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La UNED más solidaria, en Kenia


El arqueólogo de la UNED José Manuel Maíllo Fernández participa de la creación de una escuela junto al lago Turkana.


La UNED ayuda a llevar a Kenia la educación infantil. Colabora en la construcción de un aula en Lokwar Ankaleso, al suroeste del Lago Turkana, donde se impartirán clases a los más pequeños de la comarca y en la que participa el profesor de prehistoria de la UNED Maíllo. Se trata de la parte solidaria del proyecto de investigación In-Africa y el Proyecto solidario Ejok (bienvenido en lengua Turkana). Además del equipo científico, colabora en la gestión un grupo de jóvenes de diferentes nacionalidades (Reino Unido, Alemania, Holanda y Brasil), comprometidos con la construcción de éste aula. Tras la puesta de marcha de Ejok, se empezó a planificar el aula y a buscar los recursos económicos necesarios.


El proyecto científico In-Africa cuenta con un presupuesto de 2,5 millones de euros, aportados por el European Research Council (UE) en el que José Manuel Maíllo está integrado desde su inicio. Ejok, por su parte ha recaudado un total de 15.000 euros, fondos necesarios para llevar a cabo el proyecto.

¿Cómo surge la idea de construir una escuela en Lokwar Ankaleso?

El grupo de investigación lleva con este proyecto un par de años, pero desde hace cuatro se estudian las prospecciones y contactos previos de reconocimiento y potencial arqueológico de la región. Desde el inicio, y a nivel individual, los miembros del equipo aportaban material escolar a las escuelas primarias de la zona y fue la comunidad local la que nos solicitó la creación de un aula para los más pequeños. De ésta propuesta surgió el proyecto solidario Ejok.




¿Cómo se integra usted en el equipo de investigación In Africa?

En 2008 recibí el premio de jóvenes investigadores de la UNED-Banco de Santander y en 2010 el de jóvenes profesores para realizar estancias en instituciones extranjeras. Yo elegí para ambas la Universidad de Cambridge, primero en el Departamento de Arqueología y más tarde en el Leverhulme Centre for Human Evolutionary Studies. Allí contacté con la Dra. Marta Mirazón Lahr y el Prof. Robert Foley y me integré en su equipo de investigación como especialista en tecnología lítica, primero en el proyecto que realizaban en aquel momento en el suroeste de Libia, cercenado en su continuidad por lo inestable de la zona, y ahora en Kenia.

¿Cuál es su labor en ese equipo?

Un proyecto de estas características tiene numerosos investigadores de disciplinas diversas (arqueología, antropología física, genética, geología....). En mi caso me encargo de estudiar la tecnología lítica, es decir, de cómo se hacían las herramientas de piedra, de los grupos del Middle Stone Age, grosso modo, de hace 250-300.000 años a 40.000 años antes del presente.

¿Cada cuánto tiempo visita la zona?

En los dos últimos años tres veces.

¿Porqué elige esa zona y no alguna otra, igual de deprimida, en el Sahel, el conocido como cinturón africano del hambre?

No hay relación directa entre la elección de la zona y su situación social a la hora de elegir el lugar donde desarrollar una investigación científica. La región del Lago Turkana, así como el Central Rift (área del Lago Nakuru), donde también trabajamos, representan un lugar único, por sus características geológicas, para conocer el registro fósil de la humanidad desde su origen. En el caso particular de la región del Turkana, alejada de los circuitos turísticos keniatas por su aridez y dureza, presenta una angustiosa escasez de recursos alimenticios, lo que unido a una explosión demográfica en los últimos años, hace más difícil los modos de vida de los grupos Locales, entre ellos los Turkana.

¿Cuál es la aportación de la UNED al proyecto?

Hasta el momento la aportación de nuestra universidad es de carácter científico, soportando mi investigación a través de mi salario. Hubo un intento de colaboración que no acabó de arrancar por motivos diversos, pero Ejok no termina con la construcción del aula, hay que mantenerla y aquí quizás nuestra universidad podría colaborar aportando parte del material escolar necesario.


¿Alguien de su equipo, o usted mismo, ha participado con anterioridad en un proyecto de cooperación similar?

Sé que algunos de mis compañeros si, en mi caso particular, sólo colaboraba de manera pasiva pagando las cuotas de tres ONGs (ACNUR, Médicos del Mundo y Acción contra el Hambre). Es mi primera vez de manera activa.

¿Qué les ha resultado más difícil en el diseño y gestión inicial del proyecto?, ¿entenderse con la burocracia local, buscar y convencer a sus donantes? ¿implicar a sus respectivas universidades?

Ejok es un proyecto en cierta medida amateur, ya que ninguno de nosotros teníamos experiencia previa en este tipo de proyectos. Por supuesto, lo más complejo ha sido buscar la financiación y darnos cuenta de los cauces adecuados para obtenerla. La mayoría del presupuesto donado ha sido a partir de pequeñas aportaciones particulares de nuestro círculo de amigos, uno de los College de Cambridge, King's College, algún evento organizado por Ejok, el montante destinado a cooperación del Proyecto In-Africa y la compañía petrolífera AfricaOil que aporta las herramientas y su transporte.

¿Cuáles son la mayores carencias que han detectado en las muchachas y muchachos que van a formar?, ¿cómo piensan afrontarlas?

Desde un punto de vista educativo, el analfabetismo es una tragedia en esta región. Nosotros no vamos a educarles, sólo aportamos la infraestructura para que se pueda llevar a cabo.


¿Serán ustedes mismos los profesores o están en relación con alguna ONG para la labor de enseñanza?

No, nosotros no podemos hacernos cargo de dar las clases a niños tan pequeños por motivos varios, entre ellos que ya tenemos nuestro trabajo, nuestra falta de conocimiento pedagógico, el casi nulo manejo del swahili... La educación será asumida por los maestros locales de la escuela.

Convénzanos de la necesidad y el valor que tiene su proyecto.

No me considero una persona con mucho poder de convicción. En mi caso particular, la posibilidad de aportar algún tipo de futuro a través de la educación, fue lo que me convenció para unirme a Ejok.

Las donaciones siguen abiertas y se pueden hacerlo a través de esta web

Nuestro trabajo arqueológico se puede seguir aquí

Aida Fernández Vázquez

Fotografías: José Luis Maillo. Puedes ver aquí todas las fotografías

Edición web: Alicia Bardón

Comunicación UNED