El catedrático Juan Terradillos analiza la relación entre marginalidad social, inmigración y delincuencia
Todos dispuestos a aprender
El curso Justicia, libertad y seguridad: hacia nuevos espacios continúa en su sede de Alcalá la Real hasta el próximo viernes. Dos conferencias ocuparon la mañana de ayer: La ideología de la seguridad en la legislación española y Marginalidad social, inmigración y criminalización, con el catedrático Juan Terradillos.
Inmigración no es igual a delincuencia
El codirector del curso,Lorenzo Morillas Cuevas, fue el encargado de presentar a Miguel Olmedo Cardenete, catedrático de Derecho Penal en la Universidad de Granada.
El profesor inició su conferencia La ideología de la seguridad en la legislación española hablando sobre los medios que utiliza el Estado para la consecución de la seguridad ciudadana. Aludiendo a las fuerzas de seguridad del Estado, comentó que estos tienen la tarea de proteger a los ciudadanos eliminando la violencia en las relaciones sociales y asegurando la plenitud del ejercicio de derechos sociales.
También habló de la inseguridad ciudadana como sentimiento colectivo inducido por los medios de comunicación. Según el profesor, cuando se piensa en el peligro no se recuerda la experiencia personal, sino que se recurre a los casos que muestran los medios y con los que los ciudadanos se identifican.
Por último, Miguel Olmedo habló de la reforma del Código Penal. Con esta reforma se profundizó en el cumplimiento y endurecimiento de las penas y, a causa de estoel profesor comentó que España es uno de los países con mayor población penitenciaria, rondando los 65.000 presos.
La segunda ponencia de la mañana, Marginalidad social, inmigración y criminalización, fue expuesta por Juan Terradillos Basoco, catedrático de Derecho Penal en la Universidad de Cádiz. En ella se profundizó sobre temas de plena actualidad. Delincuencia, inmigración, marginalidad y criminalización fueron algunos de ellos, centrándose sobre todo en la inmigración.
El profesor centró su ponencia en mostrar los falsos prejuicios de los que se sirve la sociedad. Estos prejuicios son por ejemplo asociar la delincuencia a la inmigración o la falsa idea de que la delincuencia tiene origen en la debilidad penal.
Juan Terradillos comentó la tendencia actual a presentar a los inmigrantes como falsos chivos expiatorios para concentrar sobre ellos los problemas de delincuencia. Según el profesor, esto no es así en absoluto, ya que aunque entre los inmigrantes exista un alto porcentaje de delincuencia (46%), hay que tener en cuenta que ellos sólo representan el 11% de la población y que, además, el delito más común es la irregularidad, algo que no afecta a la población española. En definitiva, de un 46% inicial los delitos de inmigrantes pasan a representar un 20% real.