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“Nunca como ahora ha habido una conciencia ambiental tan extendida”

María Novo, Cátedra UNESCO de Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible de la UNED

Creó hace 15 años la cátedra UNESCO que ostenta. En sus viajes por el mundo de congreso en congreso, de universidad en universidad, de conferencia en conferencia, siempre estudiando, siempre enseñando, ha constatado una realidad que la mantiene en un estado de optimismo científico: “allí donde voy me encuentro con grupos de personas, en su mayoría jóvenes, que están reinventando la forma de estar en el mundo. Así que tengo esperanza... Creo que las transformaciones están en marcha”, asegura.

Redacción

Historia de una conciencia

Usted hizo a principios de los años 80 la primera tesis doctoral de este país sobre Educación Ambiental. En aquellos momentos era un tema desconocido. ¿Qué la hizo decidirse por una cuestión como esta y cuáles fueron las dificultades que tuvo que vencer?


A principios de los 80 ya se vislumbraban las agresiones que el sistema productivo imponía a los ecosistemas físicos y sociales, así que en realidad lo que me llevo a esta tesis fue un ejercicio de intuición sobre la necesidad de abordar cuanto antes un modelo educativo que hablase de estos problemas y contribuyese a paliarlos. Pero tengo que decir que yo llegué a esa tesis no como un proyecto meramente intelectual, sino impulsada también por mi necesidad personal de unir a “las dos Marías” que en aquel momento llevaba dentro: una enamorada de la naturaleza y la otra enamorada de la educación. De manera que, si además de hacer algo útil socialmente, con ello conseguía unir a “las dos Marías”, el plan era perfecto.

Quiero destacar aquí el papel que jugó mi director de tesis, el Dr. Ricardo Marín Ibañez. Realmente el tema era tan nuevo que yo temía no encontrar quien me dirigiese, pero él me dijo, sonriente: “Yo no sé nada de educación ambiental, pero sé como tiene que ser una tesis… Después, tu serás la experta…”. Y así comenzó esa aventura en la que él me apoyó en todo momento. Si bien hay que decir que nunca sabía bien como presentarme cuando alguien llegaba a la Universidad, y se limitaba a decir, en tono cariñoso: “aquí María, la ecologista…”

En cuanto a las dificultades, la mayor fue superar la falta de información y de bibliografía, al tratarse de un tema prácticamente desconocido en España y en proceso emergente en algunos países europeos, cuyas experiencias me sirvieron enormemente para mis planteamientos. Pero, junto a las dificultades, tengo que hablar también de las facilidades con las que conté desde el primer momento tanto por parte de la UNESCO en París, que fue mi punto focal de información, como desde la propia UNED, en la que desarrollé este trabajo con una beca de formación de personal investigador del Ministerio de Educación.


Posteriormente, en el año 1990, creó el Máster Internacional de Educación Ambiental, que fue uno de los dos primeros Másters de la UNED. ¿Qué le hizo pensar que ese Máster era necesario? ¿Qué estrategias ha seguido para mantenerlo en el tiempo hasta ahora, a lo largo de 20 años?

La creación del Máster responde también a uno de esos golpes de intuición que nos van señalando el camino. Yo había estado en Moscú en 1987 invitada por la UNESCO para participar en la Conferencia Internacional de Educación Ambiental. En ella se enfatizó especialmente la necesidad de que las universidades contribuyesen a la formación de los profesionales que estaban gestionando el medio ambiente, con el fin de estimular en ellos una nueva visión del desarrollo más acorde con la sostenibilidad. Así que, desde que regrese de Moscú, venía dándole vueltas al tema… Después de mucho pensar, decidí arriesgarme e intentar crear un programa interdisciplinario de postgrado. Comencé a trabajar en ese proyecto en 1988, pues tuve que contactar con profesionales de diversos países y de distintas universidades y centros de investigación para “ficharlos” como profesores y encargarles la redacción de los módulos formativos. Después de este período preparatorio, el Máster comenzó su andadura en 1990 y tuvimos mucho éxito porque entonces la oferta en ese sentido era muy escasa.

El “secreto” de que sigamos en la brecha es que hemos ido adaptando los contenidos del Máster a la evolución de las sociedades y de los problemas ambientales, de forma que cada año se revisan y se reajustan los programas. Pero también tengo que destacar el importante papel que ha venido jugando todo mi equipo de colaboradores, tutores, secretaria técnica, profesores… sin el cual no habría sido posible mantener esta trayectoria.


Según nos ha dicho, en el año 1996 se creó la Cátedra UNESCO de Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible en la UNED. Fue también la primera Cátedra UNESCO de nuestra Universidad, y usted fue designada Titular de la misma. ¿Qué significó en aquel momento iniciar esta “aventura” de sacar adelante la Cátedra? ¿Con qué apoyos ha contado? ¿Se encuentra satisfecha de los resultados?

La aventura de echar a andar la Cátedra UNESCO fue muy gratificante, pues desde el principio conté con el apoyo de nuestra Universidad y también con todo el soporte que significaba entrar en la Red UNITWIN de la UNESCO. En realidad, todo lo que hemos hecho ha sido posible porque ambas instituciones han estado ahí, otorgando sentido y valor a nuestro trabajo. En ese aspecto no sólo estoy satisfecha sino también agradecida.

Su libro sobre Desarrollo Sostenible, publicado en 2006 y reeditado en 2009, plantea un cambio de modelo en los mecanismos económicos y sociales para poder avanzar hacia la sostenibilidad. ¿Cree usted que será posible caminar en esa dirección? ¿Cuáles son los obstáculos que nuestras sociedades deben vencer?

Avanzar hacia la sostenibilidad no solo es posible sino que resulta urgente e imprescindible. Nuestra huella ecológica sobre el planeta [especialmente la de los países industrializados] es enorme. Desde la década de 1980 estamos consumiendo más recursos de los que la naturaleza produce y emitiendo más desechos de los que ella puede absorber y neutralizar. Se trata de una clara situación de desbordamiento de los límites de la Biosfera, algo que nunca antes habíamos vivido y que nos pone al borde de algunos colapsos que sabemos que se producirán pero no dónde ni cuándo. Esto acentúa enormemente la incertidumbre en nuestras sociedades, nos hace más frágiles y vulnerables.

Además, ello supone una gran insolidaridad con las generaciones futuras, a las que, por este camino, vamos a dejar un medio ambiente muy deteriorado, peor que el que nosotros recibimos en su día.

Al mismo tiempo, las enormes brechas entre el Norte rico y el Sur global, el fenómeno de las migraciones forzadas por el hambre y la explotación…, todo ello exige un cambio profundo en los modelos socioeconómicos que hoy rigen a nuestras sociedades.

Porque avanzar hacia la sostenibilidad significa asumir criterios éticos y ecológicos (no solo económicos) a la hora de gestionar los recursos naturales y sociales. Para actuar en esa dirección necesitamos un nuevo paradigma que nos lleve a aceptar los límites de la naturaleza, que se fundamente en un pensamiento complejo no reduccionista, y que tome en cuenta criterios de equidad en el acceso a los recursos.

El mayor obstáculo para un verdadero desarrollo, de contenido ecológico y social, esta en estos momentos, a mi juicio, en una globalización económica que ha puesto en marcha mecanismos especulativos y financieros para los cuales el medio ambiente y las personas son meros instrumentos. Democratizar la globalización, rescatar el valor de los bienes naturales y de las personas por encima de los intereses del mercado, acabar con los paraísos fiscales…, son algunas de las medidas que podrían contribuir a que la gestión ambiental afrontase de manera adecuada problemas como el cambio climático, que requieren soluciones urgentes.

Usted amadrinó al profesor D. Federico Mayor Zaragoza como Doctor Honoris Causa de nuestra Universidad. Él es muy crítico con algunas instituciones que, en su opinión, deberían comprometerse más en la lucha contra la pobreza y en la instauración de una cultura de paz. ¿Comparte usted estas ideas? ¿Qué significa la figura del Dr. Mayor Zaragoza para usted?

Considero al Dr. Mayor Zaragoza como un maestro del que estoy aprendiendo constantemente. En ese sentido, comparto su punto de vista de que es necesario trabajar insistentemente a favor de un mundo más comprometido en la defensa del medio ambiente y en el que se imponga una mayor justicia social. El Dr. Mayor nos recuerda siempre que el siglo XXI es y será “el siglo de la gente”, el momento histórico en el que los pueblos hablen y dejen de estar sometidos a la tiranía del dinero y de las políticas de guerra. Hoy se gastan en el planeta 4.000 millones de dólares diarios en armamentismo, mientras que, al mismo tiempo, miles y miles de personas mueren de hambre en el Sur global. La defensa del medio ambiente es también la defensa de unas sociedades equitativas, en las que nadie sea tan rico que pueda “comprar” a otro ni nadie sea tan pobre que se tenga que “vender”…

Finalmente, una pregunta sobre su actitud personal, su estado de ánimo ante la crisis que esta sufriendo el planeta. Usted lleva varias décadas luchando por una educación ambiental transformadora, por un cambio en los modelos sociales y económicos orientado hacia la sostenibilidad…, pero la situación no parece haber mejorado mucho. ¿Se siente cansada o desanimada? ¿Cree que todavía estamos a tiempo de cambiar? ¿Piensa seguir trabajando en esta dirección?

La verdad es que los problemas ambientales son hoy los más graves en la historia de la humanidad sobre la Tierra, pero también es cierto que nunca como ahora ha habido una conciencia ambiental tan extendida, sobre todo entre los jóvenes, que nos permite pensar con esperanza en un cambio de mentalidad a escala planetaria. En ese sentido, no me siento cansada ni desanimada, pues diariamente veo a mi alrededor a personas y colectivos que están cambiando en sus formas de vida, que optan por pisar ligero sobre la Tierra, por vivir mejor con menos…

La sociedad global esta experimentando muchos cambios profundos en la escala local, conectados a través de las redes. Cambios que, por el momento, son poco visibles, pero que representan una transición hacia modelos de vida más integrados en los ritmos y pautas de la naturaleza y más atentos a los cuidados de los otros y de cuanto nos rodea. Cuando viajo, allí donde voy me encuentro con estos grupos de personas, en su mayoría jóvenes, que están reinventando la forma de estar en el mundo. Así que tengo esperanza... Creo que las transformaciones están en marcha y que tal vez mi generación no las vea culminar, pero lo que es imparable es el proceso de sinergias que esta teniendo lugar desde lo local a las redes globales. Avanzamos hacia un nuevo tipo de sociedades, así lo creo y lo siento, de manera que pienso seguir trabajando en esa dirección mientras las fuerzas me acompañen.


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La Cátedra

¿Cuándo y cómo nace la Cátedra UNESCO de Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible?

La Cátedra nació en el año 1996 mediante un Convenio suscrito entre el Rector de la UNED y el Director General de la UNESCO. Fue la primera Cátedra UNESCO de nuestra Universidad. Surgió como resultado del interés de ambas instituciones en colaborar en distintos ámbitos: la formación internacional de postgrado, la investigación, la producción de libros y materiales científicos de nivel universitario sobre educación ambiental y desarrollo sostenible y la cooperación internacional. A resultas del Convenio y por acuerdo de ambas instituciones, se me nombró Titular de la Cátedra, cargo que vengo desempeñando desde entonces.

¿Qué aporta la UNED a la UNESCO a través de esta Cátedra? ¿Y qué aporta la Cátedra UNESCO a la UNED?

La UNED aporta la infraestructura, el personal, y la experiencia de una larga trayectoria de trabajo sobre estos temas. También hay que considerar el valor de nuestras Redes internacionales y nuestro sistema de Centros a lo ancho del mundo, que facilitan la difusión de los planteamientos y valores que defiende la Cátedra. En cuanto a la UNESCO, desde los primeros momentos ha sido importantísimo contar con su apoyo y soporte institucional, que ha contribuido significativamente al éxito de nuestros proyectos. Al mismo tiempo, UNESCO también mantiene Redes y encuentros periódicos de Cátedras que nos sirven para poner en común nuestras experiencias, búsquedas y logros. En ese sentido, hay que destacar el importante papel que viene desempeñando la Comisión Española de Cooperación con la UNESCO, impulsada por su Secretaria General, Consuelo Vázquez Rueda, organizadora de los encuentros y dinamizadora de nuestros vínculos.

Cuéntenos los cinco logros de la Cátedra en su andadura:

- En primer lugar, destacaría nuestro “proyecto estrella”, el Máster Internacional de Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible, que venimos impartiendo desde hace 20 años. Es un Programa de Postgrado orientado especialmente a la formación de “personas clave” [planificadores, gestores, formadores, decisores…] con el fin de contribuir a un cambio de paradigma que permita reorientar nuestras sociedades hacia la sostenibilidad, tomando la educación ambiental como un instrumento de cambio.

- En el campo de la investigación, hemos realizado múltiples proyectos nacionales e internacionales. Entre ellos, me es muy querido el Proyecto ECOARTE, que venimos desarrollando desde hace más de 10 años ininterrumpidamente. Con él se pretende mostrar y estimular la complementariedad de la Ciencia y el Arte como formas de conocimiento necesarias y concurrentes a la hora de interpretar la complejidad del entramado ambiental. Hemos realizado varios Seminarios de científicos y artistas; se han hecho exposiciones en distintos lugares, entre ellos la UNESCO de París; hemos editado un libro, catálogos y algunos otros materiales; y contamos con un Manifiesto suscrito por relevantes personalidades nacionales e internacionales.

- Asimismo, hemos intentado responder a la necesidad de textos universitarios en este ámbito con la producción de una larga serie de libros y artículos sobre medio ambiente, educación ambiental y desarrollo sostenible orientados especialmente a la educación superior. En ese sentido, me gustaría resaltar el carácter integrador de nuestras publicaciones, todas ellas planteadas desde enfoques interdisciplinarios y contando con la colaboración de colegas de otras universidades y centros de investigación, nacionales y extranjeros.

En cuanto a la cooperación internacional, mantenemos una larga serie de Acuerdos con instituciones latinoamericanas [Consejo Nacional de Medio Ambiente, Universidades, Ministerios, Fundaciones…] con el objetivo de contribuir a la formación de postgrado de sus miembros o de los expertos que ellos seleccionen por su relevancia intelectual y social. Otorgamos una serie de becas parciales que facilitan su incorporación a nuestros programas.

Decir también que mantenemos una página web que se renueva permanentemente con noticias, conferencias, información de congresos y seminarios, propuestas de libros, etc. Y finalmente, me gustaría comentar el trabajo que venimos desempeñando desde la Cátedra al prestar Asesoria Técnica a algunos Congresos, Seminarios Internacionales e instituciones que nos la solicitan.

Y los retos más importantes que se plantea a medio plazo

Nuestro mayor reto es seguir avanzando de forma integrada en las cuatro áreas que he señalado: la formación ambiental de nivel superior, la investigación, la información y documentación, y la cooperación internacional. En ese sentido van todos nuestros esfuerzos, especialmente focalizados en la cooperación con América Latina, con la que nos unen tantos lazos científicos, sociales y humanos.


Breve reseña biográfica y curricular de María Novo:

- Doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación (año 1984, Premio Extraordinario).

- Catedrática de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.

- Consultora Internacional de la UNESCO en materia de medio ambiente, educación ambiental, y desarrollo sostenible.

- Miembro del Equipo de Analistas del Instituto de Estudios Transnacionales (INET).

- Directora del Post-grado Internacional en Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible desde el año 1990; y de la Red Internacional de Titulados Superiores en Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.

- Directora del proyecto ECOARTE, para la integración de la Ciencia y el Arte en el tratamiento de las cuestiones ambientales.

- Miembro de los Comités científicos/editoriales de las siguientes revistas: Revista Internacional de Sostenibilidad, Tecnología y Humanismo. - Revista Internacional POLIS. - Revista Internacional Medio Ambiente y Comportamiento Humano. - Revista Galega do Ensino EDUGA.

- Miembro de losComités Científicos de varios Congresos Internacionales, europeos y americanos.

- Ha participado en 21 proyectos de investigación financiados, 13 de los cuales se han desarrollado bajo su dirección.

- Tiene en su haber 103 publicaciones científicas, de las cuales 16 libros, 45 capítulos de libros y 42 artículos sobre medio ambiente, educación ambiental y desarrollo sostenible.

- Ha dictado cursos y conferencias en distintas universidades y organismos europeos y americanos. Ha participado en más de 200 congresos nacionales e internacionales, en 150 de ellos como ponente invitada.

- Ha realizado estancias investigadoras en el Kings College de Londres [1990], UNESCO en París [1999/2000], la Universidad de Bath (Reino Unido) [2005], el Consiglio Nazionalle delle Ricerche [CNR] de Italia [Roma, 2006/2007] y el Trinity College de Irlanda [Dublin, 2011] - Asesora Especial de la Earth Charter International.- Miembro del Consejo Asesor del Centro de Investigación para la Paz (CIP-ECOSOCIAL).- Asesora de la Fundación Cultura de Paz.