Septiembre 2011

“Trabajar en zapatillas y a las horas que sabes que más rindes, sin agobios, a tu ritmo, es el mayor estímulo para hacerlo bien” Edith Checa, teletrabajadora de la UNED.

Trabajo a distancia en la UNED

Hasta el 30 de septiembre es posible presentar solicitudes para el Programa Piloto de Teletrabajo

28 trabajadores de la UNED se beneficiaron de la primera convocatoria del Programa Piloto de Teletrabajo. Durante seis meses, en concreto del 1 de febrero al 31 de julio de este año, trabajaron desde su casa bajo la supervisión de 16 responsables. Los buenos resultados de esta experiencia han propiciado la segunda convocatoria del Programa Piloto de Teletrabajo, el plazo para que los trabajadores de la UNED puedan presentar su solicitud de teletrabajo termina el próximo 30 de septiembre.

El teletrabajo, o trabajo a distancia, en el caso de la UNED es la prestación del servicio público de manera no presencial basado en el uso de las nuevas tecnologías de la información. El teletrabajo supone una mejor y más moderna organización del trabajo, potencia la calidad del servicio, permite mayor satisfacción laboral y contribuye a la conciliación de la vida personal, familiar y laboral.

Edith Checa es una de las trabajadoras de la UNED que se acogió a la anterior convocatoria de Teletrabajo, ha estado seis meses trabajando a distancia desde su casa y ahora ha solicitado la prórroga para seguir teletrabajando. Hablamos con ella y a través de las muevas tecnologías nos hace llegar sus impresiones sobre estos meses de trabajo desde casa y nos muestra los lugares donde trabaja a distancia en la UNED.

Edith Checa trabajando en el estudio de radio de su casa en Sevilla

Cuánto tiempo llevas trabajando en la UNED?

Me incorporé a la UNED como redactora-locutora en 1989. Durante 17 años he trabajado ininterrumpidamente en el Departamento de Radio, pero en 2006 tuve que pedir excedencia porque no existía el Teletrabajo y yo deseaba vivir en Sevilla con el que iba a ser mi marido. Iba a casarme pero no podía estar con él y en la UNED a la vez, y a él le era imposible trasladarse a Madrid por diversos temas importantes.

Pedí excedencia en 2006, pero en octubre de 2009 me comentaron que iba a instaurarse el teletrabajo y que para solicitarlo debía estar activa. Pedí la reincorporación. Durante varios meses estuve separada de lunes a viernes de mi marido y empecé a tener ansiedad y depresión por llevar una vida laboral y personal totalmente dividida. Pero, una fractura muy grave en el tobillo con intervención quirúrgica y una rehabilitación larga, a pesar de haber sido muy dura, me permitió no estar tantos meses separada de mi familia. Si no, quizás, habría tirado la toalla y me habría vuelto a mi casa.

¿Por qué te apuntaste a la primera convocatoria de Teletrabajo?

Es obvio, porque deseaba estar en casa, estar con mi marido…con mis gatos… mis libros…

¿Cómo distribuyes tu tiempo día a día, para compaginar vida laboral y personal?

Me levanto a las 7 de la mañana. Ducha, desayuno, y me voy con dos personas del barrio a caminar 5 km para rehabilitar el tobillo.

A las 9:30 me pongo a trabajar, en zapatillas de estar por casa o descalza, con ropa cómoda.

Depende de lo que tenga que hacer, me subo al pequeño estudio que me he montado para grabar locuciones o me bajo a la terraza o al salón con el portátil. Durante toda la mañana alterno diversos trabajos: la grabación de off, la realización y edición de los programas de radio o video, las llamadas por teléfono a profesores para concertar las entrevistas o la contestación de correos electrónicos. Hago alguna parada para descansar en la que juego un poco con mis gatos o riego las plantas.

A las 14h me pongo a hacer la comida, pero mientras se hace yo estoy en el salón con el portátil haciendo cosas.

Después de comer, una pequeña siesta. Por la tarde continúo hasta que termino lo que necesito hacer.

Si tengo que ir al médico, no hay problema, no tengo que pedir permiso, ni faltar a mi trabajo, el trabajo lo hago después, incluso lo hago por la noche si me apetece. Estas semanas atrás, después de la cena, salía a la terraza y trabajaba en el ordenador con el fresco. Todo un gustazo.

¿Crees que tu trabajo desde casa es más productivo?

Sí, es más productivo, no hay nada que me distraiga, nada. Cuando se está en un despacho con muchas personas y muchos teléfonos que suenan o conversaciones o discusiones, o gente que te pregunta etc. te distraes más. En casa sólo escucho pájaros y los programas de radio o video que hago. Si necesito hablar con la coordinadora o con algún compañero, sólo tengo que llamar por teléfono. Pero al colgar, estoy otra vez centrada en lo que estoy haciendo. Además, cuando las personas estamos contentas y agradecidas, trabajamos con más ganas, más gusto y mejor.

Más contenta y mejor ¿Crees que el teletrabajo ha contribuido a mejorar tu estado salud?

Por supuesto que ha mejorado. Al estar de lunes a viernes en Madrid y no poder conciliar mi vida personal con mi trabajo, estaba angustiada, deprimida, sola… Ahora estoy en casa y esa satisfacción me hace estar mucho mejor. Ya se sabe que los resfriados y demás enfermedades tienen mucho que ver con el estado de ánimo. Además, si te pasa algo en los días en los que teletrabajas desde casa, por ejemplo un lumbago que te dura tres o cinco días ¿para qué te vas a dar de baja, si estás en casa? Si no puedo hacer el trabajo hoy, mañana duplico mi esfuerzo y mi tiempo y lo termino.

Trabajar con objetivos concretos a realizar cada semana o cada mes es estupendo porque te pones las metas y sea como sea las consigues realizar.

¿Cómo animarías a otros trabajadores de la UNED para que se apunten a la segunda convocatoria de Teletrabajo?

Sólo puedo decirles que así, teletrabajando, se siente uno más libre porque el horario te lo pones tú, te sientes más responsable de tu trabajo porque no cuentas más que contigo para terminarlo, te sientes más tranquilo porque te evitas el estrés del tráfico, la prisa, llegar tarde, no llegar. Trabajar en zapatillas y a las horas que sabes que más rindes, sin agobios, a tu ritmo, es el mayor estímulo para hacerlo bien.

Sonia Cubillo Martín

Comunicación UNED