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Jueves 21 de febrero de 2013



UBUNTU




Ubuntu, es una antigua palabra africana que significa humanidad, generosidad, compartir. Como ideal promueve la cooperación entre individuos, culturas y naciones. Una cooperación absolutamente necesaria para la supervivencia de los pueblos y que Federico Mayor Zaragoza, plasma como toda una declaración de principios en la carta de presentación de la Fundación Triptolemos en la que afirma “Los Derechos Humanos son inherentes e indivisibles. Pero uno de ellos, el derecho a la vida, es el derecho supremo porque condiciona el ejercicio de todos los demás. Por esta razón, el derecho a la alimentación es un derecho fundamental y todos tenemos que contribuir en nuestro comportamiento diario, a hacer posible que nadie quede excluido de esta faceta esencial de la dignidad humana”.


Federico Mayor Zaragoza, Presidente de Honor de la Fundación Triptolemos y Director General UNESCO(1987-1999) siempre implicado en el diálogo y en los esfuerzos conjuntos, defiende en esta entrevista, la necesidad de crear un entorno que lleve a un estado de confianza y que de credibilidad al sistema.

Pregunta.- A mediados del presente siglo (XXI) el mundo tendrá que alimentar a una población estimada en unos 10 mil millones de personas; cerca de 3 mil millones de habitantes más de los que hoy poblamos el planeta. Este crecimiento exponencial (en los últimos 40 años se ha más que duplicado la población de la tierra) exigirá un aprovisionamiento de alimentos descomunal. ¿El comercio de alimentos global puede garantizar este suministro? ¿Ha tocado techo el actual sistema de economía de la alimentación?

 

R.- Lo que importa es asegurar la producción suficiente, complementada con una distribución eficaz para llegar a los ciudadanos con un poder adquisitivo suficiente para alimentarse dignamente.  Este es el gran desafío que concierne a todos los habitantes de la Tierra sin excepción.  Es una vergüenza que los paraísos fiscales estén colmados y se inviertan cada día 4,000 millones de dólares en armas y gastos militares cuando mueren más de 60,000 personas por inanición, entre 30 y 35,000 de ellas niños y niñas de edades comprendidas entre 0 y 5 años.


 

P.- En el actual sistema globalizado de producción y distribución, ¿la seguridad alimentaria está más amenazada por epidemias víricas detonantes de una pandemia (proveniente de virus similares al H5N1) o por plagas (como la roya ugandesa, Ug99, que a finales del pasado año –como alertaba la FAO- ya se extendía por Irán en lo que parece su inexorable viaje hacia China) que afecten a los cultivos?

 

R.- Depende   de  la   hipervariabilidad  de  los   mutantes,  de la   capacidad   invasiva -condicionada a su vez por las condiciones meteorológicas- y de la existencia o no de tratamientos eficaces.  Hoy han mejorado enormemente, con la “preparación genética”, las estrategias preventivas.


 

P.- Los subsidios agroalimentarios, que fomentan la producción de excedentes, representan en torno a un 22 % de la renta total del sector primario en USA, un 32 % en la Unión Europea y sobrepasan el 50 % en Japón. Algunas de las voces que abogan por la sostenibilidad, la diversidad de cultivos y la salud ven imposible su implantación sin políticas de intervención pública en los mercados (que conllevarían su correspondiente carga de fiscalidad). En el actual escenario económico mundial, ¿es posible políticamente su defensa?

 

R.- Debe llevarse a la práctica con rapidez y eficacia las intervenciones públicas para aquello que es prioritario para el bienestar social.  La fiscalidad adicional que requieren la alimentación, el agua, la salud, la protección del medio ambiente… es  inferior a lo que representan los cuantiosos y con frecuencia innecesarios gastos en armamento.

P.- “El grado con el que las estructuras de poder de los estados dominantes, las empresas transnacionales, las organizaciones internacionales y las fuerzas armadas logren mantener cierta apariencia de orden”, serán los únicos garantes que eviten el caos resultante del hundimiento de los sistemas de producción mundiales de alimentos. Esta afirmación, de un análisis conjunto de varios Institutos Medioambientales internacionales, presentado en la Academia Nacional de Ciencias estadounidense, ¿es una mera especulación apocalíptica o realmente un “aviso a navegantes”?

 

R.- Es un aviso serio a navegantes. Pero no es nuevo. Hay avisos serios anteriores: todos los informes de la FAO desde finales del siglo XX, cuando las reservas  mundiales de cereales empezaron a decrecer. También puede mencionarse aquí el estudio del Profesor Vaclva Smil: “Alimentar al mundo, un reto del siglo XXI”, editado en España por editorial siglo XXI (2000). Todos coinciden en la gravedad del problema pero, al mismo tiempo, muestran que es posible remedio si se toman sin dilación las medidas oportunas.

 

P.- Si abordar un cambio de ruta es una obligación ética y de supervivencia ineludible, el nuevo rumbo ¿a dónde apunta? ¿La renuncia al uso de pesticidas químicos en favor del cultivo ecológico, el recurso a los transgénicos, el retorno a una explotación de escala local, la acuicultura, el abandono de la carne como fuente proteica,…?

 

R.- En un mundo cada vez más complejo, no hay solución única. Todo está interrelacionado. Podemos alimentar al mundo gracias a los avances tecnológicos que han evitado, por el momento, las predicciones de Maltus. El desarrollo sostenible se logra valorando el riesgo, de tal forma que se mantenga  el planeta plenamente habitable para las siguientes generaciones. Es a la humanidad a la que debemos asegurar una vida digna con gran persistencia  creativa. El planeta es solo un instrumento que debemos mantener “en forma”. En esta situación, transgénicos, pesticidas, acuicultura,… deben situarse y articularse en una estrategia conjunta, guiada sólo por el rigor científico.

 

P.-Vd. como Presidente de la Fundación Triptolemos, acaba de firmar la puesta en marcha, junto con la UNED, de la Cátedra UNESCO sobre ciencia e innovación para el desarrollo sostenible: producción de alimentos y seguridad alimentaria global. ¿Qué aportaciones puede brindar esta Cátedra UNESCO a esta problemática?


La Cátedra UNESCO TRIPTOLEMOS ha basado su planteamiento, precisamente, en ayudar a coordinar las actividades de todos los sectores de la cadena alimentaria.  Existen 4 grandes pilares: la disponibilidad (desde el campo al consumidor), economía (desde la global al ciudadano), política (apoyo a la disponibilidad y a la seguridad alimentaria) y cultura (educación, comportamiento, gastronomía).  La Cátedra pretende conectar de forma permanente con los distintos actores de cada uno de estos grandes espacios para facilitar su interacción.  Al conjunto se le denomina Sistema Alimentario Global y en él tiene cabida desde la actividad del pequeño campesino a la del restaurante de la esquina.


La Cátedra reunirá de inmediato su Consejo Rector que fijará en detalle las líneas a seguir. Las 24 universidades que forman parte de la Fundación Triptolemos colaborarán con la Cátedra UNESCO, de tal manera que el efecto multiplicador, unido a la directa relación con las empresas del sector, sea el que corresponde a un enfoque global para un desafío igualmente global.




Isabel Quiñones

Edición web: Elena Lobato

Comunicación UNED