MeNTe responde a una demanda clara de una sociedad que envejece y que requiere nuevas formas de intervención basadas en las Nuevas Tecnologías. Esto incide en la reducción de la brecha digital, mejora la accesibilidad a estos recursos y facilita que pueda ser utilizado como un programa-medicamento o como una nueva intervención en e-health y e-learning para instituciones y usuarios. En la práctica, se traduce en un programa informático estructurado, intuitivo y sencillo que de momento ha sido probado en personas mayores, pero que tiene una gran proyección.
De hecho, la psicóloga plantea entre sus objetivos “que MeNTe sea un referente en programas de memoria de una forma escalada, es decir, que pueda acabar sirviendo para distintas edades y distintas áreas, como lenguaje, etc.”. Así, su campo de aplicación sería también mucho más amplio, “pues además de los centros de mayores se podría distribuir a través de médicos, familiares, compañías médicas aseguradoras, escuelas, desde la propia universidad a través de la Formación Continua...”.