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Federico Mayor Zaragoza presentó la nueva Cátedra UNESCO con el orgullo de quien impulsó la colaboración entre los mundos de la educación, la investigación, la empresa y la distribución del sector alimentario, “porque sólo conociendo la realidad a fondo podemos cambiarla”. Y a la necesidad de cambio de actitudes dedicó parte del su discurso inaugural. “Hay cosas intolerables que estamos tolerando y eso nos genera un grave problema del conciencia”, aseguró. “Hablamos de una crisis sistémica, una crisis que es sólo financiera, y mientras nos ocupamos de los vaivenes de la prima de riesgo aceptamos que se mueran de hambre cada día entre 60 y 70.000 personas”.
Mayor Zaragoza instó a todos los participantes de esta cátedra transdisciplinar a afrontar el desafío que supone “garantizar la habitabilidad de la tierra a las futuras generaciones. Estoy convencido que los problemas que hemos de afrontar tienen remedio: tenemos la biotecnología, conocemos las técnicas de producción, preparación y distribución de alimentos y sabemos que no podemos mantener un mundo donde menos del 30% de seres humanos privilegiados disponemos de acceso a los alimentos y al agua. Somos los científicos, los docentes, las empresas y las instituciones quienes debemos buscar y aplicar soluciones para estos graves problemas del sistema del alimentación global. Si no creyera que es posible yo tampoco estaría aquí”, concluía.
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