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Madrid, 28 de febrero de 2014



La rectora de todos

La UNED celebra el 6 de Marzo la XVI Edición de los Premios Elisa Pérez Vera, en el salón de actos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología





Antiguo Rectorado

Virtualización de la enseñanza en la UNED


Eran los 80, los famosos años 80 en España. Nuestra actual Constitución apenas había comenzado a andar, tenía solo cuatro años. Se vivían momentos de cambio, de euforia, la política se respiraba a pie de calle. Nada parecía imposible.




"La Rectora Elisa Pérez Vera en 1987". Fuente: Mº de Empleo y Seguridad Social. Fotografía: Carlos Ortega

Bajo estas circunstancias, en 1982, fue elegida rectora de la UNED, Elisa Pérez Vera. Rectora, es decir, mujer. Y además, de una universidad también joven, “distinta”. Creada en 1972, con una estructura, entonces, diferente a la de cualquier universidad presencial - porque “era a distancia”- pero que, sin casi saberlo ni pretenderlo, esta universidad, sentaría las bases del más novedoso sistema de enseñanza universitario del futuro, basado en las Tecnologías de la Información y la Comunicación. De un futuro que en ella ha sido presente desde 1972, y que en la actualidad está siendo aplicado por casi la totalidad de universidades presenciales del panorama universitario.

El hecho de que Elisa Pérez Vera, llegara al rectorado de universidad, en estos momentos no sorprendería a nadie, pero en 1982 nunca se había producido un hecho semejante. Por eso, a la rectora Pérez Vera, mujer, gentil, hábil, sonriente, profundamente inteligente y dedicada por completo a las tareas que en cada momento ha tenido que desempeñar, siempre le acompaña el sobrenombre de “primera rectora de una universidad española”. Si además, tenemos en cuenta que su elección fue gracias a un Claustro Universitario mayoritariamente masculino, es posible afirmar que la UNED, es una universidad novedosa, eficaz, que cuenta con el mayor número de alumnos y que cumple fielmente uno de los fines para el que fue creada. El de no discriminación.


Por todas estas razones, y a diferencia de lo que suele ser habitual en el reconocimiento de méritos, la UNED ha creado, en vida de la protagonista, el Premio Elisa Pérez Vera, del que el día 6 de marzo, se celebra su XVI Edición. Un premio con nombre de mujer, en el que también se premia a los hombres.







La protagonista del día, Cecilia Cienfuegos, que se presentó bajo el pseudónimo de “Rogelia González”, ha sido la premiada en esta XVI Edición de los Premios Elisa Pérez Vera. Lo ha sido, por su trabajo “Diálogos de justicia”, un tema que hoy se antoja candente y que ella ha elaborado desde un perfil, en el que se define como” Graduada en Humanidades, actual estudiante de Máster en Teoría y Crítica de la Cultura en la Universidad Carlos III y estudiante de Filosofía en la UNED” pero sobre todo, Cecilia se describe a sí misma, como “pianista y profesora de esta especialidad. Trabajadora precaria/parada, activista social y feminista a tiempo completo”


Ella nos cuenta que “El trabajo que presenté al premio Elisa Pérez Vera lleva por título: Diálogos de justicia. Una revisión crítica de los debates en torno al reconocimiento desde los Estudios de Género. Mi intención en esta investigación, era la de acercarme a las teorías contemporáneas de justicia desde una perspectiva crítica y especialmente sensible a los retos propuestos por el pensamiento feminista a lo largo de su historia. En este sentido, parto inicialmente de la discusión entre dos paradigmas teóricos encontrados: por un lado, el paradigma redistributivo de justicia, con John Rawls como representante indiscutible y, por otro, el paradigma del reconocimiento, al que me acerco a partir de Axel Honneth, uno de los pensadores más interesantes en lo que se ha dado en llamar la recuperación del reconocimiento hegeliano. Finalmente, no obstante, centro el debate en torno a la discusión entre Honneth y Nancy Fraser (autora que propone un paradigma bivalente, a caballo entre la redistribución y el reconocimiento), pues es aquí donde considero que puede abordarse una discusión más fecunda para los intereses y necesidades feministas. Así, en la segunda parte del trabajo, realizo un análisis de la discusión teórica entre estos dos autores a partir de varios ejes fundamentales para el análisis de género. En primer lugar, propongo partir de la necesidad de hacerse cargo de la problematización del sujeto metafísico tradicional generada por el pensamiento feminista. Esta crítica supone una reflexión sobre la noción de alteridad, que concluye finalmente en términos políticos con la impugnación del mito del “contrato social” y todas sus implicaciones”


La entrega del Premio Elisa Pérez Vera, continuará, con la conferencia “Mitos y arquetipos del eterno femenino”, que correrá a cargo de la profesora Titular de Relaciones Internacionales. Área de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UNED, Paloma García Picazo.

"Los mitos no son sólo ideaciones sino algo más consistente, vivido, experimentado, que configura en gran medida percepciones y actitudes básicas, tanto de las culturas, como de las sociedades y los individuos, a lo largo de los siglos y aún de los milenios de existencia humana. Una vez construidos, los mitos se interpretan, se transmiten, se reelaboran…Y, ¿qué decir de los arquetipos? Estos sirven de vehículo universal, por lo general, inconsciente, y condicionan estructuras fundamentales de la psique humana. El denominado “eterno femenino” acuñado por Goethe en el Fausto, puede ser uno de ellos, significativo como pocos. Ambiguo, polisémico, evocador, al interpretarlo críticamente se advierten en él indudables elementos opresores, que en cierta forma condenan a las mujeres a ser las “eternas” subyugadas de una Historia que, a su vez, convive con las “historias”. Pero también cabe reinterpretarlo en clave liberadora. Y esa es la dimensión positiva y esperanzadora –o que, al menos, pretendería serlo- de esta disertación dedicada a las mujeres y los hombres que hoy se reúnen para festejar el 8 de marzo de 2014”



Paloma García Picazo. Fotografía: Daniel Bernal Picazo






Como colofón, el acto, estará arropado por las pinturas de la colección “Mitológica”, de la pintora bilbaína Loreto Santaella. Santaella plasma en los lienzos su idea de que “Los mitos tratan de explicar conceptos básicos como la existencia del bien y del mal, la alternancia de las estaciones, el origen de los montes y los ríos…y para ello tienen a un indiscutible y fiel aliado, el hombre.

Contar historias es algo intrínseco al ser humano. Si a esto le incorporamos la necesidad de encontrar sentido al mundo, tenemos los ingredientes necesarios para elaborar todo un evangelio mitológico. La narración de la mera existencia, eso es la mitología.

El hombre crea a sus dioses a semejanza propia, por este motivo la mitología rebosa emociones. Amor, odio, celos, insensatez, maldad, poder, sus amoríos descabellados, venganzas irracionales, injusticia, superioridad…no cabe duda que las deidades tienen un comportamiento muy humano.

Todas las historias que rodean a los mitos contienen mensajes éticos cruciales para el funcionamiento de la sociedad. Son mensajes universales y atemporales. Generación tras generación nos deleitamos con las hazañas de los héroes”



Esta obra pictórica de Mitos y flores está basada, para Santaella en el conocimiento de que” La floriografía o lenguaje de las flores fue un sofisticado y eficaz sistema de comunicación que importó el rey Carlos II de Inglaterra (1630-1685). Como mecenas de las artes y las ciencias se interesó por este particular recopilando información por numerosos lugares, especialmente en Turquía donde tuvo su origen esta cultura de las flores. Poco a poco el método fue extendiéndose por Europa y llegó a su máximo apogeo durante la época victoriana (1837-1901). La importancia de la floriografía llegó a ser tal y a alcanzar semejante nivel de especialización que trascendió mucho más allá de ser un mero lenguaje codificado entre enamorados. Hoy hemos perdido la mayor parte de este conocimiento y aunque ya no dispongamos de la traducción exacta de cada flor, no deja de ser evocadora su presencia. Flores tan hermosas como las rosas o tan inocentes como las margaritas son siempre fuente de inspiración para los espíritus sensibles. Son el anuncio de la vida. Las flores y sus colores encierran códigos cifrados que potencian y simplifican los mensajes. El mundo, la naturaleza, el hombre, ecuación inequívoca que se alía una y mil veces para explicarse a sí misma”


COMUNICACIÓN UNED: Histórico Premios Elisa Pérez Vera

Isabel Quiñones

Edición web: Alicia Bardón

Comunicación y Marketing de la UNED