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Subject's code : 26622151
El estudio de los estereotipos ha sido uno de los temas más emblemáticos y discutidos en Psicología Social. Desde un punto de vista histórico, la obra de Lippmann (1922), Public Opinion, constituye el inicio de su estudio. Este tema se centra en la definición de estereotipo y estereotipos de género y en los dos aspectos fundamentales que marcarían el desarrollo de esta disciplina: los estereotipos como función simplificadora de la realidad (aspectos cognitivos) y como función defensiva (p. ej., valores, derechos, posición del grupo).
Los estereotipos de género se adquieren en un proceso de aprendizaje en el que, además de los factores culturales comunes a la sociedad, es importante el contexto social más inmediato: la influencia de la familia y la influencia de la escuela, en la que la transmisión de los estereotipos de género se produce no legitimando esas diferencias sino a través de mecanismos más sutiles . En este capítulo, nos focalizaremos en cómo se adquieren las creencias sobre qué características, roles, etc. se atribuyen a hombres y mujeres.
Una característica distintiva de los estereotipos de género y de los roles de género es su naturaleza descriptiva y prescriptiva (Ashmore y del Boca, 1981; Eagly, 1987). En este tema se profundizará en la definición de ambos conceptos y en cómo ambos aspectos contribuyen a la discriminación de hombres y mujeres en diversos ámbitos de la vida social. Finalmente, se estudiará cómo influyen ambos aspectos en la discriminación de la mujer en posiciones de liderazgo.
En este tema se revisa, en primer lugar, las diferentes perspectivas sobre el sexismo (sexismo tradicional, neosexismo) para centrarse posteriormente en el Sexismo Ambivalente (Glick y Fiske, 1996). A lo largo de este capítulo se estudiará cómo esta perspectiva operativiza la presencia de dos elementos con cargas afectivas antagónicas, positivas y negativas, que dan lugar a dos tipos de sexismo vinculados: sexismo hostil y sexismo benevolente.
Un marco adicional para mejorar la comprensión de la discriminación de género es la perspectiva de la interseccionalidad. Más específicamente, este modelo considera que la discriminación interseccional (o múltiple) opera entre categorías sociodemográficas, como el sexo, la raza, la edad, la etnia, la clase, o la orientación sexual, y que está estructuralmente esculpida en las instituciones sociales, creando una maraña de opresiones múltiples en todos los ámbitos sociales.