No existen buenos o malos alimentos, sólo patrones de consumo adecuados
Alimentos funcionales
¿Pueden cambiar los hábitos alimentarios?. A esta cuestión respondió Socorro Coral Calvo, directora del seminario Alimentos funcionales: ¿problema para la salud del consumidor?
El hombre de hoy, sedentario y urbano, es incapaz de adaptar de forma espontánea su consumo de alimentos a su gasto energético real. En la actualidad, el consumidor tiene conciencia de la necesidad de seguir una dieta saludable si quiere mantener su salud y prevenir las enfermedades crónicas degenerativas, tan frecuentes en los países desarrollados en los que la dieta constituye un factor importante de riesgo.
En esta tarea de creación de hábitos alimentarios tiene responsabilidad la familia tradicional: las figuras de los padres son muy importantes, por imitación, en la formación de hábitos. Frente a ella está la familia "postmoderna" y desestructurada, en la que la comida es a la demanda y la comodidad y rapidez son condiciones esenciales. Estamos sumergidos en la sociedad de la abundancia pero, a pesar del elevado nivel de vida, empeora el patrón nutricional. Europa también está preocupada por ello y por eso busca la diversidad, la calidad y la seguridad como bases del modelo alimentario europeo.
El patrón alimentario más saludable es la dieta mediterránea, que en su conjunto puede considerarse una alimentación funcional. Los alimentos funcionales nuevos u obtenidos tecnológicamente pueden actuar potenciando su propia funcionalidad y pueden coexistir con los tradicionales dentro de la dieta global.
Después de contestar a la cuestión planteada al comienzo pasó a explicar el concepto de alimento funcional, del que subrayó "el interés que tiene en nuestra nutrición, ya que contribuyen a mejorar, facilitar y estimular la salud en relación con algunas patologías, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer o la obesidad, pero no es algo mágico que lo resuelva y lo cure todo, por lo tanto, los alimentos funcionales deben contemplarse en el contexto de una dieta saludable y variada para que ejerzan todo su potencial". Se presentan como alimentos convencionales y no como medicamentos.
Como alimentos funcionales que están ya en el mercado podemos hablar de alimentos prebióticos, probióticos, productos lácteos modificados, enriquecidos en fitoesteroles y enriquecidos en omega-3.