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Madrid, 5 de noviembre de 2012

La UNED celebra el 30 aniversario del programa de Formación en Centros Penitenciarios

“Cultura es reinserción, reinserción es ¡libertad!”

Antonio, estudiante de 5º curso de Ciencias Políticas en Madrid VII – Estremera


La UNED celebró el 30 aniversario de su Programa de Formación en Centros Penitenciarios en el Centro Madrid VII – Estremera. Los 1273 estudiantes – 87.5% hombres y 12,5 % mujeres- matriculados en el curso 2011/12 ratifican la apuesta por la formación universitaria como uno de los principales instrumentos de reinserción social.




Presidió la celebración el Vicerrector de Estudiantes, Cultura y Empleo, Álvaro Jarillo; acompañado por el Subdirector General de Tratamiento y Gestión Penitenciaria, Javier Nistal; el director del Centro Penitenciario de Extremera, Jaime González-Novo y la directora del Programa de Centros Penitenciarios, Araceli Gómez.

Un dueto de cuerda interpretó piezas de Vivaldi y Bach; la tuna del centro ofreció, coreada por los internos, una versión de “Clavelitos” y cerró la jornada el Gaudeamus Igitur cantado por los asistentes.

La lección magistral, impartida por el filósofo Javier Muguerza, versó sobre el progreso moral. El profesor inició su conferencia con el recuerdo de los tiempos de la Dictadura, cuando él, un joven estudiante comprometido, fue encarcelado por sus ideas. En su recorrido por la historia de la razón, aludió a “la cota más baja del progreso moral, registrada cuando un hombre mató a otro; y la cota más alta, cuando un hombre dio su vida por otro”. Situó ambos hechos, simultáneos, en la prehistoria. “Hoy tenemos más conocimiento, somos más libres para optar por el bien o por el mal, para decidirnos por un futuro cooperativo o destructivo”. Ante ese progreso moral incierto, concluyó, sólo queda “recurrir a la utopía que, como la línea del horizonte, sirve para avanzar en pos de los derechos humanos, la paz y la justicia, rebelándonos contra sus contrarios”.

Jaime González –Novo, director de Madrid VII- Estremera, señaló que este centro penitenciario, uno de los últimos en abrirse en España, se inauguró en 2008 y al curso siguiente ya incorporó el programa de formación superior de la UNED. “Me siento orgulloso no sólo porque el número de internos que se matriculan crece año tras año, sinó por los buenos resultados académicos de los que podemos presumir”.

A José Luis, estudiante de Turismo en la UNED, le parece que fue ayer “cuando trataba de explicar a un grupo de compañeros cómo se sumaban fracciones. Hoy están matriculados en Economía o terminando Filosofía. Y todo ello gracias a la colaboración de los profesores, que nos traen las herramientas de formación hasta aquí; del personal de Administración, que nos ayuda a salvar obstáculos…, pero, sobre todo, gracias al esfuerzo individual de cada uno de nosotros”,

Antonio, que está ya en 5º de Ciencias Políticas empezó la carrera como un pasatiempo. Aprobó el curso completo a la primera y se animó. Ahora se entrega a fondo en su formación porque, asegura que “soy consciente de que trabajo por mi futuro”. Como buen político, sabe arrancar aplausos entusiastas entre los asistentes cuando afirma, rotundo que “no olvido que cultura es reinserción y reinserción es… ¡la libertad!”.

Araceli Gómez quiso dar la bienvenida a los nuevos estudiantes y animar a los de años anteriores, apostando por una UNED “que tendrá siempre las puertas abiertas para vosotros, incluso en estos momentos tan difíciles debido a la situación económica general”. Repasó los proyectos que se han incorporado en los últimos tiempos y el apoyo que el programa recibe de la universidad, “como demuestra el compromiso de las vicerrectoras adjuntas de Pruebas Presenciales, Rosa Martín, y Cursos de Verano, Consuelo Gómez que nos acompañan hoy para desearos un buen año académico”.

Javier Nistal citó al profesor Muguerza: “el hombre no es más que lo que la educación hace de él” y se congratuló de la intensa colaboración entre Instituciones Penitenciarias y la UNED en los 30 años que se celebraban. “El año pasado tuvimos más de 1.200 estudiantes, una cifra que esperamos superar este año. Igual que el número de Aulas UNED, 12 en la actualidad, dotadas de todas las herramientas tecnológicas compatibles con los necesarios sistemas de seguridad. Un número que también esperamos ampliar”.

La innovación tecnológica fue uno de los avances que también resaltó Alvaro Jarillo, “introducir la tecnología en los centros penitenciarios ha sido un gran avance en el trato igualitario que se merecen todos los estudiantes de la UNED. Igual que abrir los cursos de verano a personas externas que pueden compartir enseñanzas y experiencias con los internos”. Pero, sobre todo, se mostró orgulloso porque “lo que hace la UNED es daros la oportunidad de invertir en vosotros mismos. Daros las armas que podrán hacer valer vuestros derechos. Ahí afuera, ahora mismo, es muy difícil acceder a un empleo. Nadie regala nada y la formación es lo único que os podrá ayudar cuando salgáis”.








Mayuri va a por todas

Mientras se desarrollaba el acto, Mayuri y sus amigas estaban inquietas. Ella iba a defcir unas palabras y todas las esperaban con expectación. Le ayudó a escribirlas su amiga Odette, alumna de Económicas, la misma carrera que ella inicia este curso. A su lado, otra amiga comentaba ilusión por matricularse en psicología. Dos asientos más allá, dos internas muy jovencitas, pedían a las estudiantes, con acceso fácil a la biblioteca, que les sacasen unas revistas que tenían unos poemas que querían copiar, quien sabe para enriquecer qué carta remitida a alguien muy querido.

“La ignoracia afirma o nega rotundamente, la ciencia duda”, comenzó Mayuri. Y explicó que había llegado a Estremera hace dos años y en ese tiempo había terminado la ESO, aprobado el Curso de Acceso para Mayores de 25 Años y ya mismo empezaba Primero de Económicas en la UNED.

Mayuri decía tener muchas dudas, pero una absoluta certeza: “he elegido el camino de la academia y desechado no hacer nada. Persigo mi sueño y cada esfuerzo, cada paso que doy hacia él, merece la pena”.

Ella y sus amigas están ya en el camino de la formación universitaria. Quizá también lo iniciarán en algún momento las dos señoras que no podían cantar el himno universitario porque aún no sabían leer o aquel grupito de internas a las que encantó la copia del Gaudeamus Igitur, un texto en latín, una lengua que nunca antes habían visto impresa.

Hay menos mujeres reclusas que hombres estudiando en la UNED. Aparentemente pudiera ser porque sufren menos condenas o las penas son más cortas. Sin embargo una investigación que está realizando un equipo de sociólogos de la UNED con población interna arroja unos primeros resultados desalentadores: las diferencias de género en el acceso a la formación también existen en prisión. Cuando una mujer entra en la cárcel ha de seguir ocupando su tiempo en organizar la familia y obligaciones que deja fuera. Así que también ahí tendrá menos tiempo para estudiar que sus compañeros varones. Habrá que esperar unos meses para que Consuelo del Val, Antonio Viedma y Fernando Reviriego den conocer las conclusiones detalladas del estudio.





Al final del acto, se interpretó el himno universitario “Gaudeamus Igitur” cuya versión en latín original fue repartida entre los asistentes. En la mesa, de izquierda a derecha, Araceli Gómez, Javier Nistal, Álvaro Jarillo, Jaime González-Novo y Javier Muguerza.

Fotos: Sonia Cubillo Martín
Texto: Aida Fernández Vázquez