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EL ANÁLISIS DE LA PUESTA EN ESCENA

Curso 2023/2024/Subject's code24140183

EL ANÁLISIS DE LA PUESTA EN ESCENA

METODOLOGÍA

La metodología para el estudio de esta asignatura es la propia de la enseñanza a distancia, en la que se complementan los materiales impresos, señalados en la Bibliografía, con la utilización del soporte virtual a través de la plataforma. En ella, además de la Guía didáctica, los alumnos tendrán a su disposición enlaces a textos recomendados que se encuentran en la red, y a grabaciones relacionadas con la asignatura, así como la posibilidad de comunicarse con el profesorado y con los demás alumnos de la asignatura a través de los foros. 

En su desarrollo teórico, la asignatura emplea la metodología propia de los Estudios Teatrales, focalizando su atención en aquellas piezas teatrales que tienen relación directa con un texto dramático. Por tanto, resulta fundamental que el alumnado conozca la relación entre teatro y literatura, así como la definición de puesta en escena.

Texto literario versus representación teatral

La literatura, por oposición a las otras artes (la música, la pintura, la escultura, etc.), se configura como el arte verbal de la palabra, en el que se integran -prescindiendo de la literatura oral- el conjunto de obras de creación, más o menos ficticias, escritas -según su etimología (littera = letra)-, con carácter perdurable, por eminentes autores, a lo largo de la historia, con diferentes técnicas estéticas (literariedad).

El conjunto global de las obras literarias se divide en una serie de agrupaciones de textos que constituyen los llamados géneros literarios (mediante la combinación de rasgos temáticos, discursivos y formales, según G. Genette). Desde la Poética de Aristóteles, pasando por las consideraciones teóricas del siglo XVI, tradicionalmente y de una forma muy sencilla, podemos afirmar que se han distinguido tres géneros literarios: poesía, narrativa y teatro.

La primera idea básica que se debe tener en cuenta para estudiar la asignatura es la siguiente: los textos escritos del género teatral, aunque tengan sus características propias (frente a lo lírico o lo épico-narrativo), y sean escritos, en principio, para destinarse a la representación escénica, también pueden ser leídos como los otros textos literarios. Por ello, pertenecen de lleno al ámbito de la literatura; y, en consecuencia, el estudio de estos textos dramáticos, a través de la historia, deberá hacerse dentro del espacio literario.

La segunda: podemos concluir, según lo expuesto en el punto anterior, que los textos teatrales (escritos) pertenecen de lleno a la literatura, cuando tienen calidad artística -¿cómo no?- y, por lo tanto, pueden ser estudiados en las historias literarias. Pero cuando hay representación, puesta en escena, el texto escrito es una varilla más del abanico -todo lo importante que se quiera-, una parte más, integrada en el conjunto de todos los elementos que articulan el espectáculo teatral. Dicho con palabras de Veltrusky: "El teatro no constituye otro género literario sino otro arte. Este utiliza el lenguaje como uno de sus materiales, mientras que para todos los géneros literarios, incluido el drama, el lenguaje constituye el único material, aunque cada uno lo organiza de manera diferente" (p. 15). Como nos ha enseñado la semiótica teatral, en las puestas en escena intervienen una serie de signos (no solamente los verbales) y, entre otros aspectos, el proceso de comunicación es distinto. En la lectura de una obra literaria se establece un proceso de comunicación a distancia, siendo -lo más normal- un receptor, un individuo, el que establece relación, a través del texto, con el emisor. En la representación teatral, la comunicación es directa, es decir, presencial y el receptor, aunque individualmente conecte con lo que está pasando en el escenario, recibe la influencia del público que comparte dicha representación.

Puesta en escena

Pasamos así a la idea de puesta en escena. Pese a que a la representación de textos dramáticos se remonta a los orígenes del teatro occidental en la Grecia clásica, la idea de puesta en escena es bastante reciente. Antes de la aparición del director de escena tal y como lo conocemos en la actualidad, cuyos orígenes datan de finales del siglo XIX, la escenificación estaba a cargo de un regidor o un actor principal que organizaba el movimiento escénico y coordinaba el resto de los elementos estéticos. Es, por tanto, con la aparición del director de escena cuando podemos hablar ya plenamente de espectáculo teatral que busca establecer su propio sentido a través de la representación, un sentido que podrá reforzar aquel establecido por el texto dramático, distanciarse de este o incluso contradecirlo. El otro pilar fundamental de la puesta en escena será el estilo, que también podrá seguir o no la corriente estilística del texto dramático. El sentido y estilo por el que opte la dirección escénica tendrán el fin de buscar diferentes resultados estéticos y alcanzar una recepción distinta en el público.

Para comprender mejor en qué consiste la puesta en escena, revisamos a continuación la definición que ofrece Patrice Pavis en su Diccionario del teatro acerca de las funciones de esta:

  1. Función mínima y máxima:

Veinstein propone dos definiciones de la puesta en escena, según el punto de vista del gran público y el de los especialistas: “En una acepción amplia, el término puesta en escena designa el conjunto de los medios de interpretación escénica: decorados, iluminación, música y actuación” … “En una acepción restringida, el término puesta en escena designa la actividad que consiste en la disposición, en cierto tiempo y en cierto espacio de actuación, de los diferentes elementos de interpretación escénica de una obra dramática” (1955:7).

  1. Espacialización

La puesta en escena consiste en trasponer la escritura dramática del texto (texto escrito y/o indicaciones escénicas) en escritura escénica. “El arte de la puesta en escena es el arte de proyectar en el espacio lo que el dramaturgo ha podido proyectar solamente en el tiempo” (Appia, 1954: 38). La puesta en escena de la obra de teatro consiste en encontrar para la partitura textual la concreción escénica más apropiada al espectáculo; es “en una obra de teatro la parte verdadera y específicamente teatral del espectáculo” (Artaud, 1965b: 161, 162). En suma, es la transformación del texto a través del actor y del espacio escénico.

  1. Armonización:

Los diferentes componentes de la representación, a menudo debido a la participación de varios creadores (dramaturgo, músico, escenógrafo, etc.) son ensamblados y coordinados por el director. … el director tiene por misión el decidir el vínculo entre los diversos elementos escénicos, lo cual influye evidentemente de una manera determinante sobre la producción global de sentido. Este trabajo de coordinación, para un tipo de teatro que muestra una acción, gira en torno a la explicación y comentario de la fábula, que se hace inteligible gracias al uso del escenario como teclado general de la producción teatral. La puesta en escena debe formar un sistema orgánico completo, una estructura donde cada elemento se integra al conjunto, donde nada se deja al azar sino que cumple una función en la concepción del conjunto. …

  1. Evidenciación del sentido:

La puesta en escena ya no se considera entonces como un “mal necesario” del cual el texto dramático podría muy bien, en todo caso, prescindir, sino como el lugar mismo de la aparición del sentido de la obra teatral. Así, para Stanislavski, componer una puesta en escena consistirá en hacer materialmente evidente el sentido profundo del texto dramático. Para ello, la puesta en escena dispondrá de todos los medios escénicos (dispositivos escénicos, iluminación, vestuario, etc.) y lúdicos (actuación del comediante, corporalidad y gestualidad). La puesta en escena concierne tanto al medio en que evolucionan los actores como a la interpretación psicológica y gestual de estos. Toda puesta en escena es una interpretación del texto, una explicación del texto “en acción”; sólo tenemos acceso a la obra a través de la lectura del director o escenificador.

  1. Dirección de actores:

Sin embargo, más concretamente, la puesta en escena es ante todo el trabajo práctico con los actores, el análisis de la obra y las directivas precisas sobre la gestualidad, el desplazamiento, ritmo y fraseo del texto a decir. El estudio del personaje, de sus motivaciones de su fuero interior (Stanislavski) es tarea conjunta del intérprete y del director; se trata después de encontrar los medios expresivos más apropiados para la interpretación del papel, de pasar constantemente de una aprehensión global de la obra a una encarnación de los diferentes momentos del rol, del gestus fundamental de la obra a la sucesión de los diferentes gestos de los actores.

“Puesta en escena”. Patrice Pavis (2002), Diccionario del teatro. Dramaturgia, estética, semiología. Barcelona: Paidós.

Como se observa, la puesta en escena se configura para dar lugar a un espectáculo, que genera un acontecimiento caracterizado por el encuentro del público con la representación. Esta idea del teatro como espectáculo y acontecimiento será fundamental en el desarrollo de la asignatura, ya que exploraremos la evolución diacrónica de la escenificación en España.