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LAUDATIO GIANNI VATTIMO

Doctor Honoris Causa por la UNED 2006

María Teresa Oñate y Zubía. Catedrática de Filosofía de la UNED


La Junta de la Facultad de Filosofía, así como el Departamento de Filosofía de la UNED, han propuesto la concesión del doctorado honoris causa en Filosofía al Profesor Gianni Vattimo, el principal responsable, junto a su maestro Hans-Georg Gadamer, de haber establecido la corriente Hermenéutica como koiné -lengua común lugar público comunicativo- de la filosofía actual. Cabe además a Vattimo el mérito de haber orientado la Hermenéutica hacia la Postmodernidad Crítica y el Pensamiento post-metafísico alternativo. Su original propuesta ontológica, denominada "Pensamiento Débil" pone en práctica un nihilismo activo concernido por la debilitación, disminución y dislocación de todas las estructuras fuertes o autoritarias. Todas aquellas estructuras dogmáticas que se hurtan al diálogo o la discusión y son conservadas -implícita o explícitamente- por los lenguajes, las costumbres y las precomprensiones de nuestras sociedades tardo-modernas.

Tres son las líneas de intervención características de la contribución de Gianni Vattimo a la Hermenéutica de los siglos XX y XX siguiendo a Friedrich Nietzsche, Karl Marx, Martin Heidegger y su maestro Hans-Georg Gadamer. Todos ellos comparten de diverso modo la recusación del positivismo y el historicismo propios de los s iglos XVIII y XIX, que se han venido prolongando hasta la primera mitad del siglo XX, no sin experimentar un perceptible desgaste en cuanto a peso cultural, credibilidad y legitimidad racional. La discusión de la racionalidad Hermenéutica con la razón Dialéctica Ilustrada no es desde luego ajena al cambio de paradigma que se registra en el pensamiento actual a partir del llamado "Giro Lingüístico" como “Giro de la Interpretación y la Comunicación”. En tal contexto –que es el heredado por Vattimo de su maestro Gadamer- se sitúa la intervención del Profesor Vattimo.


La primera de estas líneas da lugar al trazado del mapa doxográfico temático del pensamiento crítico contemporáneo y su problemática, articulado por la hermenéutica de Vattimo como lengua común y lugar de discusión común que hace posible la configuración concreta de la filosofía post-metafísica actual, en medio de las sociedades de la comunicación.


La segunda de ellas consiste en el lúcido planteamiento y subrayado sistemático por parte de Gianni Vattimo de la prioritaria cuestión de la filosofía del criterio o el Límite de la Interpretación, que entronca históricamente con el problema de la secularización, y en el contexto de la hermenéutica occidental europea, con la metafísica de la historia misma, la teología y la filosofía de la religión. Ello a partir de la fundación de la Historia de la Salvación por parte de San Pablo, Agustín de Hipona y el recurso al platonismo por parte del incipiente pensamiento cristiano.


La tercera de ellas preside la coherente respuesta hermenéutica del Profesor Vattimo, orientándose a elaborar una filosofía afirmativa contradogmática, cuyo objetivo se cumple en el rebasamiento hermenéutico de la dialéctica negativa merced al reconocimiento ontológico del espíritu del amor y la solidaridad como criterio hermenéutico suprajudicativo.

A través del decurso temporal de las tres intervenciones va elaborándose la filosofía hermenéutica de Vattimo desde los años 60 hasta la fecha, como un pensamiento asombrosamente coherente y una honda respuesta a los problemas de nuestro tiempo. Comienza por poner en conexión e interlocución sincrónica las distintas corrientes del pensamiento post-metafísico actual, cuya discusión crítica no se ha visto interrumpida nunca en sus escritos. Prosigue por el lado de la crítica desenvolviendo las implicaciones del Debolismo con que Vattimo pone en práctica el nihilismo activo de Nietzsche y Heidegger contra todo fundamento y sujeto metafísico, violento, autoritario y monológico. Mientras que por el lado del límite de la interpretación encuentra Vattimo -gracias al pensamiento de la kehre (la vuelta) y el retorno- también en su interpretación de Nietzsche y Heidegger, las bases para sustraerse al infinitismo. Es decir: las bases para enderezar lo que sería una crítica negativa sin fin que no haría sino invertir a Hegel disolviendo cualquier resistencia al neoliberalismo y el relativismo indiferente. La otra cara del fundamentalismo siempre en pugna estable con el relativismo liberal para perpetuar la enfermedad de la historia: la guerra y las crisis recurrentes del capital. Es la exigencia del límite de la interpretación lo que permite a Vattimo rebasar la mera crítica y abrir el espacio-tiempo de un pensamiento alternativo, atreviéndose a configurar sus propuestas.


A partir de la matriz hegeliano-marxiana de su filosofía busca Vattimo los lineamientos que puedan proporcionar el hilo conductor que se remonte hasta los orígenes cristianos de la historia de la secularización en busca del límite de la interpretación. Sólo que ahora tales textos originarios son leídos hermenéuticamente y por lo tanto en el contexto documental del mensaje (evangelos) y la buena nueva de la kénosis: la disminución y debilitamiento de cualquier absoluto, que se cumple en la encarnación de lo divino inmanente. Tal es entonces el sentido espiritual del mensaje de la historia-lenguaje de la emancipación, que orienta el decurso del nihilismo europeo contra la violencia de todos los absolutos. Tal es el vínculo (Iógos) entre modernidad ilustrada y postmodernidad, como de-limitación hermenéutica de la dialéctica crítica o metodológica. Su criterio y la justificación del mismo descansan en una nueva y exigente interpretación del cristianismo secularizado después de "la muerte de Dios": sin normas, sin dogmas, sin autoridades, ni poderes, sólo solidario con el espíritu de la caridad comunitaria en tanto que criterio preferencial suprajudicativo y capaz de orientar las opciones éticas, políticas o lógicas, en la sociedad de las diferencias.

Así dibuja Vattimo también una nueva libertad regida por el sentido de la solidaridad: la que disuelve la préponderancia y fijeza de los códigos, las informaciones, las normas, las inscripciones y los dogmas, en la ligereza del gay saber nietzscheano, sólo atento ahora al límite constituyente del sentido de la no-violencia y la afirmación de la afirmación: el espíritu del amor a lo divino inmanente allí donde se de y, para empezar, en relación a los seres humanos, los mortales, que no han de seguir buscando su aseguramiento negando a lo otro, ni afirmarse despreciando o sobrepasando el dolor de la vida, mientras repiten el monótono espíritu del resentimiento y la venganza infinita. Para que irrumpa la alegría trágica de la diferencia -enseña Vattimo- ha de darse la afirmación de la afirmación de lo otro, el amor al otro y a la pluralidad, que interpreta lo divino inmanente en los diversos lenguajes de todas las culturas animadas de la tierra. En esta última posición, abierta al pluralismo de lo múltiple cultural y religioso, igualmente soberano a la hora de la dialogicidad comunicativa, desemboca la elaboración del pensamiento contra-violento del Profesor Vattimo. En la articulación de una racionalidad Hermenéutica excepcionalmente atenta a las posibilidades, racionales y políticas, de la paz de las diferencias en el contexto actual: el de la globalización y su múltiple resistencia.


Cabe distinguir ahora, de acuerdo con los parámetros trazados, dos grandes épocas en la producción vattimiana de su obra:


La primera se extiende desde los años 60 hasta el final de los 80 y principio de los 90. En este período se producen las grandes monografías sobre los "clásicos" de la Postmodernidad hermenéutica: Nietzsche, Heidegger y Gadamer. Se han de destacar sobre Nietzsche los libros: El Sujeto y la Máscara, la Introducción a Nietzsche y uno bastante reciente intitulado Diálogo con Nietzsche donde Vattimo recoge sus más relevantes escritos nietzscheanos de los últimos 30 años. En cuanto a Martin Heidegger cabe distinguir un precioso libro: Ontología y Poesía dedicado a un comentario en profundidad del texto de Heidegger: El Origen de la obra de arte y otra Introducción a Heidegger. En ambos libros se produce 'un milagro comunicativo que no es ajeno al máximo reconocimiento internacional con que la filosofía de todas las academias y sectores honra y saluda hoya Vattimo con enorme simpatía. A saber: que consigue hacer que no sólo la filosofía sino también la más dura de sus disciplinas: la ontología ¡se entiendan!: se vuelvan inteligibles para los públicos cultos no especializados sin perder la tensión y concentración racional que caracteriza al discurso filosófico del ser que se da en el lenguaje.


Nietzsche, Heidegger, Gadamer, Deleuze, Foucault, Lyotard, Baudrillard, Derrida, Levinas, Habermas, Apel, Wittgenstein y Rorty se convierten por la magia rigurosa de Vattimo en los protagonistas de sus siguientes libros siempre discutiendo de la presencia y el porvenir de la hermenéutica tras la muerte de la metafísica y los arduos problemas implicados por el nihilismo en la era telemática del capitalismo de consumo. Títulos de Vattimo como: Las aventuras de la diferencia, Al final de la Modernidad, La sociedad Transparente o Más allá del Sujeto. Pensar después de Nietzsche y Heidegger... Son para las generaciones de los que hemos nacido alrededor de los años 60 verdaderos hitos en la historia de la racionalidad occidental cuyo trazado actual se cincela precisamente entre las voces del pensamiento que pueblan sus páginas.


La búsqueda del criterio como Límite de la Interpretación se explicita en ese mismo libro y en otros dos volúmenes indispensables: Ética de la Interpretación y Más allá de la Interpretación. Textos de implacable revisión crítica de todas las posiciones antes mencionadas: las del Postestructuralismo francés, la Neopragmática americana, el Idealismo Crítico, la Desconstrucción, etc. En ellos denuncia Vattimo las recaídas metafísicas de sus contemporáneos y establece la inderogabilidad de hallar un criterio liminar a la hermenéutica: la filosofía de la interpretación y la comunicación, si no quiere por relativista volverse tan dogmática como los fundamentalismos o absolutismos. Con esta elaboración entroncan los muchos escritos de Vattimo dedicados a la cuestión de la Secularización, que en mi opinión, figura entre las aportaciones de mayor complejidad y calado que debemos al filósofo de la postmodernidad. Se cierran con ellos los años 80 y sin asombro se asiste en la producción de la siguiente etapa a la explicitación de las raíces cristianas del pensamiento de la noviolencia, cuyo manifiesto había ya ofrecido Vattimo en un libro central que perfila su propuesta debolista: El pensamiento débil. La teoría de la debilitación, dislocación o desplazamiento como modos de la crítica no-dialéctica que no puede ser asimilada por el sistema, ni por la lógica de las racionalidades totalizantes, pues no reproduce la superación como modo transcendente: metafísico de dejar atrás lo criticado. La pietas de su maestro Gadamer aflora en la propuesta de Vattimo con toda la hondura de la que es portadora.


Ya en los años 90 los libros de Vattimo registran el giro al cristianismo no dogmático de la hermenéutica postmoderna, que se inscribe sin duda en el ámbito más amplio de un retorno de lo divino, lo sagrado y lo simbólico a la postmodernidad, una vez desmoronada la prohibición de los grandes relatos ilustrados en base al positivismo cientifista y el historicismo progresista. Justo los núcleos de la crítica postmoderna al colonialismo y el etnocentrismo occidental. Títulos como Creer que se cree; Después de la Cristiandad; Nihilismo y Emancipación o la última de las obras de Vattimo: El futuro de la Religión, consignan la posibilidad de una Hermenéutica izquierdista y religiosa, fuera de todo dogmatismo, y en orden a encontrar en el espíritu de la solidaridad, el amor o la caridad, el límite de la interpretación y de los juicios preferenciales.

Se ha de destacar también en este breve elenco de los libros principales de Gianni Vattimo -que se ve obligado a omitir sus innúmeros artículos y entrevistas- uno que parece revestir una singular importancia, pues está escrito junto con Jaques Derrida, Hans-Georg Gadamer y el español Eugenio Trías, que junto con Gianni Vattimo se reúnen en Capri para hablar de La Religión. El discurso del Profesor Vattimo se llama "La huella de la huella" y aborda el problema de la secularización como perspectiva central de la Hermenéutica en tanto que Filosofía de la Historia no escatológica y por eso, entonces, sí capaz de abrir el lugar para una religiosidad no metafísica.

Hasta aquí esta breve memoria de los parámetros y las obras que han venido roturando la incomparable aportación del Profesor Vattimo a la racionalidad Hermenéutica de los siglos XX y XXI, convirtiéndole en una de las figuras de mayor relieve internacional en el campo de la filosofía crítica contemporánea.

Quiero agradecer encarecidamente al Profesor Gianni Vattimo el que haya compartido su magisterio y su amistad no sólo conmigo (desde hace ahora algo más de 23 años) sino también de modo regular y sistemático con la Facultad de Filosofía de nuestra Universidad desde el año 2000 en que yo gané mi cátedra en la UNED. En efecto, desde entonces, Vattimo viene participando en diversas actividades académicas todos los cursos: en Congresos, Cursos de Verano, Seminarios, Proyectos de Investigación, Publicaciones y hasta grabaciones para la Televisión Educativa de la UNED realizadas con el Equipo del Cemav que tan estupendamente dirige Ángela Ubreva. Es en especial con el Grupo de Investigaciones Estéticas y Políticas Palimpsestos, de Tercer Ciclo de la UNED -que yo tengo el honor de coordinar- con quien Vattimo ha tenido un trato más cercano pues sus miembros se cuentan conmigo entre los organizadores de las actividades mencionadas, gracias a las cuales se ha relacionado Vattimo vivamente con cuantos estudiantes y colegas de la Facultad de Filosofía y de las restantes facultades, han tenido la oportunidad de conocerle y poder asistir a sus lecciones en nuestro campus. Sirva como botón de muestra el último Número Especial de la Revista de la Facultad de Filosofía de la UNED: Éndoxa, dedicado a su maestro: Hans-Georg Gadamer, y aparecido el pasado septiembre, donde se publican varios escritos recientes del Profesor Vattimo y varias de sus intervenciones televisivas, digitalizadas en un DvD. No es este sin embargo el último de los libros de la UNED que ha podido contar con la presencia de Vattimo. Precisamente estos días con motivo de su doctorado honoris causa acabamos de publicar gracias al Vicerrectorado de Medios Impresos y Audiovisuales, un volumen titulado: Ética de las verdades hoy, Homenje a Gianni Vattimo, que hemos coordinado el Doctor Simón Royo y yo misma, incluyendo en él un DvD con tres programas de televisión, realizados y emitidos desde el CEMAV.


Quiero agradecer a nuestro rectorado, y en especial al Decano de Filosofía, Profesor Manuel Fraijó, así como al Vicedecano, Profesor Jacinto Rivera de Rosales, que con su esfuerzo y apoyo hayan hecho posible este dia. Gracias también a los muchos profesores, estudiantes y personas de esta casa que han colaborado en preparar la celebración de un dia tan hermoso como éste. Un día muy hermoso para el pensamiento pluralista de la paz y la solidaridad, a favor de los más débiles: todos los marginados y los excluídos. El pensamiento contra-violento de las diferencias que se encarna magistralmente en la filosofía, la vida y la obra de Gianni Vattimo.


Quisiera concluir esta laudatio compartiendo con nuestra Comunidad Académica Universitaria el recuerdo de la impresión que me produjo Vattimo el primer día que lo conocí. Fue en Madrid, en el año 1983. Gianni Vattimo daba una conferencia sobre Passolini en el Instituto Italiano y yo estaba deseando verle porque ya había leído varios libros suyos que me había recomendado un profesor napolitano amigo mío, que era psicoanalista lacaniano y aseguraba que gracias a Vattimo estaba logrando leer a Heidegger. Pues bien, fui a verle y me causó una honda impresión. Supe que quería aprender todo lo que pudiera gracias a su magisterio porque tuve la certeza de que por él atravesaba la filosofía de nuestro mundo, la ontología de la actualidad. Y sin embargo eso no fue, de todos modos, aún siendo tan decisivo para mi vida posterior, lo más importante para mí. Lo esencial, lo que me pareció absolutamente extraordinario, callado y recogido, fue comprender quién sabe cómo, al estrecharle la mano, que aquél hombre tan alto y tan dulce, provisto de esa extraña belleza como ausente y perdida en vastas lejanías, preferiría siempre recibir el mal a cometerlo, y se empeñaría como Sócrates hasta la muerte, por la soberanía incomparable de un difícil imperativo: Devolver bien por mal. Así se lo he visto hacer siempre. Ese es el sello de su pensamiento.


Querido Maestro, Profesor Gianni Vattimo, muchas gracias por tu filosofía, tu enseñanza, tu amistad y tu ejemplo. Felicidades y enhorabuena de todo corazón.

Madrid, enero 2006