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Madrid, 21 de febrero de 2013


Una visión global para un problema real






La UNED contará con la primera Cátedra UNESCO, en España, sobre temas agroalimentarios y estará dirigida por dos miembros del Grupo de Investigación en Economía Política Internacional de la Universidad a Distancia (GIEPI), los profesores José María Marín Quemada y Javier García- Verdugo. Esta Cátedra, abordará el estudio de la producción de alimentos y la seguridad alimentaria global.


Las Cátedras UNESCO son el resultado de una iniciativa de este organismo de las Naciones Unidas, que tiene por objetivo avanzar y mejorar en la proyección de la investigación, capacitación y programas de desarrollo de la educación superior, por medio de redes universitarias.


Bajo el lema Ciencia e Innovación para el Desarrollo Sostenible: Producción de alimentos y seguridad alimentaria global, será financiada por la UNED y por la Fundación Triptolemos, en la que Federico Mayor Zaragoza ostentará la Presidencia de Honor.


Para la Fundación Triptolemos, esta Cátedra UNESCO tiene como finalidad poder divulgar su visión del sistema alimentario y contribuir a la mejora del mismo con acciones en el espacio basadas en cuatro ejes fundamentales: Disponibilidad, Economía, Política y Saber.


El profesor Javier García-Verdugo, Codirector de la Cátedra UNESCO, Doctor del Departamento de Economía Aplicada y Coordinador de distintos Máster EEES y Programas de Doctorado, como el de Crecimiento Económico y Desarrollo Sostenible aborda estacompleja problemática.







Pregunta.- Las técnicas de explotación industrial aplicadas a la agricultura y, en general, al mercado alimentario, en el llamado mundo desarrollado -reducción de costes, incremento de la producción, ampliación de los mercados- parecen desembocar en la siguiente ecuación: cuanto mayor es la producción más alimentos hay que producir. En los últimos 50 años la oferta crece a mayor velocidad que la demanda, los precios caen en origen, los agricultores invierten en más tecnología para incrementar la producción,… ¿están los productores de alimentos atrapados en un círculo vicioso?



Respuesta.-Los precios de los alimentos se generan en mercados internacionales bastante competitivos, sobre todo en el caso de alimentos comunes muy estandarizados como el trigo, el maíz, el arroz, la soja, etc. Aunque es cierto que en 2012 los precios de los alimentos disminuyeron, no es esta una situación habitual.


Lo verdaderamente característico de los mercados internacionales de alimentos son más bien las constantes fluctuaciones de precios —subidas que se alternan con bajadas—, en parte inevitables porque las decisiones de producción se toman en función de los precios de la campaña anterior, que son consecuencia de unas circunstancias de oferta y demanda que normalmente no se repetirán en la campaña actual.


En este sentido sí se puede decir que los agricultores están atrapados en una situación difícil, que afecta de manera especialmente dramática a los países menos desarrollados, ya que los países desarrollados —por ejemplo, la Unión Europea— suelen tener políticas de fijación de precios o de rentas agrícolas a costa de los países menos desarrollados.


P.- Sin embargo, a pesar de la abundancia, la producción y distribución de alimentos no ha conseguido evitar el hambre en el mundo. La oferta mundial de alimentos, se estima, sobrepasa las necesidades calóricas "per cápita" en un 20%, en un mundo donde hay un número casi idéntico de personas mal nutridas por exceso como por defecto (más de 36 millones de muertes anuales vinculadas al hambre, según estadísticas de Naciones Unidas). ¿Es únicamente la industria alimentaria la responsable de este desastre?


R.- Aunque ese tipo de estimaciones deben siempre analizarse con cuidado, cada vez hay un mayor consenso en que el problema de las hambrunas y de la desnutrición, tan generalizadas en los países menos desarrollados y en algunas regiones de los países emergentes, podría resolverse si hubiera una suficiente voluntad política. Así lo consideraron los firmantes de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que en el cambio de siglo se comprometieron a eliminar el hambre del mundo para el año 2015. Sin embargo, en la última evaluación de lo conseguido hasta ahora se ve que queda todavía mucho por hacer.


No puede señalarse un único responsable de esa situación inaceptable, pero sí puede afirmarse que no es la industria alimentaria. Buena parte de las hambrunas se producen por guerras y conflictos civiles, o no son remediadas por gobiernos ineficaces o corruptos, pero también influyen decisivamente los aranceles impuestos por los países desarrollados a las importaciones de alimentos procedentes de los países menos desarrollados.


P.- En los próximos años la demanda de alimentos tenderá a incrementarse. La población mundial aumenta y los países en vías de desarrollo parecen seguir las pautas occidentales de consumo. Vd. es un experto conocedor de la situación energética internacional. ¿Cómo se puede abordar este reto en un escenario donde la energía será más cara, el clima más inestable y el agua más escasa?


R.-Me gustaría subrayar que las proyecciones a más de cinco o diez años de datos económicos, de población o de variables medioambientales pueden útiles para formular políticas a largo plazo, pero no deben considerarse datos ciertos e inevitables. De hecho, en los años 70 la mayoría de los expertos estimaban que el petróleo se acabaría en no muchos años, y sin embargo desde entonces se ha sacado del subsuelo una cantidad de petróleo equivalente a tres veces las reservas estimadas en aquella década.


En muchos casos, lo que hace que no se cumplan las predicciones a medio y largo plazo es el ingenio humano que se concreta en innovaciones tecnológicas. Por ejemplo, las fuentes de petróleo y gas natural no convencionales que se han desarrollado en los últimos cinco años pueden transformar el sector energético internacional, y su origen está directamente ligado a la existencia de una técnica de extracción de gas o petróleo que es rentable a partir de determinado precio del crudo.


Teniendo en cuenta lo dicho hasta ahora, me parece que hay que poner los medios necesarios a corto plazo para solucionar los problemas que aquejan al sector alimentario internacional, y también —en la medida que sea posible sin una interferencia indebido— los que afectan a algunos países en desarrollo. Sin embargo, no se pueden resolver todos los problemas simultáneamente, especialmente en un contexto de crisis económica: por ejemplo, con el dinero que se estima necesario para afrontar el cambio climático podría resolverse todo el problema de abastecimiento de agua potable en los países en desarrollo. Es necesario por tanto establecer prioridades en los objetivos de desarrollo, y asignar en consecuencia la financiación de los países y de los organismos internacionales.


P.- Recientemente, la UNESCO ha aprobado una cátedra sobre el hecho alimentario global que será financiada por la UNED y por la Fundación Triptolemos, y dirigida por dos miembros del Grupo de Investigación en Economía Política Internacional (GIEPI) de la UNED. Vd. es uno de ellos, ¿qué aportaciones puede brindar la Cátedra UNESCO a esta problemática?


R.- La Cátedra tiene por objetivo el análisis del hecho alimentario global combinando un enfoque socioeconómico y tecnológico. Nos proponemos aplicar las herramientas de análisis de la política económica a las cuestiones geopolíticas relacionadas con las hambrunas, la desnutrición, la seguridad alimentaria, la volatilidad de los precios de los alimentos, las técnicas de producción agrícola, la modificación genética de alimentos, etc., siempre haciendo especial referencia a los países en desarrollo, que es donde estas cuestiones tienen una mayor incidencia.


Pensamos que ese enfoque multidisciplinar es el necesario para abordar problemas que no son estrictamente técnicos ni económicos, sino que requiere un análisis certero de cuestiones políticas de ámbito internacional. Para ello, confiamos colaborar con otros especialistas de procedencia diversa que estén interesados en contribuir con su experiencia y sus investigaciones a la solución de los problemas alimentarios.




Isabel Quiñones

Edición web: Elena Lobato

Comunicación UNED