos y su lugar en la historia de la intervención divina en los asuntos humanos generó un proceso de “des-paganización”, cuyo resultado fue un intento por convertir las “vidas de los filósofos” en “vidas ejemplares piadosas”. Por ejemplo, la vida especulativa de los antiguos se transformó en la vida contemplativa del fraile, o las diferencias entre la filosofía natural antigua y el creacionismo se fueron ocultando como “errores” propios de sabios virtuosos que desconocían la revelación cristiana. Todo esto con la finalidad de legitimar al interior de una cierta profesión de fe la enseñanza del pensamiento filosófico pagano.
Uno de los temas fundamentales de la enseñanza filosófica medieval es la introducción del ciclo formativo del conocimiento antiguo -las artes liberales- en las instituciones de enseñanza: escuelas catedralicias, colegios, o comunidades de estudiantes y maestros (uniuersitas). Sin embargo, este ciclo como lo describió Agustín de Hipona estaba inmerso en un contexto de narraciones mitológicas y rituales mistéricos. Esto no evitó que las representaciones femeninas del trivio y el cuadrivio se transformaran en objetos de culto en las catedrales medievales, así como en referencias al saber y la ciencia en los manuscritos que recogían las definiciones de las Artes liberales.
¿El destino del ser humano está en manos de su libre albedrio o está condicionado por fuerzas externas más poderosas que nos empujan en medio de los cambios inesperados de la vida colectiva? Esa cuestión asalta a la personificación de Boecio que discute con la filosofía el modo en que debemos comprender, o rechazar, la existencia de fuerzas que nos conducen y gobiernan más allá de nuestras decisiones, generando efectos no deseados. Una cuestión aun más compleja si al mismo tiempo citamos la influencia de una divinidad capaz de intervenir en la historia humana para modificar su dirección ¿Cuál es la relación entre la fortuna de los antiguos y la historia de la salvación medieval delimitada por la creación que desde su inicio se dirige de manera inexorable hacia el juicio final?
Por un lado, tanto las pasiones como las emociones humanas ocupan un lugar en la ética aristotélica al igual que las virtudes intelectuales que establecen las diferencias entre arte, ciencia y sabiduría. De otra parte, las virtudes del cristiano medieval representadas en sus estamentos sociales -los que luchan, los que rezan y los que trabajan- ofrecen una imagen un tanto contradictoria entre aquel que no obedece la ley del justo medio en nombre de la fe, o aquel que observa en la sabiduría la finalidad de todas las acciones. Este contraste entre modelos de virtud y los esfuerzos medievales por hallar su concordancia es el trasfondo de una discusión fundamental ¿el cultivo de las virtudes humanas ofrece por sí mismo la felicidad en este mundo?
A lo largo del siglo 13 encontramos algunos listados de errores atribuidos a la filosofía antigua y a sus seguidores, además de una alusión velada a “aquellos” que los hacían circular. Esta necesidad de denuncia y discusión de la filosofía antigua muestra el contraste entre un modelo de ciencia natural basada en la autonomía de la physis en clara contradicción con la ciencia de los principios divinos y su influencia en la naturaleza creada.
El bienestar individual está profundamente relacionado con nuestros vínculos con demás, la amistad. Esta relación entre iguales ocurre también entre diferentes o desiguales, y los maestros medievales como Alberto Magno o Tomás de Aquino elaboraron su propia interpretación de la amistad como fenómeno político al interior de las cortes, y también como una forma de conocer al ser humano ¿Puede ser la reflexión sobre la amistad la tarea más apreciada por los medievales de los antiguos?, y que pasa desapercibida para nosotros en la era de las amistades cuantificadas en la red.
La circulación de los textos médicos, geométricos, astronómicos, y lógicos provocaron una discusión sobre el objeto particular de ciencias que representaban su conocimiento por medio del lenguaje de las magnitudes (cuantitativo) o el de las atribuciones (cualitativo). Asimismo, hay textos en los que se describe la acumulación de las observaciones de los fenómenos en la naturaleza como un recurso demostrativo, lo que se observa tanto en textos de la enseñanza regular como en enciclopedias en lengua vernácula. La ciencia medieval posee todos aquellos recursos, tanto formales como experimentales que abre la puerta a la ciencia del Renacimiento.