'Somos esa clase de locos que en plena canícula del verano disfrutan conociendo la historia y sus personajes'
Juan Luis Arsuaga
Carmen Marcos forma parte de los 30 alumnos del curso El autor y el personaje y está absolutamente encantada con todos y con todo lo que allí ocurre: con sus compañeros, con los ponentes, con los temas y con la manera en que se estructura el curso. Y lo dice desde su amor por la historia y sus conocimientos como profesora de filología.
Pérez Henares y Pimentel
Carmen está encantada con sus compañeros, porque el alto nivel de sus preguntas provocan que los coloquios sean a cual más interesante. Está encantada con la temática, que abarca épocas muy distintas de la historia. Está encantada con los ponentes, de quienes valora, amén de sus conocimientos, su extraordinaria humanidad y, está encantada, en fin, con la estructura que combina conferencias, películas y mesas redondas.
30 alumnos participativos y muy bien preparados comparten el aula, y son un grupo tan bueno, que el propio director del curso, Antonio Pérez Henares, lo hace notar siempre que puede. Frente a ellos, 13 ponentes que se han aplicado en ofrecer su cara más humana. De todos habla bien Carmen, que se sintió especialmente conmovida por la cercanía de la escritora Lourdes Ortiz y algo sorprendida al descubrir al humanista que puede esconder un ex ministro como Manuel Pimentel. Habla de las sonrisas que prodigó Isabel San Sebastián y de la naturalidad con la que Arsuaga estrenó una ponencia cuyos buenos resultados le animan a repetir.
Le vibra la voz al hablar del viaje a través de la Historia por el que han sido conducidos, un viaje que se inicia en la Prehistoria, que asciende por la España cántabra y prerromana y se empapa del aroma de Al Ándalus. Una andadura por los reinos visigodos y la fe ardiente de los misioneros...
"Cuéntame algo más Carmen" le pido y me responde que es muy hermoso descubrir la sencillez que tienen aquéllos que más valen.
La muerte en la Prehistoria
Cómo interpretaban la muerte los hombres prehistóricos ha sido el tema de la conferencia de Juan Luis Arsuaga. Una muerte que forma parte de la vida porque supone la supervivencia de la especie. La tribu abandona a quien entorpece su marcha, una estrategia que se mantiene hoy en las pocas tribus recolectoras y cazadora que sobreviven en África. Como vienen haciendo desde hace siglos los gorilas.
Por eso en las sociedades prehistóricas la pirámide poblacional tiene forma de "U". Los más viejos y los más jóvenes, que no pueden defenderse, son los primeros en perecer. Así, sobrevive la franja intermedia, los individuos entre 15 y 45 años.
Dice Arsuaga que, a pesar de los avances del mundo moderno, la situación hoy es la misma. Sí, ahora somos capaces de alargar más o menos nuestras vidas, pero los más débiles siempre son los primeros en morir.