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Subject's code : 26602976
En este bloque se examina desde una perspectiva práctica la importancia real de ser ciudadano de la Unión a la luz de los derechos derivados del estatuto de ciudadano y, en particular la libre circulación de personas. Despues de realizar una aproximación al marco normativo (TUE y TJUE) con la finalidad de establecer cuáles son los objetivos de la ciudadanía UE y cuál es su naturaleza jurídica, se examinarán de modo somero los derechos asociados del llamado "estatuto de ciudadano de la Unión" y, en particular, la libre circulación de personas, de acuerdo con los arts. 20 y 21 del TFUE, la Directiva relativa al derecho de los ciudadanos de la Unión y de los miembros de sus familias a circular y residir libremente en el territorio de los Estados miembros( "Directiva de ciudadanos", 2004/38CE) y la jurisprudencia del TJUE.
Como es sabido, las Comunidades Europeas (actualmente, la Unión Europea) se crearon en un principio como una organización internacional con un ámbito de acción esencialmente económico. Por tanto, no se observaba la necesidad de establecer normas explícitas sobre el respeto de los derechos fundamentales, que durante mucho tiempo no se mencionaron en los Tratados y que, de todas formas, se consideraban garantizados por el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (CEDH) de 1950, del que los Estados miembros eran signatarios.
Sin embargo, cuando el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) confirmó los principios de efecto directo y de primacía del Derecho europeo, pero se negó a examinar la compatibilidad de las decisiones en el Derecho nacional y constitucional de los Estados miembros. Algunos tribunales nacionales empezaron a mostrar su preocupación por los efectos que dicha jurisprudencia podría tener sobre la protección de valores constitucionales como los derechos fundamentales.
A medida que la Unión ha ido ampliadno sus competencias, el impacto en los derechos fundamentales se ha ido comprobando en las diferents políticas. En especial Justicia e Interior y actualmente en el llamado espacio de libertad, seguridad y justicia (Fuente: Fichas temáticas sobre la UE)
En este tema se estudia este proceso de consolidación. Empezando por las primeras aportaciones del Tribunal de Justicia a partir del 1969, y pasando por la innovación que supuso el el Tratado de Maastricht al incluir una referencia al CEDH y a las tradiciones constitucionales comunes de los Estados miembros como principios generales del Derecho de la Unión, hasta llegar al momento actual, tras el Tratado de Ámsterdam que confirmó los «principios» europeos en los que se basa la Unión (en el Tratado de Lisboa, «valores» enumerados en el artículo 2 del TUE) y creó un procedimiento para suspender los derechos previstos por los Tratados en caso de violación grave y persistente de los derechos fundamentales por parte de un Estado miembro.
La redacción de la Carta de los Derechos Fundamentales y su entrada en vigor junto con el Tratado de Lisboa son las últimas novedades en este proceso de codificación destinado a garantizar la protección de los derechos fundamentales en la Unión, que ha venido de la mano de una creciente labor interpretativa, no exenta de controversias, por parte del Tribunal de Justicia.
El bloque tiene dos temas: (1) donde se examina el progresivo reconocimiento de los derechos fundamentales en la Unión Europea en los textos (los Tratados) y en la jurisprudencia; y (2) la plasmación de estos derechos fundamentales en los textos (la Carta).