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LAUDATIO Santiago Grisolía García

Doctor Honoris Causa por la UNED 2011

Consuelo Boticario Boticario. Profesora del Departamento de Ciencias Analíticas de la UNED.





Señor Rector Magnifico
Señor Ministro de Educación
Autoridades Académicas
Claustro de Profesores, Estudiantes
Señoras y Señores

Es para mí un motivo de alegría, que nace de una profunda amistad, cumplir hoy con gran complacencia la noble misión, de presentar y hacer el elogio de la categoría intelectual, profesional y humana de SANTIAGO GRISOLÍA, que le hacen acreedor al título de Doctor Honoris Causa. La Universidad Nacional de Educación a Distancia está hoy, doblemente de fiesta.

Por una parte celebra el aniversario de su Fundación "Día de la UNED" y por otra otorga en esta sesión solemne y en el marco de su Aula Magna, esta distinción a un hombre singular, pues el Doctorado Honoris Causa es el galardón de máximo prestigio que una Universidad concede en reconocimiento a los méritos personales y profesionales.


Mi satisfacción es grande ya que a quien hoy recibimos es un entrañable amigo lleno de cualidades científicas y humanas, que desde este momento va a poner al servicio de nuestra Universidad con todo entusiasmo.
Es la amistad y los sentimientos del corazón los que me mueven ahora y esto ha de imponer un punto de afecto y cordialidad en esta laudatio que no estarán reñidos con el rigor de la pura crítica.
La obra científica del profesor Grisolía puede decirse que se inscribe en la Edad de oro de la Enzimología y del descubrimiento de los ciclos metabólicos. En ambos aspectos, su contribución en primera línea de la Bioquímica, ha sido trascendente para el desarrollo y el avance de esta ciencia en España.
Santiago Grisolía nació en Valencia un 6 de enero, bien pudo ser considerado su nacimiento como un regalo de Reyes para sus padres. Estudió Medicina en las Universidades de Madrid y Valencia, en donde fue uno de los alumnos más brillantes de aquellos tiempos. Terminó la Licenciatura en Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia, y más tarde obtiene el título de doctor en la Universidad de Madrid.
En 1945 gana por concurso una de las pocas becas convocadas por el Ministerio de Educación y Ciencia para estudios en el extranjero y en enero de 1946 se traslada a a los Estados Unidos, al Departamento de Química de la Universidad de Nueva York, donde colaboró con el profesor Severo Ochoa en los estudios sobre el enzima málico. Posteriormente pasó a la Universidad de Chicago, donde se inició en el uso de los isótopos radioactivos como marcadores de pautas metabólicas, con cuya técnica consiguió demostrar la fijación del anhídrido carbónico en tejidos animales. En 1948 fue contratado por la Universidad de Wisconsin, donde realizó una de las contribuciones más importantes de la bioquímica con el descubrimiento de los compuestos intermediarios que participan en el ciclo de la urea.

En 1954 se traslada a la Universidad de Kansas como profesor asociado y accede a la dirección del Instituto de Investigación Médica, fundación privada unida a la Universidad. En esta ocasión el presidente Truman, el hombre, entonces, más poderoso del mundo, le invitó a cenar para expresarle su más sincera felicitación por la puesta en marcha del nuevo Centro de Investigaciones Médicas que iba a dirigir. En 1959 es nombrado catedrático en la Universidad de Kansas y en 1962 el primer Director "Chairman" del Departamento de Bioquímica. Desde ese momento Santiago Grisolía abre las puertas de su laboratorio a numerosos becarios postdoctorales españoles que desfilaron por Kansas para aprender bajo su tutela. Gracias a su destacada actividad en aquella Universidad se abrió un cauce de colaboración que sirvió para que una treintena de españoles completaran su formación científica en Kansas y luego regresaran a España con unos conocimientos que difícilmente hubieran obtenido en centros españoles.
Entre los numerosos becarios españoles a los que abrió las puertas de su laboratorio en la Universidad de Kansas quiero recordar ahora a la científica y académica María Cascales, también Doctora Honoris Causa de esta Universidad, que hoy nos acompaña.
Su reconocimiento en los Estados Unidos no le alejó de España sino que se mantuvo en estrecho contacto con su tierra natal, contribuyendo al lanzamiento y desarrollo de la Sociedad Española de Bioquímica, empresa que lideró con su maestro Severo Ochoa.

En el Departamento de Bioquímica de la Universidad de Kansas realizó una admirable labor científica en temas relacionados con el ciclo de la urea, degradación de bases pirimidínicas y glicolisis, aislando, purificando y estudiando la conformación y estabilidad de enzimas, descubriendo nuevas rutas metabólicas, nuevos mecanismos de acción y sentando nuevos criterios sobre la naturaleza de la actividad enzimática. También sobre el metabolismo de los fosfogliceratos ha realizado desde entonces importantes contribuciones sobre el metabolismo del 2,3 difosfoglicerato y su intervención en la fijación de oxígeno por la hemoglobina.
En 1974 es nombrado profesor Distinguido de la Universidad de Kansas, y en 1976, tras 35 años en los Estados Unidos, se traslada a España, a Valencia, en el que se hace cargo de la Dirección del Instituto de Investigaciones Citológicas, donde ha realizado desde entonces una labor de extraordinaria brillantez al abrir nuevos horizontes de investigación bioquímica, lo que conllevó la formación de toda una generación de científicos. Hay que reconocer que Santiago Grisolía ha sido muy generoso al brindar sus conocimientos y capacidad organizadora a Valencia, su ciudad natal. Dado el Iiderazgo científico y social de Santiago Grisolía, puede decirse, sin lugar a dudas, que Santiago Grisolía es el científico valenciano más importante del siglo XX y el que ha promovido que en Valencia hoy en día existan grupos de excelencia investigadora a nivel internacional.
Hay que considerar que la vuelta a España en 1976 de Santiago Grisolía no era tanto para seguir investigando, ya que eso lo hubiera hecho más fácilmente en los EEUU, como para fomentar la investigación en un país que entonces iba a remolque del resto de países occidentales. Esta vuelta significaba dos cosas, primero organizar y promover y segundo, lograr eco en la opinión pública. Dentro de esta visión, en 1978, gracias a un pequeño grupo de empresarios valencianos Santiago Grisolía creó una de las primeras Fundaciones sin ánimo de lucro en España, la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados, cuya actividad tiene hoy de resonancia internacional.
Posteriormente surgió en Santiago Grisolía la idea de crear los Premios Rey Jaime 1, que convoca cada año desde Valencia, la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados y el Consejo Valenciano de Cultura. Para ello necesitó el patrocinio de importantes empresas y promovió la presencia de premios Nobel en los Jurados. Yo misma puedo dar fe de ello pues he participado, varias veces, como Jurado, en la modalidad de Investigación Básica, en el que también intervenían seis Premios Nobel. Estos premios, que se convocan desde 1989, con una interesante dotación para cada modalidad, figuran entre los más importantes que se conceden en Europa, tienen gran repercusión en la Ciencia  Española y hay quien los considera "El Nobel Valenciano".

También ha sido el promotor del proyecto GENOMA con la colaboración de la Fundación y el Consejo Valenciano de Cultura. Don Santiago, por su prestigio y gran capacidad de relación, hizo posible el nacimiento de la Cooperación Internacional en el Proyecto Genoma Humano que tuvo su primera Reunión en Valencia en 1988, y cuyos objetivos quedaron plasmados en la Declaración de Valencia. El proyecto se puso en marcha en 1990 bajo los auspicios de la UNESCO.
Ha sido en 1997 cuando Su Majestad La Reina inauguró el Centro Científico "Santiago Grisolía" que se ocupa de un tema de gran repercusión social "La Violencia". Este Centro, creado por su iniciativa está patrocinado por la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados y la Generalitat Valenciana.
La obra de Santiago Grisolía revela que estamos ante una de las figuras más completas de la historia de la Ciencia en España, quien ha sabido comprender que la investigación científica es muy importante, pero los resultados nunca cruzan por sí solos las puertas del laboratorio si no se divulgan.
Fruto de esta actividad investigadora son las 485 publicaciones científicas originales en las revistas internacionales de más prestigio, 8 libros, 190 artículos de divulgación general, numerosas asistencias a Congresos y hasta 1 novela.
El profesor Grisolia cuenta en su currículum con las distinciones y premios más destacados a los que puede aspirar un científico. Esto implica el reconocimiento de la sociedad a su intensa labor. Esta labor de Santiago Grisolía le ha hecho acreedor de las más altos galardones como premio a su trayectoria profesional en su modalidad de Investigación Científica y Técnica realizada en España.
Entre los honores recibidos, Santiago Grisolía posee un gran número de ellos, vaya entresacar los siguientes: Doctor Honoris Causa por las Universidades de Salamanca, Barcelona, Valencia, Madrid, León, País Vasco, Las Palmas de Gran Canaria, Politécnica de Valencia, Castilla la Mancha, Valladolid, Siena Florencia Kansas, Lisboa.
Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica y Miembro de las más prestigiosas sociedades científicas.
Posee las siguientes Grandes Cruces: del Mérito Agrícola De la Orden Civil de Sanidad, De la Orden Civil de Alfonso X El Sabio, al Mérito Civil, etc.
Académico de Honor la Real Academia de Doctores de España, de la Real Academia de Medicina de Valencia, de la Real Academia de Medicina de Bilbao, etc.
Miembro de Honor de la Real Academia de de Bélgica, de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular, de la Sociedad Valenciana de Cirugía, de la Academia Europea de Ciencias y Artes, Miembro Fundador del Colegio Libre de Emeritos, etc.
Recientemente le ha sido concedida la Medalla de Oro al Mérito a la Investigación y Educación Universitaria. Este Premio, creado en 1980, reconoce a personas o instituciones destacadas en el apoyo y fomento de la Educación Universitaria y la Investigación Científica, y es la primera vez que se otorga y le ha sido entregada el día 1 del presente con la asistencia del Ministro de Educación y de la Ministra de Ciencia e Innovación.
Actualmente es Secretario de la Fundación Valenciana de Estudios e Investigaciones Avanzadas, Presidente Ejecutivo de los Premios Rey Jaime 1, Presidente de la Lección en Memoria de Jiménez Díaz, Presidente del Consejo Valenciano de Cultura, etc.
Su labor institucional ha sido igualmente intensa, ya que ha presidido diversos comités nacionales e internacionales, entre los que destaca el de Presidente del Comité Científico de Coordinación del Proyecto Genoma Humano de la UNESCO, Presidente del Comité Científico Asesor del Museo de la Ciencia "Príncipe Felipe", Vicepresidente del Patronato del Centro de Investigación "Príncipe Felipe", Profesor Distinguido Emérito "San E Roberts" de Bioquímica y Biología Molecular, de la Universidad de Kansas, etc.
Una de las grandes cualidades del profesor Grisolía es la de ser un gran comunicador y divulgador de la ciencia. Hombre inquieto donde los haya, su personalidad rebasa el concepto de científico ya que posee grandes cualidades humanas. En la persona de Santiago Grisolía llama la atención su carácter conciliador y dialogante, su generosidad, su capacidad de compartir, y de poner a disposición de los demás las ideas surgidas de su mente ingeniosa y creativa. Emprendedor, une a su simpatía y capacidad de relación, la creación de las empresas, citadas anteriormente, con las que se ha recuperado el antiguo espíritu de mecenazgo. No hay nadie que tenga más amigos entre la élite científica y nadie como él para convencer a las autoridades para apoyar sus iniciativas de carácter científico y social.
No sería justo terminar esta presentación sin dedicar unas palabras a la familia de Santiago Grisolía. Su esposa Frances Thompson, científica como él, es Doctora en Bioquímica por la Universidad de Wisconsin y ha sido profesora asistente de la Facultad de Medicina de Madison. En aquella Universidad se conocieron y trabajaron juntos en algún experimento, y en 1949 unieron sus vidas. Frances, mujer bella, inteligente y animosa ha sido su mejor logro y su colaboradora incondicional. Así, Frances no solo trabajó en tareas científicas en Madison, sino que ya en Valencia se dedicó con entusiasmo al Museo Ochoa, reuniendo el legado documental y científico del Premio Nobel.
Este patrimonio se encuentra hoy emplazado en el Museo de las Ciencias de Valencia. Es Académica Correspondiente Extranjera de la Real Academia de Doctores de España. Santiago y Frances son padres de dos hijos, James y Williams y tienen tres nietos, Michael, Francisco y Gianna.
Dejo para el final el mostrar a ustedes que no es hoy la primera vez que Santiago Grisolía es protagonista en actividades de la UNED. En una ocasión intervino activamente y de manera magistral en los Cursos de verano, en Seo de Urgel, en Lérida. y otra vez también lo hizo pronunciando la Lección Inaugural del Curso Académico en el Centro asociado a la UNED de Plasencia.
En ambas ocasiones tuve la satisfacción de disfrutar también de la compañía de Frances, su esposa.
Con estas palabras de presentación, he tratado de mostrarles de manera muy resumida algunas facetas de la personalidad del profesor SANTIAGO GRISOLÍA, como investigador científico y como persona. Por todo lo expuesto, Señor Rector Magnífico Señor Ministro, Autoridades Académicas y Claustrales.
Constituye un honor para la Facultad de Ciencias de nuestra Universidad que, precisamente este año que la Asamblea General de la ONU ha proclamado como Año Internacional de la Química, se otorgue y confiera al científico SANTIAGO GRISOLÍA, el grado de Doctor Honoris Causa en Ciencias por nuestra Universidad.
Querido Santiago, los profesores de esta Universidad sentimos hoy un inmenso orgullo. Te doy mi más grande enhorabuena en nombre de todo su Claustro de Doctores y un grandísimo abrazo con el cariño de nuestra maravillosa amistad.

Muchas gracias a todos.

Consuelo Boticario Boricario

Profesora Departamento de Ciencias Analíticas de la UNED

Madrid, marzo 2011